Hungría desafía a la Corte Penal Internacional: ¿El fin de una Europa unida en derechos humanos?

La salida de Hungría del CPI y la bienvenida a Netanyahu desatan una tormenta política y legal en el corazón de la Unión Europea

Por: Redacción Política Internacional

La reciente decisión de Hungría de abandonar la Corte Penal Internacional (CPI) ha desencadenado una ola de preocupación en Europa y más allá. En un continente donde la adhesión al derecho internacional y los derechos humanos han sido pilares desde la Segunda Guerra Mundial, la postura del primer ministro húngaro Viktor Orbán marca un punto de inflexión alarmante.

El trasfondo de esta decisión tiene aroma de estrategia política interna y externa, pero no deja de provocar interrogantes sobre el futuro de la justicia internacional, el papel de la Unión Europea y el creciente aislamiento ideológico de Budapest.

¿Qué pasó exactamente?

El 3 de abril de 2025, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu fue recibido con honores militares en Budapest, a pesar de que pesa sobre él una orden de arresto emitida por la CPI en noviembre de 2023, por presuntos crímenes contra la humanidad durante la guerra en la Franja de Gaza.

En principio, los países firmantes del Estatuto de Roma —tratado constitutivo de la CPI— están obligados a detener a cualquier individuo requerido por la corte si este pisa su territorio. Sin embargo, Hungría no solo rehusó capturar al líder israelí, sino que al día siguiente anunció formalmente su retiro del tribunal con sede en La Haya.

Orbán: "Hungría nunca estuvo del todo comprometida con la CPI"

En declaraciones en la radio estatal, Orbán justificó la decisión alegando que, aunque firmaron el Estatuto de Roma en 2001 durante su primer mandato como primer ministro, el Parlamento húngaro nunca lo ratificó plenamente. Según él, la CPI ha dejado de ser un tribunal de justicia para convertirse en "una corte política".

"Firmamos un tratado internacional, pero nunca tomamos todos los pasos para hacerlo aplicable", manifestó Orbán ante los micrófonos nacionales.

Un desafío directo a los principios europeos

Con esta salida, Hungría se convierte en el único país de la Unión Europea que abandona la CPI, alineándose así con Filipinas y Burundi, los únicos países hasta la fecha que han hecho lo mismo.

Los líderes europeos han mostrado su preocupación ante este acto. Como miembro de la UE, se espera que Hungría siga los principios fundamentales del bloque, que incluyen la lucha contra la impunidad de los crímenes más graves contra la humanidad.

"La decisión del gobierno húngaro debilita todo el sistema de justicia internacional y pone en duda su compromiso con los valores europeos", expresó un diplomático europeo bajo condición de anonimato.

¿Por qué Netanyahu está siendo buscado por la CPI?

La orden de arresto contra Netanyahu se basa en las acciones emprendidas por el ejército israelí en Gaza tras los ataques perpetrados por militantes de Hamás el 7 de octubre de 2023. En esos ataques, murieron alrededor de 1.200 personas israelíes, la mayoría civiles, y se llevaron como rehenes a unas 251 personas.

La ofensiva israelí posterior ha sido duramente criticada por la comunidad internacional por la escala del daño causado: más de 50.000 palestinos muertos, muchos de ellos niños, indicó un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud.

El cierre de fronteras, el bloqueo total de ayuda humanitaria y los ataques a infraestructuras sanitarias figuran entre las principales causas por las que la CPI ha imputado a Netanyahu por presuntos crímenes contra la humanidad.

Un líder entre sombras: el paralelismo entre Netanyahu y Orbán

Ambos líderes han sido descritos como figuras autoritarias dentro de sus respectivos gobiernos. En Hungría, Orbán ha sido acusado de debilitar la independencia judicial, limitar la libertad de prensa y restringir el funcionamiento de organizaciones de la sociedad civil.

Estas acciones lo han convertido en una figura profundamente controvertida dentro de la UE. De hecho, su cercanía política con figuras como Donald Trump y Vladimir Putin no es casualidad. Tanto Trump como Putin han sido críticos constantes de la CPI. En marzo de 2023, también se emitió una orden de arresto contra Putin por presuntos crímenes de guerra relacionados con el secuestro de niños en Ucrania.

En febrero de 2024, la administración Trump —en un acto que va en contra de la tradición estadounidense de apoyar instituciones multilaterales— impuso sanciones contra la Corte Penal Internacional por sus investigaciones sobre Israel.

La paradoja europea: entre los valores fundacionales y la realpolitik

La UE se encuentra ante un dilema. No puede expulsar a un Estado miembro por violar sus principios, pero sí puede retener fondos y cuestionar el derecho al voto en determinados asuntos. Hungría ha resistido todos los intentos anteriores de sanción, gracias a su capacidad de formar coaliciones con otros gobiernos díscolos, o simplemente mediante amenazas de veto en temas clave.

Mientras tanto, Bruselas intenta equilibrar su necesidad de mantener la unidad del bloque con el imperativo moral de no tolerar la impunidad en crímenes masivos.

¿Qué viene ahora?

  • El proceso de salida de la CPI tomará al menos un año en completarse, según lo establece el propio Estatuto de Roma.
  • Durante ese tiempo, Hungría aún está obligada legalmente a cooperar con la corte.
  • No obstante, expertos en derecho internacional señalan que Budapest podría simplemente ignorar las solicitudes de cooperación sin consecuencias inmediatas efectivas.

Un funcionario del Assembly of States Parties de la CPI declaró: “El precedente que sienta Hungría es grave. No solo es una afrenta legal sino también moral”.

El aislamiento creciente de Hungría

Este movimiento coloca a Hungría no solo fuera del consenso europeo, sino en un eje político del que ya formaban parte países como Rusia, Filipinas y Burundi. Todos han mostrado recelo —o abierta hostilidad— hacia los mecanismos internacionales de rendición de cuentas.

Organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional han condenado enérgicamente la decisión húngara, llamándola "una traición a los valores democráticos y de justicia".

Orbán, sin embargo, parece estar apostando a consolidar una política exterior propia, más cercana al este —Moscú, Ankara, Pekín— que al corazón europeo occidental. Y lo hace bajo la bandera del nacionalismo, la soberanía y el rechazo a las intervenciones externas. Una narrativa que resuena cada vez más en los sectores ultraconservadores del continente.

Reflexión final: ¿una grieta irrecuperable en la UE?

La salida de Hungría de la CPI no es un hecho aislado, sino parte de un patrón que incluye el rechazo a cuotas de refugiados, obstrucción de sanciones contra Rusia y ataques a instituciones democráticas europeas.

Frente a ello, crece una preocupación legítima: ¿Puede la Unión Europea seguir presentándose como un bloque cohesionado defensor de los derechos humanos cuando uno de sus miembros actúa como un agente disidente persistente? O peor aún, ¿qué mensaje está enviando al mundo esta permisividad?

Lo ocurrido con Netanyahu y la CPI, y la actitud desafiante de Hungría, podrían marcar el inicio de una nueva era de impunidad selectiva. Una era donde la política y la lealtad superan a la justicia internacional. Y si Europa no reacciona con firmeza, otras naciones podrían seguir el mismo camino.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press