El renacimiento del fútbol europeo: historias paralelas entre clubes y selecciones
Desde la salida de las súper estrellas del PSG hasta el ascenso de nuevos líderes como Arjan Veurink y el regreso simbólico de Zvonimir Boban a Croacia, repasamos cómo el fútbol europeo se redefine en 2024
El fútbol europeo actual está experimentando una transformación profunda y multifacética. Lejos de tratarse únicamente de resultados en la cancha, hay una narrativa que incluye transiciones tácticas, liderazgos emergentes y conexiones históricas que resurgen desde los cimientos de clubes emblemáticos. A continuación, abordamos tres acontecimientos clave en el mundo futbolístico que reflejan esta evolución y que ofrecen una mirada amplia a lo que está en juego este 2024.
Arjan Veurink: el aprendiz que se convierte en maestro
Arjan Veurink, actual asistente técnico de la selección femenina de Inglaterra, ha sido nombrado nuevo seleccionador de los Países Bajos, cargo que asumirá tras la Eurocopa Femenina que se disputará en Suiza en julio de 2024.
Veurink ha formado parte del cuerpo técnico de Sarina Wiegman durante más de ocho años. Juntos, conquistaron la Eurocopa Femenina 2017 con Países Bajos y la Eurocopa Femenina 2022 con Inglaterra. Su ascenso al cargo principal de su selección natal no solo es un paso natural en su carrera, sino también una historia que refleja cómo el trabajo en conjunto y el desarrollo tutelado pueden formar grandes líderes.
“Nunca he ocultado mi ambición de algún día liderar la selección nacional de los Países Bajos”, declaró Veurink. “Después de más de ocho años como la mano derecha de Sarina Wiegman, primero con Países Bajos y ahora en Inglaterra, me siento preparado para estar al frente”.
Un reencuentro clave entre Inglaterra y Países Bajos
El destino ha querido que el grupo D de la Euro 2024 Femenina albergue a Inglaterra y Países Bajos. Ambas selecciones, que se enfrentarán el 9 de julio en Zúrich, representan proyectos sólidos. Inglaterra, defensora del título, contará todavía con Veurink en el banquillo. Será un duelo cargado de simbolismo, donde el futuro seleccionador neerlandés podrá estudiar de primera mano el estado de su próximo equipo.
También están en este potente grupo Francia y Gales, lo que lo convierte sin duda en uno de los más competitivos del certamen.
PSG: el fin de la era de los galácticos y el inicio de otra más eficaz
Desde la salida de Neymar, Lionel Messi y Kylian Mbappé, muchos pensaron que el Paris Saint-Germain (PSG) caería en una etapa de reconstrucción eterna. Sin embargo, bajo la dirección de Luis Enrique, el equipo ha encontrado en la juventud y la estrategia colectiva, el camino hacia la solidez europea.
Con una plantilla rejuvenecida, PSG ha ganado 17 de sus últimos 18 partidos y ya ha asegurado el título de la Ligue 1. Descansaron el último fin de semana de cara a su crucial enfrentamiento contra Aston Villa en Villa Park. Tienen ventaja 3-1 del partido de ida en los cuartos de final de la Liga de Campeones.
Aston Villa, campeón europeo en 1982, vive su vuelta a la élite y no será un rival fácil: suma una racha sin derrotas como local desde octubre. Sin embargo, PSG ya ha mostrado su temple en ambientes hostiles como Anfield, donde remontaron una desventaja frente al Liverpool en los octavos de final.
Adiós al estrellato individual, bienvenido el equipo
Bajo el liderazgo de Luis Enrique, PSG ha apostado por un fútbol más pragmático, menos dependiente de estrellas mediáticas. Tal como el mismo técnico ha declarado en distintas ocasiones, “prefiero a un equipo cohesionado que a once estrellas desconectadas”.
Este resurgir plantea una pregunta mayor sobre el modelo de éxito en el fútbol europeo: ¿es el talento individual suficiente o hemos entrado de pleno en la era del colectivo táctico? Las estadísticas refuerzan la postura de Enrique: el PSG ha recibido menos de un gol por partido en esta edición de la Champions y ha duplicado la cantidad de goles provenientes de jugadas construidas colectivamente.
Zvonimir Boban: el símbolo del fútbol croata vuelve a casa
A veces, el fútbol se entrelaza con la historia. El retorno de Zvonimir Boban al Dinamo Zagreb como director ejecutivo simboliza el regreso de un héroe a su hogar. Boban no es solo un exjugador exitoso (jugó una década en el AC Milan, donde ganó 4 Serie A y una Champions League), sino un personaje central en la historia moderna de Croacia.
En 1990, en uno de los momentos más simbólicos del deporte balcánico, durante una gresca durante el clásico contra el Estrella Roja de Belgrado, Boban agredió a un policía en defensa de los aficionados croatas. Este acto, que le costó quedar fuera del Mundial de 1990 con Yugoslavia, es considerado por muchos como el despertar de la identidad croata en tiempos de tensión política previa a la guerra.
Dinamo Zagreb lo definió así esta semana: “Su acción en 1990 fue considerada simbólicamente como el inicio de la lucha por la independencia croata”.
Boban, un ejecutivo con visión crítica
Su carrera como ejecutivo ha sido agitada pero influyente. Fue uno de los altos mandos en FIFA (2016-2019) y más tarde llegó a ser el responsable de fútbol en UEFA. En enero de 2024, renunció a ese cargo en desacuerdo con las decisiones de su antiguo aliado y presidente de UEFA, Aleksander Čeferin.
Dinamo no vive su mejor momento: está tercero en la liga croata y ha despedido recientemente a Fabio Cannavaro como entrenador. La llegada de Boban podría representar un nuevo ciclo en un club que ha dominado Croacia durante más de siete años pero que parece estancado.
Además, Dinamo ha quedado fuera de la Europa Conference League en esta temporada, tras ser eliminado en la Liga de Campeones por diferencia de goles. El desafío de Boban no será solo simbólico, sino estructural: reconstruir un proyecto competitivo que represente al club y al país en Europa.
Paralelismos y cambios de paradigma
Todos estos relatos, distintos entre sí, comparten elementos en común: la transición de figuras emblemáticas a nuevos caminos, la reivindicación de estructuras colectivas por encima de talentos aislados y la importancia de la historia cultural en el deporte.
Veurink busca desafiarse en solitario como entrenador, Boban intenta rescatar a un club en crisis desde la dirección ejecutiva y PSG prueba que no necesita “galácticos” para triunfar. 2024 es testigo de una nueva forma de construir éxito en el fútbol.
En un fútbol cada vez más globalizado, estas historias nos recuerdan el poder de lo local, lo personal y lo histórico como ingredientes fundamentales del deporte más popular del mundo.