El inquietante universo de Lori Vallow Daybell: crímenes, profecías y un juicio que conmociona a EE. UU.
Una historia de asesinatos, creencias apocalípticas y oscuros secretos familiares que ha sacudido desde Idaho hasta Hawái
Lori Vallow Daybell no es una mujer convencional. Detrás de su aparente vida como madre y exesteticista, se esconde una historia tan compleja y perturbadora que parece sacada de una novela negra fusionada con ciencia ficción. Su caso, que ha captado la atención de Estados Unidos en los últimos años, involucra asesinatos, conspiraciones, creencias apocalípticas, zombis, seguros de vida y lealtades familiares inquebrantables.
De madre y esposa a figura central de una pesadilla criminal
Lori Vallow, de 51 años, originalmente era conocida en su comunidad como una madre devota y miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones). Pero tras cinco matrimonios, la desaparición de dos de sus hijos y múltiples muertes sospechosas a su alrededor, se transformó en uno de los personajes más infames del crimen estadounidense contemporáneo.
Ya cumple tres cadenas perpetuas en Idaho por el asesinato de sus hijos menores, Joshua “JJ” Vallow y Tylee Ryan, además de conspirar para asesinar a la esposa de su nuevo amante, Chad Daybell. Actualmente enfrenta otro juicio en Arizona, acusada de conspirar para matar a su entonces esposo Charles Vallow en 2019.
Una red de muertes y profecías
Los fiscales aseguran que Vallow actuaba motivada por dos cosas: dinero y creencias religiosas distorsionadas. Su nuevo interés amoroso, Chad Daybell, un autor mormón de novelas apocalípticas, tenía ideas que incluían la existencia de zombis, que solo podían ser liberados matando al cuerpo que habitaban.
Estas creencias aparentemente fueron compartidas por Vallow y su hermano Alex Cox, quien mató a Charles Vallow afirmando defensa propia. Cox murió meses después por un coágulo pulmonar, pero GPS en su teléfono lo vinculó al lugar exacto donde se encontraron los cuerpos de JJ y Tylee.
Un amor enraizado en vidas pasadas y delirios mesiánicos
Chad Daybell, con quien Lori se casó apenas semanas después de la muerte sospechosa de su esposa Tammy Daybell, convenció a Lori —según testigos— de que habían estado casados en vidas anteriores y que ella era una "diosa sexual" destinada a ayudarlo a preparar el mundo para el Apocalipsis. Estas no eran simples fantasías: el grupo que lideraban realizaba trabajo de energía, rezos para expulsar espíritus malignos y rituales para combatir a los supuestos zombis que, según ellos, habían poseído a personas cercanas.
Entre estas personas, aseguran testigos, se encontraban los propios hijos de Lori. Para ellos, JJ y Tylee ya no eran niños, sino zombis que debían ser liberados. Poco después ambos desaparecieron sin dejar rastro.
El misterio de Tammy Daybell
En octubre de 2019, Tammy Daybell murió en circunstancias inicialmente no sospechosas. Sin embargo, su cuerpo fue exhumado debido a señales de inconsistencia y se concluyó que murió por asfixia. Esto se sumó al creciente caso criminal que rodeaba a Lori y Chad, que se habían casado pocos días después del funeral de Tammy.
Para entonces, las alarmas en la familia de Lori ya estaban encendidas, especialmente por parte de Kay Woodcock, hermana de Charles y abuela de JJ. Fue ella quien inició la investigación formal tras perder contacto con los niños. La presión pública y las campañas en redes sociales obligaron a la policía a intervenir y, finalmente, encontraron los cuerpos enterrados en la propiedad de Chad en 2020.
Los invitados al infierno: testigos y cómplices
El caso ha involucrado innumerables personajes, cada uno aportando piezas al inmenso rompecabezas criminal. Alex Cox, el hermano ejecutor; Zulema Pastenes, esposa de Cox, quien testificó que su esposo creía en los zombis y veía a Lori como una figura divina; y una red de seguidores que compartían rituales esotéricos fusionados con enseñanzas mormonas convertidas en extremismo apocalíptico.
No sorprende que el propio Chad Daybell fuera condenado a pena de muerte en 2024 después de que el jurado lo hallara culpable de triple homicidio, incluyendo a sus hijastros y a su esposa Tammy. El juicio fue breve: el jurado deliberó apenas un día para dictar una sentencia tan severa.
Las palabras desde la oscuridad
Durante la sentencia en Idaho, Lori Vallow no mostró arrepentimiento. Afirmó que las muertes fueron “accidentales” y aseguró, de forma estremecedora, que los espíritus de JJ, Tylee y Tammy la visitaban con frecuencia y se encontraban felices en “el mundo espiritual”.
La desconexión entre sus actos y su percepción de espiritualidad es uno de los aspectos más inquietantes de este caso. Para los fiscales, no hay duda: sus creencias eran solo una coartada para justificar asesinatos fríamente calculados con el fin de obtener beneficios económicos y consolidar una nueva vida junto a Chad.
¿Delirio religioso o manipulación premeditada?
Una de las preguntas centrales del proceso judicial es si Lori realmente creía en los zombis y en un apocalipsis inminente, o si todo fue un plan calculado para liberarse de cargas familiares y maximizar beneficios económicos. Al final del día, creyera o no, la muerte de múltiples personas a su alrededor no puede ser minimizada.
Este dilema recuerda casos anteriores donde la fe, o su versión distorsionada, fue utilizada para justificar actos criminales. Desde Charles Manson hasta Jim Jones, la historia está llena de líderes que convirtieron creencias en poder coercitivo con resultados trágicos. Lori Vallow parecía beber de esa misma fuente oscura.
Un caso que marca un antes y un después legal
El caso Vallow-Daybell podría cambiar la forma en que se abordan los crímenes motivados por creencias extremas. ¿Deben considerarse atenuantes psiquiátricos? ¿O es esto simplemente un caso más de manipulación disfrazada de misticismo?
El sistema de justicia estadounidense ha respondido con firmeza: la motivación espiritual no exime de responsabilidad penal. Lori ya cumple tres cadenas perpetuas. Chad enfrentará la pena máxima. Y aunque Alex Cox, pieza clave del rompecabezas, murió antes del juicio, su legado como brazo ejecutor sigue pesando sobre esta historia.
¿El principio del fin o el final del principio?
Como si se tratara de una serie por entregas, los capítulos de esta historia siguen desarrollándose. El juicio actual en Arizona examina la muerte de Charles Vallow, otra víctima atribuida al círculo criminal de Lori. Nuevas revelaciones podrían seguir emergiendo, y aunque ya hay condenas firmes, el caso aún no ha cerrado todos sus cabos sueltos.
Este escabroso relato parece demostrar que, bajo ciertas condiciones, la religión aislada de sus contextos y fusionada con deseos personales puede convertirse en una peligrosa arma de destrucción. Lori Vallow Daybell se convierte así en uno de los símbolos más oscuros de cómo la fe, mal usada, puede asesinar.
“Si los demonios existen, los he visto actuar. Pero también he visto lo que una falsa profecía puede engendrar.” — Zulema Pastenes, declaración durante el juicio de Lori Vallow (2023)