¿Y si la MLB tuviera 17 partidos? Un experimento fascinante que cambia todo
La paridad, los 'peores a primeros' y las sorpresas de abril plantean una pregunta intrigante: ¿cómo sería el béisbol si tuviera una temporada al estilo NFL?
Imagínate esto: Los Los Angeles Angels lideran la División Oeste de la Liga Americana por medio juego, con solo dos partidos restantes en la temporada. Una sola victoria más sobre Texas les aseguraría un histórico campeonato divisional, pasando de ser el peor equipo al mejor en apenas semanas — y con ello, su primer boleto a postemporada desde 2014. Este escenario parece sacado de una utopía deportiva, pero también plantea una gran pregunta: ¿cómo cambiaría el béisbol si la temporada tuviera solo 17 partidos, como en la NFL?
Un pensamiento que desafía los moldes
Es un ejercicio de imaginación intrigante. Constantemente se afirma que la NFL ofrece más paridad que la MLB, con más equipos compitiendo hasta la última semana, remontadas relámpago de un año para otro y una mayor imprevisibilidad. Pero, ¿es realmente la NFL más competitiva o es simplemente una ilusión provocada por su calendario reducido?
En este hipotético contexto de solo 17 juegos —el mismo número que disputa un equipo de fútbol americano en la temporada regular actual—, la tabla de posiciones del béisbol se vuelve un caos emocionante. Equipos que fueron olvidados o desechados por los analistas antes de abril se encuentran en la cima. Equipos consagrados patinan misteriosamente al fondo. Se abre la puerta a historias increíbles.
Angels: De la irrelevancia a liderar el Oeste
Los Angels, un equipo que parecía condenado al sótano tras la partida de Shohei Ohtani, lideran su división cuando se han disputado solo 17 juegos. Nolan Schanuel ha surgido como un nuevo héroe, disparando jonrones decisivos y liderando un ataque revitalizado. En un calendario corto, el peso de tres o cuatro juegos es inmenso, y los Angels se han montado en una racha oportuna que les coloca como contendientes inmediatos.
Esto contrasta con equipos como los Atlanta Braves. Consistentemente entre los favoritos para ganar la Serie Mundial en las predicciones de pretemporada, los Braves han iniciado mal y actualmente están enterrados al fondo de su división. ¿Imagina una temporada que terminara ahí?
Toronto y Baltimore: El péndulo en la AL Este
En los últimos años, los Toronto Blue Jays y los Baltimore Orioles han estado envueltos en una batalla simbólica por el presente y el futuro del Este de la Americana. De 2021 a 2023, Toronto promedió 90.7 victorias por temporada, con jóvenes estrellas como Vladimir Guerrero Jr. y Bo Bichette. Baltimore, por su parte, sorprendió al dominar en 2023 con su generación de talentos emergentes.
Pero en esta "mini temporada" de 17 juegos, Toronto lideraría la división mientras los Orioles navegan con récord negativo. Guerrero Jr. acaba de extender su contrato por $500 millones y 14 años, demostrando el compromiso del club canadiense con su núcleo joven. Baltimore, en cambio, aún no ha asegurado a ninguno de sus jóvenes. La volatilidad de un calendario corto vuelve a darle protagonismo a los Blue Jays, justo cuando muchos pensaban que su ventana de gloria se cerraba.
La magia de los retornos inesperados
Una de las mayores hazañas recientes la protagonizó Arizona. El equipo iba perdiendo por 4 carreras con un out en la novena entrada ante Milwaukee. Según Baseball Savant, su probabilidad de victoria era de apenas 0.6%. Pero una ráfaga de hits, dobles, bases por bolas y un elevado de sacrificio devolvió la victoria a los D-backs, 5-4. ¿Cuántas historias así cambiarían el destino de equipos si sus oportunidades fueran tan limitadas?
Datos contundentes de este hipotético universo
- 23 de los 30 equipos de MLB están actualmente a dos juegos o menos de un lugar de postemporada si se aplicara el corte a los 17 partidos.
- La temporada 2024 de la NFL tuvo una diferencia media de cinco juegos entre el mejor y el peor equipo de cada división. En esta "MLB de 17 partidos", la brecha promedio es de apenas tres juegos.
- Último equipo en MLB en ir de últimos a primeros: Los Boston Red Sox de 2016, quienes terminaron últimos en 2015 con 78-84. Al año siguiente ganaron su división al marcar 93-69.
El rol de la narrativa en ligas con duraciones distintas
En muchos sentidos, la NFL se beneficia de su formato. Cada domingo se convierte en una final virtual. No hay tiempo para errores graves sin consecuencias, y cada victoria sabe a oro. En cambio, la MLB permite pausas largas, remontadas a mitad de temporada y reinvenciones completas de julio a septiembre.
Esto no significa que una liga sea mejor que la otra, sino que la percepción de la competitividad puede estar basada puramente en estructura. Con semanas en las que 23 equipos de MLB mantienen opciones reales de avanzar, la narrativa de que el béisbol es predecible o desigual se diluye drásticamente bajo este lente más corto.
Los fanáticos: ¿qué prefieren?
Este enfoque también reaviva el debate eterno: ¿prefieren los fanáticos la intensidad comprimida de la NFL o el drama episódico del béisbol de 162 juegos?
Una temporada de MLB de 17 partidos provocaría:
- Equipos sin profundidad podrían liderar temporalmente.
- Los "malos arranques" serían sentencia de muerte.
- El arbitraje, la suerte y las rachas contarían el doble o triple.
- Habría aún más valor en la toma de decisiones tácticas día a día.
Pero también se perdería la riqueza de reconstrucción y ajuste a largo plazo. No hay redención para los que empiezan mal ni epopeyas como las de los Nationals en 2019, quienes arrancaron 19-31 antes de ganar la Serie Mundial.
Un futuro con nuevas estructuras de temporada
Con la creciente atención al tiempo de juego y el enfoque en mantener a los fanáticos comprometidos, quizá la MLB explore algún día formatos alternativos para etapas del año: torneos de mitad de temporada, miniligas de verano, o eventos de eliminación directa. La NBA lo está haciendo.
Por ahora, vale la pena disfrutar la imprevisibilidad de abril, donde milagros como el de los Angels están vivos, y recordar que mucho de lo que amamos del deporte no proviene del número de partidos, sino de las historias que se tejen entre ellos.