Draft NFL 2025: El enfoque calculado de Cincinnati, Baltimore y New England para apuntalar sus debilidades

Con necesidades distintas, Bengals, Ravens y Patriots llegan al Draft con estrategias firmes para reforzar sus planteles

La llegada del NFL Draft 2025 trae consigo no solo la emoción de nuevas promesas que buscarán dejar huella en la liga, sino también decisiones estratégicas que pueden definir el futuro de franquicias históricas. En esta edición, tres equipos llaman especialmente la atención por sus posturas claras y objetivos contrastantes: los Cincinnati Bengals, los Baltimore Ravens y los New England Patriots.

Bajo el foco de análisis, revisamos cómo cada organización está posicionada ante el Draft 2025, qué necesidades pretende cubrir y qué podrían hacer para consolidar o reconstruir sus realidades. A través de una férrea defensa, profundidad ofensiva o nuevas figuras que lideren, el Draft podría cambiar no solo rumbos individuales, sino incluso el equilibrio de algunas divisiones.

Cincinnati Bengals: el arte de construir alrededor de una élite ofensiva

Tras asegurar a su núcleo ofensivo compuesto por Joe Burrow, Ja’Marr Chase y Tee Higgins con contratos de largo plazo, los Bengals tienen una misión clara: optimizar cada elección del Draft para reforzar la defensa. Con una ofensiva que promedió más de 27 puntos por partido, Cincinnati ha perdido relevancia competitiva por su debilidad en la otra mitad del campo.

En 2024, permitieron 414 puntos, la quinta peor cifra de la liga, y cedieron touchdowns en el 67.9% de las visitas rivales a la zona roja, sólo superados negativamente por dos equipos. Según reconoció el entrenador Zac Taylor:

“Tenemos que sacarle el máximo jugo a nuestras selecciones del Draft, sobre todo porque ya hay jugadores estelares ocupando gran parte del tope salarial. El desarrollo interno de talento será fundamental”.

Una defensa en reconstrucción con Al Golden al mando

La contratación de Al Golden como nuevo coordinador defensivo representa un nuevo comienzo. Golden, con experiencia reciente como coordinador defensivo en Notre Dame y exentrenador de linebackers de los Bengals (2020-2021), conoce tanto al cuerpo técnico como a los prospectos colegiales más recientes.

Duke Tobin, director de personal, destacó:

“Esta clase del Draft tiene gran profundidad en la línea defensiva. En una división donde hay que frenar el ataque terrestre, este enfoque es una prioridad constante”.

Cincinnati necesitaría más profundidad en los extremos y un reemplazo potencial a Trey Hendrickson, cuyo contrato podría convertirse en un problema económico.

Línea ofensiva: otro frente a reforzar

Burrow fue capturado 48 veces en 2024, empatando como el cuarto mariscal más derribado. Con una producción baja de la línea ofensiva tanto en protección como en acarreo, nombres como Tyler Booker (Alabama) sobresalen como candidatos para la segunda ronda. Su liderazgo como capitán y la historia reciente que une a Cincinnati con el programa de Nick Saban fortalecen esta posibilidad.

Además, los Bengals buscan jugadores versátiles con capacidad para cubrir múltiples posiciones de línea dadas las carencias de profundidad.

Otros puestos clave: linebacker y safety

  • Linebacker: urge acompañar a Logan Wilson de forma efectiva, más aún con Germaine Pratt solicitando ser transferido.
  • Safety: Geno Stone tuvo un año decepcionante y entra a su último contrato. Es muy probable que se busque un reemplazo o competencia directa.
  • Running back: podría seleccionarse uno en las rondas finales.

Baltimore Ravens: estabilidad ofensiva y profundidad defensiva

Con un plantel consolidado y sin urgencias profundas, los Baltimore Ravens llegan a este Draft con la libertad de moverse por el tablero sin comprometer el ecosistema construido. Seleccionando en el puesto 27, esperan que algunas necesidades menores puedan cubrirse gracias a una camada de 11 picks, incluyendo cuatro compensatorios.

Eric DeCosta, gerente general, confirmó que siguen apegados a su mantra habitual: “Tomar al mejor jugador disponible”. Esto, más allá de reconocer algunas áreas a reforzar.

Zonas a cubrir: secundaria y línea ofensiva

El equipo perdió a Brandon Stephens (ahora en los Jets) y si bien cuentan con Marlon Humphrey y el novato Nate Wiggins (2024), reforzar la profundidad en los esquineros parece urgente.

Además, la salida del liniero Patrick Mekari y la renovación de Ronnie Stanley no solucionan la fragilidad de la línea ofensiva, aspecto crucial de cara a postemporada.

¿Y Justin Tucker?

Uno de los rumores más inesperados en Baltimore llegó por fuera del emparrillado. El icónico pateador Justin Tucker fue señalado en un reporte de The Baltimore Banner por presuntas conductas inapropiadas fuera del campo. Si bien no se ha tomado una decisión definitiva, DeCosta dejó la puerta abierta a un posible reemplazo vía Draft, aunque recordó que algunos de los mejores pateadores de la historia no fueron seleccionados nunca (caso del mismo Tucker).

Otra posición que no se necesita cubrir es la de ala cerrada (tight end), con Mark Andrews aún liderando la unidad pese a rumores sobre posibles movimientos.

New England Patriots: borrón, cuenta nueva y urgencia

Tras dos temporadas consecutivas con marca de 4-13 y un proceso de reconstrucción en marcha, los New England Patriots dieron un golpe de autoridad al firmar a Mike Vrabel como nuevo entrenador. Conocido por su intensidad como jugador y técnico, Vrabel apunta a reestructurar la franquicia con una identidad feroz y ganadora.

Ya lograron sumar a figuras como Stefon Diggs (WR), Milton Williams (DT, $104 millones) y Harold Landry (edge rusher), pero ahora el Draft es clave para acelerar el nuevo proyecto competitivo.

Pick número 4: ¿Receptor, línea ofensiva o defensiva?

Con el cuarto pick general, New England tiene la posibilidad de captar una futura estrella. Travis Hunter (Colorado) combina talento ofensivo-defensivo como pocos y encajaría a la perfección, aunque es probable que esté fuera del tablero antes que llegue su turno.

Otros nombres como Abdul Carter (Penn State, linebacker) o Will Campbell (LSU, tackle ofensivo) están ligados al proyecto, dependiendo de la ruta que elijan.

Vrabel lo dejó claro:

“No se gana solo con ‘buenos muchachos’. Necesitamos competencia real y hambre de trascender. El Draft debe darnos piezas titulares y profundidad funcional”.

Un roster en reconfiguración

New England buscará receptores para alimentar a Drake Maye, su joven quarterback, además de cubrir carencias en los extremos de la línea ofensiva.

No necesitan: QB (Maye y Dobbs son considerados suficientes) ni TE (Hunter Henry y Austin Hooper anclan la posición).

Movimiento en el tablero: flexibilidad total

Con nueve selecciones disponibles y presencia en casi todas las rondas (excepto la quinta), los Patriots podrán moverse en el Draft según convenga. Vrabel anticipó opciones tanto para subir como para negociar hacia abajo según el jugador que deseen:

“Hay ofertas buenas y malas. Veremos qué vale la pena y quién está disponible en el punto clave del Draft”.

El Draft 2025 podría representar un punto de inflexión para al menos una de estas franquicias. Cincinnati deberá defender su fuerte ofensiva; Baltimore sostener su nivel de élite; y New England reescribir su historia. La forma en que aprovechen estas selecciones determinará si sus estrategias fueron audaces o simplemente ilusorias.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press