¿Justicia o excesos policiales?: El caso de Steve Perkins reabre un viejo debate en Alabama
Un fallo judicial cuestiona si un oficial actuó dentro de la ley al disparar 18 veces en menos de dos segundos a un hombre armado en su propio jardín
Por años, el debate sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía en Estados Unidos ha sido un tema candente. Pero pocos casos lo personifican como el tiroteo ocurrido en la madrugada del 29 de septiembre de 2023 en Decatur, Alabama, cuando un policía disparó 18 veces a Steve Perkins, un hombre afroamericano armado que se encontraba en el patio delantero de su propia casa.
La escena del crimen: una madrugada trágica
Los hechos ocurrieron poco antes de las 2 a.m., cuando el oficial Mac Marquette, de 25 años, acompañaba a un conductor de grúa, Caleb Combs, en el segundo intento por reposeer el camión de Perkins. Según documentos judiciales, Perkins debía varios meses del préstamo de su camioneta, lo que llevó a Combs a intentar recuperarla por orden del acreedor.
En el primer intento, el conductor alegó que Perkins le había apuntado con un arma. Combs contactó a la policía y posteriormente regresó con tres oficiales que se ocultaron estratégicamente dentro del perímetro de la propiedad, sin contar con una orden judicial. Lo que ocurrió después marcaría el curso del caso judicial y avivaría un debate sobre legalidad, derechos civiles y la legitimidad del uso de la fuerza.
18 disparos en menos de dos segundos
Las imágenes de la cámara corporal del oficial Marquette, presentadas como prueba clave, mostraron que el oficial disparó todas las balas en su arma en menos de dos segundos después de identificarse como policía. Según el fallo del juez Charles Elliott, Marquette no logró demostrar que actuó en legítima defensa.
El momento es crucial. Perkins se encontraba en su propiedad y portaba un arma, pero cuando Marquette emergió de su escondite parcialmente bloqueado por la cama del camión, Perkins giró para enfrentarlo y aparentemente intentó mover su arma antes de que el oficial abriera fuego. Esa fracción de segundo será analizada con lupa por el jurado en el juicio previsto para junio.
¿Protegiendo la paz o actuando como invasor?
El fallo del juez Elliott fue categórico al decir que Marquette estaba "actuando fuera de su autoridad" como policía porque no existía una orden judicial para su participación en una reposición de propiedad civil. Esto lo calificó, legalmente, como un "invasor" en la propiedad de Perkins.
La legislación de "Stand Your Ground" en Alabama permite el uso de la fuerza mortal por parte de cualquier persona que se encuentre en un lugar donde tiene derecho a estar y que perciba una amenaza razonable. Esta ley ha sido controversial en múltiples ocasiones, pero el juez dejó claro que será responsabilidad del jurado decidir si Marquette actuó subjetiva y objetivamente con esa percepción.
Una práctica policial ambigua
Los otros dos oficiales presentes, Joey Williams y Christopher Mukadam, testificaron que estaban ahí para “mantener la paz” e investigar a Perkins por presunta amenaza armada —una infracción que podría considerarse un delito menor de intimidación, si Combs decidía presentar cargos.
Sin embargo, el fallo judicial afirmó que la forma en que se desarrolló el operativo —ocultando a los oficiales fuera de la vista de Perkins— era más típico de un operativo en una escena del crimen activa y no de una simple investigación de delito menor. Incluso un agente estatal asignado al caso describió como "inusual" la táctica usada.
El precio de una reposición 'militarizada'
Este caso ha despertado una pregunta particularmente compleja: ¿Qué límites deben existir en la cooperación entre la policía y empresas privadas de reposiciones vehiculares? En Alabama, la ley estipula que la policía no puede asistir en este tipo de procedimientos sin una orden judicial. Pero según el fallo, Combs no fue informado de eso y los oficiales no tenían justificativo legal para participar.
Es decir: sin una orden judicial, la intervención policial fue ilegal. Esta ambigüedad legal podría tener implicaciones a nivel nacional, especialmente en comunidades de bajos ingresos o con mayor prevalencia de personas racializadas, donde las prácticas de reposición agresiva han sido documentadas históricamente.
Una historia de desigualdad racial y letalidad policial
Casos como el de Steve Perkins no son nuevos. Desde el infame caso de Breonna Taylor en Louisville hasta George Floyd en Minneapolis, los patrones de uso excesivo de la fuerza, especialmente contra hombres afroamericanos, son alarmantes. Según datos de Mapping Police Violence, más de 1,200 personas fueron asesinadas por policías en EE.UU. en 2023, y los afroamericanos tienen casi 3 veces más probabilidades de morir a manos de la policía en comparación con los blancos.
¿Es entonces este caso un ejemplo más de una peligrosa tendencia nacional o un caso aislado? Si bien muchas de las pruebas serán debatidas en la corte, el contexto racial, geográfico y procedimental no puede ignorarse.
¿Fue Marquette un policía o un civil armado?
Tal como argumentó el juez Elliott, la clave del caso está en determinar si Marquette actuó como parte de sus funciones policiales, o si su accionar debe considerarse como el de un civil “mal armado”. Si el jurado concluye que actuó fuera del alcance de su función oficial, perdería automáticamente la inmunidad que Alabama otorga a oficiales de la ley.
Y es que dentro del concepto de “uso razonable de la fuerza”, la Corte ha establecido parámetros: debe ser proporcional, necesaria y el último recurso. ¿Disparar 18 veces en dos segundos cabe dentro de esa definición?
Repercusiones locales y nacionales
El caso ha resonado no solo en Alabama, donde ya ha habido manifestaciones ante el juzgado de Morgan County, sino también a nivel nacional. Organizaciones de derechos civiles como la ACLU y la NAACP han manifestado su interés en los procedimientos y podrían intervenir como observadores o presentar informes amicus curiae en la apelación.
Además, el fallo podría tener efectos al reformular políticas de participación policial en procesos civiles, un tema que no está regulado de manera uniforme en Estados Unidos.
Por qué este caso va más allá de un tiroteo
El caso de Steve Perkins no solo expone las graves falencias en la forma como operan algunos cuerpos de seguridad, sino también los riesgos latentes de militarizar intervenciones civiles con consecuencias fatales. Desde la legalidad del accionar de Marquette hasta los derechos de los propietarios frente a acciones de reposición, el jurado deberá emitir un veredicto que marcará precedente.
Y esto hace que este juicio, que comenzará formalmente en junio, sea uno de los más seguidos del año en cuanto a derechos civiles, letalidad policial y los límites de la autoridad estatal. La pregunta que todos se harán al final será: ¿era necesario matar a Steve Perkins?
Este artículo forma parte de una serie de coberturas sobre justicia penal, derechos civiles y uso de la fuerza policial en Estados Unidos.