Manchester United en crisis: lesiones, polémicas y la esperanza en Rory McIlroy
El resquebrajado presente de los ‘Red Devils’ abre interrogantes sobre su futuro, mientras buscan inspiración dentro y fuera del campo
Una temporada para el olvido
La temporada 2024-2025 ha sido un verdadero calvario para el Manchester United. Una mezcla de lesiones, bajo rendimiento individual y colectivo, decisiones dudosas en la dirección técnica y falta de identidad futbolística han dejado al equipo sumido en la parte baja de la tabla de la Premier League, ocupando el puesto 14 de 20 equipos.
Bajo el timón del técnico portugués Rúben Amorim, contratado en noviembre con grandes expectativas luego de su paso exitoso por el Sporting de Lisboa, el equipo no ha logrado remontar vuelo. A pesar de haber llegado con fama de buen estratega y gestor de vestuarios, Amorim ha enfrentado una tormenta desde su llegada a Old Trafford.
La lesión de Zirkzee, otro golpe más
Uno de los nombres que parecía devolver la ilusión era el neerlandés Joshua Zirkzee, de 23 años. El delantero, fichado desde el Bologna en julio, tuvo un inicio de temporada discreto, pero en 2025 mostró una notoria mejora que fue celebrada por hinchas y prensa. Sin embargo, una lesión muscular en el partido ante Newcastle (derrota 1-4) apagó esa chispa de esperanza. Según confirmó Amorim, “Joshua está fuera por el resto de la temporada. Vamos a prepararlo para la próxima.”
Zirkzee se sumó así a la ya abultada enfermería del United, donde figuran nombres como Lisandro Martínez, fuera también por lo que resta del campeonato, el joven Ayden Heaven, el experimentado Jonny Evans, y Matthijs de Ligt, lo que deja al equipo con una defensa improvisada y sin poder ofensivo suficiente.
Onana, entre críticas y redención
Si las lesiones han afectado la estabilidad deportiva, las polémicas no han sido menores. El caso de André Onana es paradigmático. El arquero camerunés, señalado por múltiples errores durante la temporada, fue excluido del partido ante Newcastle tras fallos evidentes en la ida ante el Lyon por Europa League. En su lugar jugó Altay Bayindir, quien también cometió un error grave en el 4-1 final.
“A veces hay que gestionar físicamente, pero también mentalmente a los jugadores. Y Onana está listo”, explicó Rúben Amorim al confirmar que el arquero volverá al 11 titular en la vuelta de cuartos frente al Lyon. Una muestra de la búsqueda desesperada por una estabilidad que no llega.
A este contexto de presión se añade la humillante calificación que le hizo el mediocampista del Lyon, Nemanja Matic, exjugador del United, quien lo tildó como “uno de los peores porteros en la historia del club”. Más allá del exceso retórico, la frase resonó fuerte entre los hinchas y medios.
Un equipo sin alma ni liderazgo
Desde la salida de Alex Ferguson en 2013, el Manchester United ha tenido una serie de entrenadores que no han logrado devolver al club a la cima. Moyes, Van Gaal, Mourinho, Solskjær, Rangnick y Ten Hag fracasaron en sus propios estilos. Amorim parece ser la más reciente víctima de la pesada herencia del club y una directiva errática.
Hoy no hay liderazgos claros en el plantel profesional. Jugadores con proyección como Amad Diallo han estado marginados por lesiones, mientras que figuras como Bruno Fernandes, Rashford o Casemiro no han logrado tirar del carro ni mucho menos ser constantes en sus rendimientos.
Un rayo de esperanza... desde el golf
En este oscuro panorama, la esperanza vino desde un deporte no esperado. El golfista norirlandés Rory McIlroy, gran fanático del Manchester United, logró completar el ansiado Grand Slam del golf al coronarse en el Masters de Augusta 2025, ganando en un duelo épico contra Justin Rose.
Rúben Amorim, en un intento de inspirar a sus jugadores, envió un video mensaje para invitar a McIlroy a Old Trafford y que traiga su green jacket al estadio:
“Lograste algo que muchos creían imposible y queremos ese espíritu en nuestro estadio. Espero verte pronto en Old Trafford y conocerte personalmente.”
McIlroy respondió con humor y disposición: “Si puedo inspirar un mejor fútbol, por supuesto que llevaré la chaqueta verde a Old Trafford.” Aunque simbólico, este gesto refleja el nivel de desesperación emocional e institucional del club: buscar inspiración externa donde internamente ya no se encuentra.
El futuro: ¿nueva revolución o resignación?
Con una clasificación para la Champions League pendiendo de un hilo que solo los lograría si ganan la Europa League (una tarea hercúlea), y con un plantel fracturado física y anímicamente, el futuro del United parece incierto.
La directiva deberá decidir si Amorim continúa o no. Con nombres como Thomas Tuchel o incluso Zinedine Zidane sonando en corrillos futboleros, la posibilidad de una nueva reestructuración técnica no es descabellada. No obstante, eso implicaría otro proceso más en un club que no ha sabido reconstruirse en más de una década.
Las finanzas tampoco ayudan: el club reportó una reducción de ingresos por falta de títulos y participaciones europeas constantes. Es una espiral descendente que parece no tener fin.
Un gigante dormido... o en coma
Lo cierto es que el Manchester United, ese club que alguna vez fue símbolo del fútbol inglés y que ostenta 20 títulos de liga, atraviesa una de sus peores crisis estructurales desde los años 70. El peso de la historia parece hoy más una carga que una motivación.
¿Quiénes pueden salvar al United? ¿Un técnico con verdadera visión? ¿Una camada nueva de talentos de la academia? ¿Inversiones inteligentes? O, quizás, como quiso Amorim poéticamente, basta con invocar una mística tan improbable como la de un golfista conquistando Augusta tras años de espera.
Sea como sea, el club necesita más que milagros puntuales: necesita una revolución interna, una redefinición de sus valores, y una estrategia coherente. De lo contrario, el caos continuará siendo el único inquilino permanente de Old Trafford.