Crisis en Memphis: la caída de los Grizzlies y el adiós a Taylor Jenkins
De ser contendientes en el Oeste a una temporada cargada de decepciones, lesiones y decisiones drásticas: el despido del entrenador más exitoso de la franquicia abre nuevas preguntas sobre el futuro en Tennessee
Una temporada para el olvido
La franquicia de los Memphis Grizzlies sorprendió al mundo del baloncesto el pasado viernes cuando decidió despedir a su entrenador Taylor Jenkins, quien ostentaba el récord de ser el más ganador en la historia del equipo. Después de seis temporadas al mando, la salida de Jenkins refleja el colapso sistemático de una franquicia que hace solo un par de años parecía estar en una posición privilegiada para disputar el título de la NBA.
¿Qué sucedió? ¿Cómo un equipo talentoso y joven, liderado por figuras como Ja Morant, Jaren Jackson Jr. y Desmond Bane, pasó de ser una de las sensaciones del Oeste a ver peligrar incluso su presencia en los playoffs?
Del apogeo a la incertidumbre
Jenkins tomó las riendas del equipo en 2019, y bajo su dirección, Memphis vivió una transformación notable. El equipo pasó de ser un proyecto joven y sin rumbo a convertirse en una amenaza seria en la Conferencia Oeste. En la temporada 2021-22, lograron un impresionante récord de 56-26, terminando segundos en el Oeste, y Jenkins fue finalista al premio de Entrenador del Año.
Pero la temporada 2023-24 ha sido una auténtica pesadilla. A pesar de mantener una base sólida, los Grizzlies comenzaron a resentir dos factores clave: las lesiones y la indisciplina de su jugador franquicia, Ja Morant.
Ja Morant y el peso de la polémica
Morant, quien lideró al equipo en anotación y fue considerado uno de los talentos más espectaculares de la liga, ha estado envuelto en escándalos fuera de la cancha. Desde incidentes durante transmisiones en redes sociales hasta suspensiones impuestas por la liga, su conducta afectó directamente el ritmo y la química de un equipo que dependía demasiado de su producción ofensiva.
En la presente temporada, Morant solo ha disputado un puñado de partidos y actualmente está en recuperación por una dolencia en el tendón de la corva. Esta situación dejó a Jenkins trabajando con una plantilla incompleta, debilitada y sin una referencia clara en la cancha.
Lesiones, el otro gran enemigo
No solo se trata de Morant. Memphis ha sufrido una plaga de lesiones que ha diezmado su rotación. Brandon Clarke está fuera por el resto de la campaña debido a una lesión en la rodilla, Marvin Bagley III y Zyon Pullin están en duda por conmociones y problemas en las rodillas, respectivamente. Esta situación ha llevado a que los Grizzlies apenas puedan establecer una alineación consistente semana tras semana.
Con un récord de victorias-derrotas igualado al de los Lakers (44-29), pero perdiendo terreno en la recta final, la gerencia decidió cortar por lo sano y buscar un nuevo camino sin Jenkins.
¿Era justo el despido?
La pregunta que ha resonado entre los aficionados y expertos es: ¿se merecía Taylor Jenkins este final? Si nos limitamos a los resultados de esta temporada, la caída parece justificar una reestructuración. Pero también hay que mirar el contexto: Jenkins mantuvo a Memphis entre los cinco mejores en asistencias (28.8 por partido) y los mantuvo a flote pese a los retos extremos del calendario y la salud de sus jugadores.
Como dice el analista deportivo Zach Lowe en su podcast The Lowe Post: Despedir a Jenkins tiene más que ver con enviar un mensaje al vestuario que con su capacidad como entrenador. Él hizo milagros con una plantilla devastada por lesiones y escándalos.
El apretado Oeste y la presión por resultados
La Conferencia Oeste no perdona. En un contexto donde equipos como Oklahoma City Thunder o Denver Nuggets dominan implacablemente, cualquier tropiezo se paga caro. Los Thunder, por ejemplo, están en una racha ganadora de ocho partidos y son primeros del Oeste con un increíble récord de 61-12. Su ofensiva liderada por Shai Gilgeous-Alexander y Jalen Williams es la pesadilla de cualquier defensa.
Mientras tanto, los Grizzlies han tenido rendimientos irregulares: en sus últimos 10 juegos, su balance fue de 5-5, con una media de 117.1 puntos anotados, pero también con 116.4 puntos permitidos, reflejando una defensa que sufre sin Clarke ni la versión física de Morant.
Choques determinantes
El calendario no da respiro. Memphis todavía debe enfrentarse a rivales directos como los Lakers, los Clippers y el equipo revelación del Oeste, los Thunder. Cualquier tropiezo en estos juegos puede provocar la pérdida definitiva de la ventaja de localía o, peor aún, su exclusión de los playoffs si caen al Play-In.
El encuentro contra los Lakers, por ejemplo, se perfila como clave. Los californianos vienen de un rendimiento errático, apenas 4-6 en sus últimos 10 juegos. Pero jugadores como LeBron James (24.5 puntos por partido) pueden inclinar la balanza en partidos cerrados, sobre todo si Memphis continúa mostrando grietas defensivas.
¿Qué sigue para Memphis?
Más allá del despido de Jenkins, la gerencia deberá enfrentar decisiones difíciles en el verano. ¿Confiar nuevamente en Morant como cara de la franquicia? ¿Reforzar con veteranos para compensar la juventud? ¿Buscar un entrenador con enfoque disciplinario más estricto?
Lo cierto es que esta temporada quedará marcada como un punto de inflexión. Memphis tiene talento, una base de fanáticos apasionada y una reputación creciente. Pero, para sostener ese impulso, necesitarán algo más que promesas: necesitan resultados y estabilidad en el banquillo y en la cancha.
Como dijo el exentrenador George Karl en una entrevista con The Athletic: Los Grizzlies todavía tienen un futuro brillante, pero solo si aprenden de este desastre.
Un vistazo al futuro: ¿cambio generacional en el Oeste?
Esta temporada 2023-24 está marcando un posible cambio generacional en la NBA. Equipos como Oklahoma City están demostrando que con planificación y desarrollo, se puede construir un contendiente sin superestrellas legendarias. Thunder es actual líder del Oeste con un estilo de juego moderno, dinámico, y sobre todo, sólido en ambos extremos de la cancha.
¿Puede Memphis seguir ese modelo evolutivo? ¿O se verá obligado a adoptar el camino corto mediante fichajes masivos y trades agresivos?
Lo que está claro es que la paciencia se acaba en las oficinas de la NBA. Taylor Jenkins lo supo del modo más duro. Y Memphis, a pesar de su potencial, también está pagando el precio del desorden y las expectativas incumplidas.