¿Una represalia política? El caso Mohsen Mahdawi y la criminalización de la protesta pro-palestina en EE.UU.
El arresto de un estudiante palestino en Vermont reaviva el debate sobre libertad de expresión, activismo y derechos de los inmigrantes en Estados Unidos
El caso de Mohsen Mahdawi, un estudiante palestino detenido por agentes de inmigración justo cuando esperaba obtener su ciudadanía estadounidense, ha encendido alarmas sobre el uso de la ley migratoria como arma de represión política en Estados Unidos. En medio de un clima cada vez más polarizado por las protestas estudiantiles contra la guerra en Gaza, su caso no es aislado: se suma al de otros activistas como Mahmoud Khalil, también palestino, detenido bajo acusaciones de ser un "riesgo para la seguridad nacional".
¿Quién es Mohsen Mahdawi?
Nacido en un campo de refugiados en Cisjordania, Mahdawi emigró a Estados Unidos en 2014 y ha sido residente legal desde 2015. Estudiante de la Universidad de Columbia, estaba a punto de graduarse cuando fue arrestado por agentes de ICE (Inmigración y Control de Aduanas) en una oficina de ciudadanía en Vermont, donde había acudido voluntariamente para completar su proceso de naturalización.
Su detención provocó la inmediata reacción de sus abogados, quienes acudieron a una corte federal para impedir su deportación y alegaron que el arresto era una represalia política por su activismo estudiantil. "Este es un intento inconstitucional para silenciar a quienes protestan contra los crímenes en Gaza", declaró Luna Droubi, su abogada principal.
Activismo, identidad y represión
Mahdawi no es solo un estudiante, sino un organizador clave del movimiento pro-palestino en Columbia. Fue cofundador de la Unión de Estudiantes Palestinos en Columbia junto a Mahmoud Khalil, quien también fue arrestado recientemente. Ambos fueron figuras prominentes en las protestas universitarias que denunciaban la ofensiva israelí en Gaza, especialmente entre 2023 y principios de 2024.
El activismo de estos estudiantes no entra en el terreno de la violencia ni la ilegalidad. Según sus abogados, Mahdawi es un budista practicante comprometido con la no-violencia y la empatía. Aun así, su postura política ha sido suficiente para convertirlo en objetivo de las autoridades migratorias bajo la administración de Donald Trump.
¿Un nuevo uso de las leyes migratorias?
Desde el regreso de Trump al poder en enero de 2025, su administración ha intensificado la vigilancia sobre estudiantes implicados en protestas relacionadas con Gaza. Mahmoud Khalil fue el primer arrestado bajo esta política, calificado como "riesgo para la seguridad nacional" por participar activamente en manifestaciones.
El gobierno ha justificado estas detenciones como parte de una estrategia de seguridad nacional. Pero los críticos, incluyendo organizaciones de derechos civiles y numerosos políticos demócratas, lo ven como una clara criminalización de la disidencia política. El senador Bernie Sanders, el senador Peter Welch y la representante Becca Balint emitieron un comunicado conjunto calificando la detención de Mahdawi como "inmoral, inhumana e ilegal".
¿Qué dice la ley sobre esto?
Los residentes permanentes legales (titulares de green card) como Mahdawi tienen derechos protegidos bajo la Constitución de EE.UU., incluyendo la libertad de expresión y reunión, así como el derecho al debido proceso. Sin embargo, estos derechos no son absolutos cuando se enfrenta un proceso de deportación.
El problema central radica en que las leyes migratorias en EE.UU. otorgan amplios márgenes de discrecionalidad a las autoridades, especialmente bajo el argumento de "riesgo para la seguridad nacional", una etiqueta nebulosa que puede utilizarse para justificar detenciones sin pruebas claras.
El efecto escalofriante en el activismo estudiantil
Este nuevo enfoque represivo contra estudiantes pro-palestinos genera un efecto intimidante devastador. El mensaje implícito es claro: protestar puede costarte tus derechos legales o incluso tu permanencia en el país.
Universidades como Columbia, Harvard y Stanford han sido escenarios de concentraciones masivas durante los últimos meses, y grupos como Students for Justice in Palestine denuncian tácticas de intimidación, vigilancia y amenazas disciplinarias por parte de las autoridades universitarias y estatales.
Un contexto más amplio: Gaza y la polarización nacional
Las manifestaciones estudiantiles en Estados Unidos son un reflejo del horror que ha generado la campaña militar israelí en Gaza, donde, según datos de Naciones Unidas, más de 34,000 palestinos han muerto desde octubre de 2023, incluyendo al menos 15,000 niños. Las universidades se han convertido en uno de los pocos lugares donde jóvenes pueden expresar su repudio a estas acciones.
Sin embargo, en un clima político en el que la crítica a Israel es etiquetada rápidamente como antisemitismo —una equiparación muy debatida y rechazada por múltiples organizaciones judías progresistas—, la represión estatal se multiplica. En ese entorno florecen casos como los de Mahdawi y Khalil: voces silenciadas por el solo hecho de ejercer su derecho a disentir.
Silenciamiento migratorio: ¿una nueva frontera política?
La historia de Estados Unidos ha estado marcada por olas de represión contra disidentes: desde los campos de internamiento para japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, hasta la caza de brujas del macartismo en los años 50. Hoy, ese viejo reflejo autocrático parece reaparecer con la migración como excusa.
Líderes como Mohsen Mahdawi no representan un peligro. Representan una generación activa, crítica y políticamente comprometida. Arrestarlos envía un mensaje que trasciende sus casos individuales: que la lealtad a ciertos discursos oficiales es condición para disfrutar plenamente de la residencia o ciudadanía en Estados Unidos.
Reacciones institucionales y legales
Mientras tanto, las acciones legales continúan. El equipo de abogados de Mahdawi ya interpuso un recurso de hábeas corpus ante una corte federal de Vermont, solicitando su liberación inmediata y el derecho a continuar con su proceso de naturalización. Adicionalmente, varias organizaciones de derechos civiles han ofrecido apoyo legal, incluyendo Center for Constitutional Rights y American-Arab Anti-Discrimination Committee.
“Este caso será un parteaguas”, aseguró el abogado de inmigración Alex Nowrasteh, del Cato Institute, en declaraciones para NPR. “Si Mahdawi es deportado por ejercer sus derechos políticos, estamos entrando en un terreno muy preocupante desde el punto de vista constitucional.”
¿Qué podemos esperar ahora?
Lo que ocurra con Mahdawi marcará precedente para los cientos de estudiantes que han participado en protestas similares. El poder judicial tendrá que decidir si el activismo político puede ser considerado causa válida de deportación. O, en cambio, si este país aún puede sostener que todas las personas —sin importar su origen— tienen derecho a protestar, organizarse y vivir sin miedo.
Por ahora, Mohsen Mahdawi permanece detenido en un sitio desconocido. Su futuro —y simbólicamente, el de la libertad de expresión en Estados Unidos— pende de un hilo.