El inquietante universo de Lori Vallow Daybell: crímenes, profecías y un juicio que conmociona a EE. UU.

PHOENIX – Si alguno pensaba que ya lo había visto todo en las historias criminales norteamericanas, el caso de Lori Vallow Daybell está aquí para demostrar que la realidad siempre puede superar a la ficción. La autoproclamada madre con creencias del fin del mundo está nuevamente en el banquillo, esta vez en Arizona, enfrentando cargos por conspirar para asesinar a su exesposo. Pero esta es solo una parada más en un macabro viaje que ha incluido la muerte de sus hijos, la participación de su hermano en un tiroteo y una red de delirios religiosos que sorprende a todos —incluso a los investigadores más experimentados.

¿Quién es Lori Vallow Daybell?

Antes de convertirse en el rostro de uno de los casos criminales más sonados de la última década, Lori Vallow era simplemente una madre, esposa y exesteticista. Nacida en 1973, su vida parecía rutinaria hasta que el fanatismo religioso, las relaciones inestables y una larga lista de tragedias comenzaron a escribir un nuevo y trágico guion.

Casada cinco veces, el giro definitivo en su vida llegó con su matrimonio con Chad Daybell, un escritor mormón de novelas apocalípticas y autoproclamado visionario cuyas ideas influenciarían profundamente a Lori. Juntos formaron una suerte de culto doméstico centrado en profecías, espíritus malignos y zombis humanos. Literalmente.

Los crímenes en Idaho

En 2019, después de que Lori se mudara a Idaho, comenzaron a desaparecer personas cercanas: sus hijos, Joshua "JJ" Vallow (7 años) y Tylee Ryan (16 años), y Tammy Daybell, esposa previa de Chad. Los cuerpos de los niños fueron hallados meses después en la propiedad del propio Chad, enterrados entre ocultamientos y símbolos apocalípticos.

Lori fue sentenciada a tres cadenas perpetuas en Idaho por estos crímenes. Esto no impidió que su historia, demasiado enrevesada para no llamar la atención mediática, se convirtiera en tema de documentales en Netflix y películas para televisión. Su relato supera incluso a los de series criminales como Mindhunter o Criminal Minds.

El nuevo juicio en Arizona

Ahora, en 2024, Lori enfrenta un nuevo juicio en Phoenix, esta vez por la muerte de su cuarto esposo, Charles Vallow, asesinado en julio de 2019. Las autoridades sostienen que Lori conspiró junto a su hermano, Alex Cox, para matarlo y así cobrar una póliza de vida, eliminando un obstáculo en su romance con Chad Daybell.

Cox disparó a Vallow cuando este fue a recoger a su hijo en casa de Lori, alegando defensa propia. Sin embargo, sus argumentos se han puesto en duda, especialmente tras su propia muerte en diciembre de ese año por un coágulo pulmonar. Un giro más en esta trama enferma.

El juicio promete ser, nuevamente, un espectáculo judicial. Lori ha decidido representarse a sí misma – aunque no es abogada – y ha hecho declaraciones tan bizarras como elaborar teorías sobre posesiones demoniacas, zombis y conspiraciones mediáticas desde la sala del tribunal.

Una red de conspiraciones y misticismo

El trasfondo que torna este caso tan hipnóticamente horrendo es su mezcla de fanatismo religioso, espiritualismo distorsionado y teorías sobrenaturales. La fiscalía ha presentado testimonios de testigos que aseguran que Lori afirmaba que sus hijos estaban poseídos y que sus almas habían sido reemplazadas por entidades demoníacas.

No era la primera vez que Lori hablaba de espíritus invasores. En sus círculos privados decía tener contacto con seres celestiales, haber vivido otras vidas en planetas alejados, y consideraba que el fin del mundo estaba cerca. Chad, su pareja, le decía que ella estaba destinada a liderar a los 144.000 elegidos durante el Armagedón.

Es una historia que recuerda a la tragedia de Jonestown en los años 70 o al culto Heaven's Gate en los 90, y demuestra que décadas después, el peligro del fanatismo religioso sigue siendo una amenaza palpable.

El extraño perfil de una asesina “mística”

¿Cómo una madre cariñosa pudo convertirse en una asesina convencida de estar salvando almas? Esta es la pregunta que muchos intentan responder. Lori nació en California y fue criado en el seno de una familia suburbana, aparentemente normal. Su primera boda fue a los 19 años; desde entonces, acumuló matrimonios fallidos y un historial tumultuoso.

Varias personas cercanas afirmaron que su transformación religiosa comenzó a finales de los 2000, cuando empezó a obsesionarse con lecturas bíblicas y predicciones del fin del mundo. Su encuentro con Chad fue, según muchos, el punto de no retorno: Vallow encontró no solo un amante, sino un líder espiritual que validaba sus delirios.

La estrategia legal (sin abogados)

En un movimiento insólito, Lori decidió defenderse sola en los tribunales. Durante la primera semana del juicio en Arizona, ha intentado refutar los testimonios, descalificar testigos, e incluso denunciar la cobertura mediática del juicio como conspirativa. Asegura que algunos de los testigos han "visto demasiado Netflix".

A pesar de su retórica incoherente, el tribunal le ha permitido representarse. Viste ropa civil, sin grilletes, aunque lleva un dispositivo bajo su ropa que permite a las autoridades aplicar una descarga eléctrica remota en caso de alteración del orden. Una decisión que subraya lo peligrosa que sigue siendo, incluso desde el estrado.

El juicio paralelo en mayo

Este no será el último proceso legal para Lori. En mayo participará en otro juicio por conspirar para asesinar a Brandon Boudreaux, exesposo de su sobrina. Boudreaux fue objetivo de un atentado en el que un Jeep disparó hacia él y sobrevivió de milagro. El vehículo estaba registrado a nombre de Charles Vallow, ya asesinado. Nuevas evidencias apuntan a Lori como instigadora también de ese ataque.

Una historia que sacude a todo un país

El caso de Lori Vallow Daybell es, probablemente, uno de los más perturbadores de los últimos años en Estados Unidos. Aúna el horror del asesinato de menores, los vínculos con cultos religiosos secretos, delirios mesiánicos y una increíble capacidad de manipulación emocional.

“Era una madre amorosa profundamente espiritual”, dirán algunos; “una fanática peligrosa que destruyó vidas”, dirán otros. Lo cierto es que esta historia aún está lejos de terminar, y su desenlace seguirá generando titulares, libros, documentales y, lamentablemente, más dolor para las familias involucradas.

Mientras tanto, seguimos preguntándonos: ¿hasta dónde puede llegar una persona cuando cree que está cumpliendo una profecía divina?