Denver Nuggets: Revolución en la cima pese al éxito deportivo

El despido de Michael Malone y Calvin Booth marca un cambio drástico en la estructura de los Nuggets justo antes de los playoffs

El ambiente que rodea a los Denver Nuggets en esta postemporada tiene una extraña dualidad: celebración por el éxito deportivo reciente y conmoción por los despidos de dos figuras clave. A menos de dos años de haber conseguido el primer campeonato en la historia de la franquicia, el presidente del equipo, Josh Kroenke, tomó una sorpresiva decisión que ha dejado al ecosistema de la NBA con la boca abierta: despedir al entrenador Michael Malone y al gerente general Calvin Booth.

Una decisión que sacudió a la NBA

Ni la clasificación asegurada a su séptima postemporada consecutiva, ni la racha de tres victorias para cerrar la temporada regular fueron suficientes para garantizar la continuidad de Malone y Booth. Algunos analistas argumentan que rara vez un equipo despide a su head coach tras demostrar tal nivel de consistencia (tres temporadas consecutivas con 50 victorias y un cuarto puesto en el Oeste). Josh Kroenke, presidente del equipo, explicó sus motivos en una conferencia de prensa que ha dado mucho de qué hablar.

“Con el nivel de talento que tenemos, especialmente con Nikola Jokic, sentí una responsabilidad de tomar decisiones difíciles para maximizar nuestra ventana competitiva”, afirmó Kroenke.

El propio Kroenke admitió haber considerado los despidos desde antes de la racha de ocho victorias del equipo antes del All-Star Break, pero que quiso darles margen para 'enderezar el rumbo'. Sin embargo, las diferencias internas entre Malone y Booth, en especial referentes a la construcción de la plantilla, habrían generado una tensión cada vez más insostenible.

Una dupla que llevó al título

Michael Malone se convirtió en el entrenador más exitoso en la historia de los Nuggets. Bajo su dirección, el equipo no solo mejoró consistentemente, sino que alcanzó la cima al ganar el campeonato de la NBA en 2023, el primero en 47 años de historia. Fue clave en el desarrollo de jugadores como Nikola Jokic, Jamal Murray y Michael Porter Jr.

Calvin Booth, por su parte, fue el arquitecto detrás de las últimas incorporaciones clave del equipo campeón. Su visión para armar un grupo complementario alrededor de Jokic fue considerada por muchos como fundamental para el éxito logrado.

No obstante, su relación con Malone se fue agrietando con el tiempo, debido a diferencias filosóficas sobre el tipo de equipo a construir. Malone prefería veteranos contrastados; Booth apostaba por juventud y potencial a largo plazo. Esta tensión interna comenzó a permear al equipo y, según Kroenke, afectó el ambiente general.

Los números del éxito reciente

Desde 2018, los Nuggets han sido un equipo constante en la élite del Oeste:

  • 7 clasificaciones seguidas a playoffs
  • 4 temporadas consecutivas con 50 victorias o más
  • Campeones de la NBA en 2023
  • Nikola Jokic, tres veces MVP (2021, 2022 y 2024)

Bajo Malone, Denver pasó de ser un proyecto joven con potencial, a una realidad consolidada en la NBA. Por eso, la decisión cayó como un balde de agua fría para muchos.

El factor Jokic

Parte del criterio detrás del movimiento fue garantizar que el equipo esté en la mejor posición para aprovechar los mejores años de Nikola Jokic. El pívot serbio de 29 años ha sido una de las superestrellas más constantes y dominantes de la liga en años recientes. Kroenke fue contundente respecto a la influencia del jugador:

“Sería el tipo más tonto del baloncesto si no le consultara a Jokic ciertas decisiones clave. Pero al final, las decisiones tienen que ser mías, pensando en la franquicia”, señaló Kroenke.

Jokic ha mantenido silencio público, como es costumbre en él, pero el equipo espera que su compromiso competitivo no se vea afectado. No obstante, la modificación abrupta en la estructura directiva podría tener una repercusión más adelante si la nueva conducción no logra el mismo nivel de cohesión interna.

Un interinato en medio de la tormenta

David Adelman, quien ejercía como asistente técnico, ha sido nombrado entrenador interino y ha respondido con tres victorias en tres partidos para cerrar la temporada regular. Además, Ben Tenzer fue promovido temporalmente a gerente general para la postemporada.

Adelman es hijo del legendario coach Rick Adelman y ha trabajado en varios equipos como asistente. Su conocimiento interno del grupo podría ser valioso para actuar como puente entre el pasado reciente y el futuro incierto que se avizora.

¿Fue la ruptura inevitable?

Las mejores organizaciones del deporte suelen apostar por la estabilidad como piedra angular del éxito. Equipos como Golden State Warriors o San Antonio Spurs apostaron por la continuidad de sus cuerpos técnicos incluso en periodos de transición. En este contexto, la decisión de Kroenke resalta aún más por su carácter disruptivo.

En retrospectiva, no es nuevo que las tensiones entre líderes de estructura desencadenen en rupturas. En la era moderna de la NBA, se conocen diferencias notorias entre Phil Jackson y Jerry Krause en los legendarios Bulls de los 90, o entre Pat Riley y LeBron James durante su etapa en Miami. Lo llamativo es que usualmente estas fricciones emergen tras fracasos, y no en medio de una ventana competitiva abierta.

El “martes bipolar” de Josh Kroenke

Quizás la frase que mejor retrata el caos emocional vivido por Kroenke fue su referencia al “martes más bipolar” de su vida deportiva:

“Tuve la peor mañana en diez años con los Nuggets, y por la tarde la mayor alegría con el Arsenal”, explicó, en referencia a la victoria 3-0 del club inglés ante el Real Madrid en la Champions League.

La familia Kroenke maneja un portafolio deportivo impresionante que incluye además a los Los Angeles Rams (NFL) y el Colorado Avalanche (NHL). Sin embargo, el corazón de Josh siempre ha estado estrechamente ligado a los Nuggets, y por eso se sintió responsable de tomar una medida extraordinaria para evitar que el equipo se deslizase en mediocridad.

El futuro de los Nuggets: incertidumbre y expectativa

Ahora, la misión será encontrar una pareja de gerente general y entrenador que pueda mantener al equipo competitivo, favorecer la convivencia interna y lograr la aprobación de Jokic y el núcleo del roster. No es tarea fácil.

Además, cualquier decisión tendrá que considerar el contrato y rol del resto de las estrellas: Jamal Murray, Michael Porter Jr. y Aaron Gordon. La rumorología ya ha apuntado a que Kroenke podría haber tenido reservas sobre traspasar a Porter por su vínculo con la Universidad de Missouri, alma mater de ambos. Sin embargo, Kroenke fue tajante:

“Si la mejora del equipo requiere que se consideren todas las piezas, así será. Excepto Jokic, todos pueden ser parte de un plan de mejora si lo amerita”.

La sombra del éxito

No es fácil tomar decisiones valientes en el éxito. Kroenke lo ha hecho, apostando por una sacudida cultural que, según él, era necesaria. Pero el riesgo es considerable. Si el equipo no logra repetir el alto nivel de los últimos años o si Jokic se muestra frustrado, esta decisión pasará de valiente a imprudente en retrospectiva.

Por lo pronto, los Nuggets afrontan los playoffs con una mezcla de motivación y catarsis. La única certeza es que todos los ojos estarán puestos en ellos, no solo en la cancha, sino en cómo se reestructuran una vez termine esta campaña.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press