Abusos, corrupción y deportaciones: tres crisis paralelas que exponen las fallas sistémicas en EE. UU.
Mientras la administración Trump enfrenta críticas por eliminar protecciones migratorias para venezolanos, otras instituciones estadounidenses son sacudidas por escándalos de abuso infantil y corrupción
Estados Unidos vive actualmente una trifecta de escándalos que sacuden sus estructuras sociales y gubernamentales: la revocación de protecciones migratorias a cientos de miles de venezolanos, un escándalo de abuso infantil en una escuela de Pennsylvania y un caso de corrupción en el departamento de bomberos de Nueva York. Aunque parecen sucesos inconexos, comparten un hilo en común: la fragilidad institucional ante intereses políticos, económicos y la negligencia hacia los más vulnerables.
El fin del TPS para venezolanos: un viraje radical con impacto humanitario
El programa Temporary Protected Status (TPS) fue creado por el Congreso de Estados Unidos en 1990 para evitar que personas fueran deportadas a países enfrentando conflictos armados o desastres naturales. Según datos de USCIS, en la actualidad más de 600,000 venezolanos se benefician de este estatus, que les permite vivir y trabajar en EE. UU. de manera legal.
Sin embargo, el giro en la política migratoria impulsado por la administración del expresidente Donald Trump comienza a mostrar su crudeza. El juez Edward Chen, del distrito federal de San Francisco, dictaminó una pausa a la orden de cancelar el TPS para casi 350,000 venezolanos que debía expirar el 7 de abril. Chen fue directo: calificó la medida como legalmente injustificada y "potencialmente racista".
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quien lidera la cancelación de los permisos, ha hecho controversiales declaraciones públicas, refiriéndose a los venezolanos como "desechos" y asociándolos con pandillas sin pruebas sólidas. Estas declaraciones, para Chen, constituyen "una difamación hacia un grupo completo de personas". Para muchos juristas, es el ejemplo más claro de cómo el racismo institucional puede disfrazarse de decisiones administrativas.
Noem ha anunciado planes para terminar las protecciones de otros 250,000 venezolanos en septiembre, lo que implicaría la deportación forzada de cientos de miles de personas que han construido una vida en EE. UU. durante años, muchos ya con hijos ciudadanos estadounidenses, empleos y raíces profundas.
La miseria detrás de los muros escolares: el caso de abuso en Chester Community Charter School
Mientras los tribunales federales debaten derechos migratorios, en Pennsylvania se ha revelado otro de los grandes temores de la sociedad: el abuso infantil en instituciones educativas. En la escuela Chester Community Charter School, 20 empleados están siendo procesados penalmente por presuntos abusos físicos a niños de entre 5 y 10 años.
La investigación reveló una cultura institucional donde empleados usaban "técnicas dolorosas" –como pinchar en puntos de presión o colocar rodillas sobre las espaldas de los niños– como forma de control y "disciplina". Peor aún: otros adultos observaban en silencio, sin intervenir, ni denunciar.
“Este caso representa la peor pesadilla de cualquier padre”, declaró Jack Stollsteimer, fiscal del distrito. Las cámaras de seguridad confirmaron los actos, mientras que la empresa subcontratada que proporcionaba parte del personal, Peak Performers Staffing, carecía de la certificación y entrenamiento requeridos.
La escuela ha despedido al personal involucrado pero el daño está hecho. ¿Cómo pudo ocurrir un abuso sistemático tan grave en un entorno que se supone debe proteger el bienestar físico y emocional de los más pequeños?
Un bombero corrupto: cuando la avaricia compromete la seguridad de una ciudad entera
En Nueva York, uno de los jefes principales del Departamento de Bomberos (FDNY), Brian Cordasco, fue condenado a 20 meses de prisión por aceptar sobornos para acelerar inspecciones de seguridad en edificios. A cambio de decenas de miles de dólares, expedía aprobaciones antes de tiempo, poniendo en riesgo vidas humanas.
Cordasco, quien recibía pagos en efectivo por las "facilidades" ofrecidas entre 2021 y 2023, fue arrestado junto a Anthony Saccavino, otro alto funcionario del departamento. La fiscalía detalló que más de $190,000 fueron repartidos entre ambos en este esquema de corrupción. El juez federal Lewis Liman fue claro en su fallo: "Traicionaron a sus colegas, a la ciudad y a los ciudadanos que esperaban un sistema íntegro".
Los efectos de esta corrupción no se limitan a las cifras. En una urbe densa como Nueva York, una demora en la implementación de medidas de seguridad contra incendios puede traducirse en tragedias catastróficas.
Conexiones invisibles: racismo, negligencia y corrupción
Estos tres casos –TPS cancelado, abuso infantil y corrupción estructural– no están relacionados formalmente, pero comparten síntomas de un problema sistémico: la erosión de valores éticos en instituciones claves de la democracia y el bienestar ciudadano.
- En la situación del TPS, el racismo y la politización del aparato migratorio amenazan a una comunidad entera por motivaciones ideológicas y estratégicas de campaña.
- En Chester, la privatización y falta de supervisión permitió que menores vulnerables fueran víctimas dentro de un sistema diseñado para asistirlos.
- En Nueva York, la corrupción de funcionarios públicos expone lo frágil que puede ser la seguridad ciudadana cuando el interés económico prima sobre el deber público.
Como afirmaba Theodore Roosevelt: “El primer requisito para un buen ciudadano en esta república de la nuestra es que debe estar preparado y dispuesto a decir la verdad, a enfrentar la corrupción pública y a luchar contra los políticos que la perpetúan”. Hoy, esa verdad se siente más urgente que nunca.
¿Qué podemos esperar?
En el caso migratorio, organizaciones como National TPS Alliance seguirán luchando en la Corte para mantener la protección de los migrantes venezolanos. En tanto, el juez Chen ha instado públicamente al gobierno a justificar sus argumentos con base legal y no con prejuicios.
En Chester, se esperan más arrestos y reformas educativas, mientras que en el FDNY, el juicio de Saccavino probablemente revelará si la red de corrupción era aún más amplia. La ciudadanía debe estar atenta, exigir transparencia y responsabilizar tanto a instituciones públicas como privadas.
En definitiva, lo que emerge de estas tres historias es una dura pero necesaria lección sobre vigilancia ciudadana y respeto a los derechos humanos. Como sociedad, no podemos permitirnos permanecer indiferentes cuando la injusticia asoma su rostro en múltiples frentes al mismo tiempo.