¿'Golfo de América'? La polémica batalla política por renombrar el Golfo de México en EE.UU.

Republicanos del sur impulsan leyes para adoptar el término ‘Gulf of America’ propuesto por Trump, generando divisiones políticas y debates sobre identidad nacional

Por años, el Golfo de México ha sido uno de los accidentes geográficos más reconocidos del hemisferio occidental. Pero ahora, una decisión política podría modificar radicalmente su denominación: los republicanos del sur de Estados Unidos están intentando renombrarlo como ‘Gulf of America’, una propuesta impulsada por el expresidente Donald Trump durante su mandato.

¿De dónde surge esta iniciativa?

Todo comenzó cuando Donald Trump, en uno de sus actos públicos en 2025, hizo referencia al Golfo de México como el Gulf of America, alegando sentido patriótico e identidad nacional. Este gesto fue recogido por líderes republicanos del sur de EE.UU., quienes vieron una oportunidad para capitalizar políticamente esta narrativa.

“No puedo imaginar por qué un presidente querría cambiar de América a México”, declaró el representante republicano David Standridge, quien lidera la iniciativa legislativa en Alabama.

¿Qué estados ya se sumaron oficialmente?

  • Florida: El gobernador Ron DeSantis firmó dos proyectos de ley que obligan al uso de “Gulf of America” en libros de texto, leyes y materiales oficiales.
  • Louisiana: El gobernador Jeff Landry emitió una orden ejecutiva en marzo de 2025 exigiendo que el nuevo nombre sea empleado en materiales estatales, incluyendo estándares educativos.
  • Alabama: La Cámara de Representantes estatal aprobó el proyecto con una votación 72-26, siguiendo líneas partidistas, que ahora irá al Senado estatal para discusión.

¿Qué implica este cambio realmente?

Estos proyectos exigen que todas las entidades estatales y locales así como sus empleados utilicen “Gulf of America” en los documentos oficiales, materiales educativos, mapas y sitios web, al momento de adquirirlos o actualizarlos en el futuro.

Según Standridge, “no es obligatorio que el estado compre nuevos mapas inmediatamente, pero con las próximas adquisiciones, hay que implementar el nuevo nombre.”

¿Qué opinan los opositores?

Los demócratas rechazan la medida como un acto de teatro político que representa solo orgullo partidista y que podría causar gastos innecesarios. La representante Barbara Drummond, demócrata de Mobile, Alabama, calificó la medida de “una distracción costosa”.

“Es tiempo de dejar de hacer tonterías y enfocarnos en iniciativas que realmente nos lleven adelante”, dijo Drummond durante el debate en la Cámara de Alabama.

El representante demócrata Kenyatte Hassell fue aún más tajante: “¿Cambiaremos el nombre de nuevo al Golfo de México si tenemos otro presidente dentro de cuatro años?”

¿Cuánto cuesta renombrar oficialmente una característica geográfica?

La pregunta retórica de Hassell tiene implicaciones económicas reales. Cambiar oficialmente un nombre geográfico implica modificaciones en:

  • Libros de texto y material escolar
  • Mapas digitales e impresos
  • Carteles turísticos y viales
  • Registros oficiales y bases de datos gubernamentales

Según datos del U.S. Government Accountability Office (GAO), actualizaciones significativas en materiales federales podrían costar entre 5 y 15 millones de dólares dependiendo del número de publicaciones afectadas.

Historicidad del nombre 'Golfo de México'

El nombre “Golfo de México” tiene raíces históricas coloniales. Fue así denominado por exploradores españoles desde el siglo XVI y ha permanecido en los mapas desde entonces, incluyendo mapas estadounidenses desde la fundación del país en el siglo XVIII. Es más, el United States Board on Geographic Names reconoce oficialmente el nombre “Gulf of Mexico”.

Modificarlo implicaría renegociar nomenclatura con agencias federales y organizaciones internacionales como la ONU, la Organización Hidrográfica Internacional e incluso la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).

Una medida con resonancias culturales e identitarias

El intento de cambiar el nombre no es solo una movida legislativa, sino una declaración simbólica. Para muchos republicanos del sur, reemplazar el “Golfo de México” por “Golfo de América” es una afirmación política frente a lo que llaman la “”erosión cultural” e influencia latina en el país. Sin embargo, para otros segmentos de la población, especialmente los latinos, se interpreta como una negación a su historia compartida con el sur de Estados Unidos.

“Es un insulto para nuestras raíces. ¿Qué será lo próximo? ¿Renombrar El Paso como 'American Crossing'?”, comentó Dolores Sánchez, profesora de Historia en la Universidad Estatal de Nuevo México.

Otros precedentes de disputas geográficas en EE.UU.

Este no es el primer caso donde un nombre geográfico es objeto de debate en Estados Unidos. Algunos ejemplos incluyen:

  • Mount McKinley vs Denali: En 2015, el pico más alto de América del Norte volvió a su nombre nativo Denali por decisión del gobierno de Barack Obama, lo que generó resistencia en Ohio, estado natal del presidente William McKinley.
  • Washington Redskins: El equipo de fútbol americano cambió su nombre a “Washington Football Team” por años antes de renombrarse como “Commanders”, tras décadas de debate sobre el uso de términos ofensivos contra pueblos nativos.

¿Qué dice el público?

En una encuesta de NPR/PBS realizada en abril de 2025, el 62% de los encuestados a nivel nacional se opone al nombre “Gulf of America”, frente a un 26% que lo apoya.

“Esto no es más que una extensión del culto a la personalidad de Trump. El golfo no necesita branding patriótico, necesita protección ecológica.”
— James Whitman, oceanógrafo del Instituto Scripps.

¿Cómo avanzar ante una polarización creciente?

La discusión sobre el 'Gulf of America' pone sobre la mesa la profunda división ideológica que cruza Estados Unidos, donde incluso los nombres geográficos pueden convertirse en frentes de batalla partidistas. Algunos expertos llaman a la cautela.

“Culturalmente, los nombres importan: representan historia, ciencia, identidad. Cambiar un nombre como acto simbólico sin consenso ni justificación científica crea más división que cohesión”, explicó la lingüista política Anna Gómez, de la Universidad de Georgetown.

Mientras tanto, la propuesta sigue avanzando en legislaturas estatales dominadas por republicanos. Si más estados adoptan este cambio, pronto podríamos ver libros de texto del sur usando oficialmente “Gulf of America”, aunque en el resto del país y del mundo se siga usando “Gulf of Mexico”.

Un reflejo de los tiempos

Como en tantas otras áreas de la vida política estadounidense, la geografía ha sido atrapada en la cultura de la polarización. Renombrar el Golfo de México no es solo una disputa nominal. Es un microcosmos de debates más amplios sobre identidad nacional, raza, cultura, historia y poder.

Y quizás, en el fondo, la pregunta real que se hace EE.UU. no es cómo llamamos a una masa de agua, sino qué tipo de país quieren ser quienes lo habitan.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press