El lado oscuro del Derby de Roma: violencia, caos y la difícil convivencia entre pasión y seguridad

El partido entre Lazio y Roma vuelve a derivar en enfrentamientos violentos que dejan docenas de heridos y miles de euros en daños. ¿Hasta cuándo el fútbol seguirá tolerando estos episodios?

El fútbol es pasión, pero cuando esa pasión se convierte en violencia, el deporte se ve ensombrecido por un fenómeno que, lejos de atenuarse, parece enquistado en algunas de las rivalidades más intensas del mundo. El pasado fin de semana, el esperado Derby della Capitale entre Lazio y Roma volvió a teñirse de caos y disturbios, con saldo de 24 policías heridos, un detenido y al menos 40.000 euros en daños materiales solo en contenedores de basura.

En este análisis abordamos las raíces de esta rivalidad, cómo ha evolucionado hasta llegar a ser una de las más peligrosas de Europa, los esfuerzos —fallidos en su mayoría— por prevenir la violencia y qué lecciones debería dejar este nuevo episodio.

Una rivalidad con historia: Roma vs Lazio

El Derby de Roma tiene ingredientes únicos que lo convierten en uno de los más enconados del mundo. Hay una base histórica, cultural y política:

  • Rome y Lazio representan dos visiones de la ciudad: la AS Roma fue fundada en 1927 y desde el principio fue considerada el club del 'pueblo', mientras que la SS Lazio, nacida en 1900, se asoció con sectores más acomodados y conservadores.
  • Las aficiones representan identidades opuestas: mientras los tifosi de la Roma suelen presumir de identidad romana pura, los de la Lazio, especialmente los ultras, han adoptado discursos de derecha radical e incluso extremismos más allá del terreno deportivo.

La consecuencia ha sido una enemistad visceral que trasciende el fútbol, con episodios de violencia que se remontan décadas:

  • 2004: suspendido el derby tras el rumor infundado de la muerte de un niño fuera del estadio.
  • 2013: un aficionado fue apuñalado en un enfrentamiento previo al partido.
  • 2024: un coche ardió antes del derbi de ida de esta temporada.

El derby de 2025: caos anunciado

El partido del domingo pasado terminó con resultado 1-1, pero la igualdad en el marcador pasó a un segundo plano ante la violencia fuera del césped:

  • Más de 2.000 agentes desplegados en los alrededores del Estadio Olímpico.
  • Lanzamiento masivo de fuegos artificiales y objetos contra la policía por parte de los ultras de la Lazio.
  • Reacción con gases lacrimógenos y camiones hidrantes por parte de las fuerzas de seguridad.
  • 24 policías heridos, 1 arresto y 40.000 € en contenedores de basura destruidos.

El alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, fue claro tras los disturbios: “Estoy disgustado. Es inaceptable que unos hooligans conviertan un día deportivo en guerra urbana”.

Un patrón repetido: fallos estructurales en la contención

Pese a los esfuerzos preventivos, el patrón se repite. En 2019, un informe de la policía italiana concluyó que los partidos de alto riesgo en la Serie A requerían un promedio de 1.000 agentes por encuentro. En el caso del derby romano, esa cifra se duplica.

Tras varios años en los que el derbi se disputaba en horarios tempranos para prevenir incidentes, esta temporada regresó al horario nocturno de las 20:45. El resultado fue previsible: descontrol.

La decisión ya está siendo revisada y los próximos enfrentamientos entre Roma y Lazio volverán a jugarse en el día con mayor luz, algo que evidencia una falta de soluciones de largo plazo más allá de ajustar horarios.

¿Dónde falla el sistema?

El futbol italiano carga con un lastre que se niega a soltar: el de no actuar con contundencia contra los ultras violentos. Algunos puntos clave:

  • Falta de sanciones ejemplares: muchas veces los responsables de violencia salen impunes.
  • Complicidad institucional: algunos clubes tienen vínculos poco claros con grupos ultras.
  • Presencia ideológica extrema: en el caso de la Lazio, algunos grupos reconocidos han sido acusados reiteradamente de exhibir simbología fascista y racista.

Según datos del Ministerio del Interior italiano, los incidentes relacionados con el fútbol aumentaron un 17% en la temporada 2022-23 respecto a la anterior. En particular, los partidos más problemáticos se concentran en derbis y rivalidades tradicionales como Roma-Lazio, Inter-Juventus o Nápoles-Roma.

Comparación con otras ligas europeas

Mientras que en países como Inglaterra o Alemania la violencia en estadios ha disminuido notablemente gracias a políticas estrictas (como el veto individual a hinchas violentos y la vigilancia digital), en Italia estos mecanismos avanzan lentamente.

  • En la Premier League, un estadio puede prohibir la entrada de por vida a un individuo.
  • La Bundesliga implementa sistemas de identificación facial y cooperación con fanáticos mediante “colectivos de hinchas pacíficos”.
  • Italia carece todavía de un sistema nacional unificado que permita sancionar de manera eficaz a hinchas violentos. Los ".Daspo" (prohibiciones de acceso a recintos deportivos) son poco eficaces y faltos de seguimiento.

Mientras tanto, la UEFA ha multado en más de 600.000 euros a clubes italianos por comportamiento de hinchas solo en la temporada 2023-24.

La respuesta de los clubes

Tras el escándalo, tanto Lazio como Roma emitieron comunicados de condena a la violencia y mostraron solidaridad con los policías heridos. Sin embargo, para muchos esta postura resulta insuficiente.

Andrea, un aficionado romanista que estuvo en la previa del partido, lo resumió así para el medio local Il Tempo: “Condenan después, pero no controlo a mi alrededor ni a un solo cordón de seguridad antes del estadio. Esto pasa siempre”.

¿Qué se puede hacer?

Expertos como Maurizio Marinelli, sociólogo del deporte en la Universidad de Bolonia, proponen:

  • Vetar de por vida a los identificados por violencia.
  • Eliminar entradas baratas en zonas de ultras.
  • Colocar cámaras con vigilancia continua de 360 grados en zonas 'calientes'.
  • Campañas educativas desde las bases: enseñar que fútbol es rivalidad, no guerra.

Además, se requieren planes integrales de prevención que combinen tecnología, justicia y educación. Algo que hoy parece muy lejano en Italia.

¿Estamos condenados a repetir?

La violencia en los derbis romanos no es nueva, pero lo preocupante es su persistencia y que, pese a ser conocida y esperada, no pueda prevenirse. ¿Por qué?

  • Por la connivencia de estructuras institucionales.
  • Por una cultura del fútbol que glorifica la rivalidad extrema.
  • Porque castigar parece menos rentable que tolerar.

El último Lazio-Roma deja imágenes de batalla campal, policías hospitalizados y una ciudad paralizada. Y sin embargo, la sensación general es de déjà vu, como si fuese un capítulo más de una historia que nadie se atreve a escribir con otro final.

Hasta que llegue ese día, el espectáculo será solo una excusa y el fútbol una víctima más de su propia pasión desbordada.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press