El giro inesperado en Florida: ¿Están despertando los votantes demócratas en bastiones republicanos?
Una mirada al ascenso demócrata en distritos conservadores clave y al riesgo que representa para los planes republicanos rumbo al 2026
Durante décadas, la política electoral en regiones como el Panhandle de Florida, una zona rica en historia militar y de tradición conservadora, ha sido una especie de terreno inexpugnable para los demócratas. Sin embargo, los resultados de las elecciones especiales de abril de 2025 han encendido las alarmas para el Partido Republicano, no por haber perdido completamente, sino por haber ganado por márgenes históricamente bajos en zonas donde antes se imponían con holgura.
¿Qué pasó exactamente en Pensacola?
En el distrito congresional más occidental de Florida, donde Donald Trump ganó en noviembre por casi 20 puntos porcentuales, los republicanos vieron cómo su ventaja se reducía dramáticamente. Jimmy Patronis, el candidato respaldado por Trump para suceder al ahora ex congresista Matt Gaetz, apenas logró un 57% de los votos frente al 42% de la demócrata Gay Valimont. Sólo un año antes, Gaetz había superado el 60%. Y aún más revelador: Valimont ganó el codiciado condado de Escambia, hogar de la ciudad de Pensacola, por primera vez en más de tres décadas.
"Me quedé boquiabierto", confesó Derrick Scott, presidente del Partido Demócrata en el condado de Escambia. Su sorpresa se entiende. Desde 1992 ningún demócrata había logrado este nivel de éxito en la región. El cambio, sin embargo, podría no ser solo resultado del azar o unas elecciones especiales. Tal vez sea el inicio de una transformación política más profunda.
Luchas internas, desencanto y una base militar harta
Florida, con sus extensas comunidades de veteranos y dependientes de programas federales como Veterans Affairs, Medicare y Medicaid, ha comenzado a mostrar signos de cansancio hacia la agenda republicana, especialmente hacia las políticas más duras del expresidente Trump. Cerca del 60% de los residentes del 6º Distrito Congresional (zona atlántica, como Daytona y Ormond Beach) dependen de estos programas. Es en esa región donde Randy Fine, otro candidato apoyado por Trump, venció apenas por menos de 2 puntos porcentuales al demócrata Josh Weil, cuando Trump había arrasado con más del 21% en noviembre.
La escena en el búnker republicano durante el conteo de votos lo dijo todo. Sally Dutcher, de 77 años y veterana en labores de rescate, narró el ambiente de nerviosismo mientras llegaban los resultados preliminares. "Estábamos demasiado confiados. Ahora debemos trabajar el doble", dijo. Y probablemente tenga razón.
El rol de los veteranos: aliados inesperados de los demócratas
Una de las claves del reciente éxito de los demócratas fue un giro discursivo y de movilización muy enfocado en aquellos que durante años fueron considerados parte de la base republicana: los veteranos militares.
Un ejemplo claramente exitoso fue el uso de recursos por parte del Ehr Force PAC, una organización liderada por Phil Ehr, exoficial de la Armada estadounidense. Ehr ya había hecho campaña anteriormente contra Matt Gaetz en 2020, alcanzando un respetable 44% de los votos. Con ese conocimiento del terreno, reactivó una red de voluntarios para puerta a puerta, mensajes personalizados y llamadas que apelaban a las verdaderas necesidades de la población local.
"Es duro, muy duro, pero vimos que se puede", reflexionó Ehr tras las elecciones.
¿Qué piensan los republicanos al respecto?
Desde el partido republicano se ha intentado minimizar el impacto de estos resultados. Alegan que sus candidatos, como Patronis y Fine, ganaron con márgenes razonables y que las derrotas en condados específicos no representan un giro decisivo. Sin embargo, incluso entre sus propias filas comienzan a surgir voces autocríticas.
Heather Lindsay, alcaldesa republicana de Milton (condado vecino a Escambia), no dudó en respaldar a Valimont y cuestionar a su propio partido por los incumplimientos y recortes en programas clave. “No se trata de lealtad partidaria, sino de asegurar que tengamos un gobierno que funcione”, afirmó.
El retroceso en la zona no es aislado. Según apuntes del Florida Democratic Party, liderado por Nikki Fried, Florida cuenta con una vasta red de bases militares y comunidades dependientes del personal militar. Muchos se sienten abandonados por los recortes de la administración republicana, particularmente en el ámbito de los cuidados médicos para veteranos y los aumentos del costo de vida agravados por políticas económicas abruptas.
Candidatos demócratas conocidos, mensajes claros y mucho dinero
Otro factor esencial en este nuevo mapa electoral fue la elección cuidadosa de candidatos demócratas con reconocimiento local y el apoyo financiero abrumador con el que contaron. Gracias a alianzas con PACs y donantes nacionales estratégicos, lograron una ventaja en el terreno que afectó hasta regiones rurales. Josh Weil, el oponente de Fine, recaudó casi el 150% de lo que su contrincante reunió en el 6º Distrito (según reportes preliminares de FEC al 28 de marzo de 2025).
Este poder de financiamiento, enfocado especialmente en contactar votantes desconectados, parece haber dado fruto. “Fue contacto humano, uno a uno, lo que convirtió la apatía en acción”, dijo una coordinadora de campaña en Volusia.
¿Una tendencia nacional?
Más allá de Florida, los demócratas están apostando por replicar esta fórmula en distritos similares. Como ya sucedió en Pensacola, escudriñar razones locales –ya sean económicas, médicas o de seguridad social– puede hacer inclinar sectores tradicionalmente republicanos.
Lo que nos lleva al dilema republicano: ¿seguir con la estrategia agresiva de alinearse con la visión política de Donald Trump o comenzar a moderarse para defender escaños en disputa?
Mike Pence, exvicepresidente y una de las figuras que se distanció del trumpismo durante la certificación electoral de 2021, ha sido recientemente galardonado con el Profile in Courage Award. El contraste no ha pasado desapercibido. Pence, una vez sinónimo del ejecutivo trumpista, ahora encarna un posible camino alternativo desde la moderación. La incógnita es si ya es demasiado tarde.
¿Qué viene para 2026?
El ambiente está caliente. Es más que probable que estos resultados actúen como catalizador para que los partidos se reorganicen con rapidez. Los demócratas han empezado ya a reclutar nuevos perfiles para reforzar su presencia en áreas tradicionalmente hostiles. Según datos de la Florida Supervisory Elections Division, desde enero de 2025 hasta abril, el registro de nuevos votantes demócratas en los condados de Escambia, Volusia y Santa Rosa aumentó en un asombroso 34% respecto al mismo trimestre de 2023.
Los republicanos, por su parte, no quieren dormirse. Activistas como Sally Dutcher predicen que la maquinaria del partido redoblará esfuerzos digitales, mediáticos y de registro entre comunidades religiosas y rurales, que fueron más laxas en esta elección.
“Ellos no van a parar. Ya están trabajando en la próxima elección”, dijo mientras miraba con preocupación cómo el azul demócrata se intenta colar en sus bastiones rojos.