El dilema de la libertad de expresión en las escuelas: el caso de Jane Khan y su pintura de sandía

Una estudiante de Nueva York demanda a su distrito escolar tras la censura de una pintura que simbolizaba su apoyo a Palestina.

La controversia en Half Hollow Hills High School West

En septiembre de 2023, Jane Khan, una estudiante de último año de Half Hollow Hills High School West, participó en una tradición escolar que permitía a los alumnos decorar sus espacios de estacionamiento. Su elección de diseño, una sandía con un patrón similar a un keffiyeh, acompañada de la frase “Peace Be Upon You” y su nombre en árabe, se convirtió rápidamente en un punto de controversia.

El distrito escolar pintó sobre su creación, alegando la necesidad de mantener la neutralidad en temas políticos controvertidos. Sin embargo, la demanda presentada por Khan en una corte federal de Brooklyn argumenta que esta acción violó su derecho a la libertad de expresión y le causó un trauma emocional significativo.

El simbolismo de la sandía en el activismo pro-palestino

El uso de la sandía como símbolo de solidaridad con Palestina tiene raíces históricas. Tras la guerra de los Seis Días en 1967, Israel prohibió la exhibición de la bandera palestina en territorios ocupados. En respuesta, los activistas comenzaron a usar la imagen de una sandía, que contiene los mismos colores de la bandera palestina: rojo, blanco, verde y negro.

Este símbolo ha ganado relevancia en protestas y manifestaciones, apareciendo en arte callejero y mensajes en redes sociales como una forma de resistencia pacífica.

¿Libertad de expresión o censura selectiva?

El argumento de la escuela sobre la neutralidad política es cuestionado en la demanda, pues en años anteriores otros estudiantes habían decorado sus espacios con símbolos de apoyo a diversas causas, incluyendo la bandera del orgullo LGBTQIA+, el puño de Black Lives Matter e incluso los íconos de los partidos Demócrata y Republicano.

“La censura del mensaje pro-palestino de la demandante no tenía la intención de prevenir interrupciones dentro de la escuela o proteger los derechos de otros,” señala la querella. “De hecho, la escuela ha permitido y amplificado posturas sobre otros temas igualmente, o incluso más, controvertidos.”

Un caso con implicaciones más amplias

El caso de Jane Khan pone sobre la mesa una discusión más grande sobre los límites de la libertad de expresión en el ámbito educativo. Si bien las escuelas tienen cierta autoridad para regular el discurso dentro de sus instalaciones, la Corte Suprema de EE.UU. ha establecido previamente, en decisiones como Tinker v. Des Moines (1969), que los estudiantes no pierden sus derechos de la Primera Enmienda al ingresar a las aulas.

Organizaciones de derechos civiles han mostrado su apoyo a Khan, argumentando que su caso refuerza la necesidad de igualdad de trato en la expresión de opiniones políticas en entornos educativos.

¿Cómo podría terminar este caso?

La demanda busca una compensación económica no especificada, pero más allá del aspecto monetario, el fallo de la corte podría sentar un precedente sobre qué tipo de discurso es permitido en las escuelas públicas.

En un contexto global donde las tensiones en torno al conflicto palestino-israelí siguen en aumento, casos como el de Jane Khan resaltan la falta de consenso sobre la neutralidad institucional y los límites de la censura en las instituciones educativas.

¿Es la censura de mensajes políticos en las escuelas una medida legítima para evitar conflictos, o es un acto de discriminación selectiva? La respuesta a esta pregunta determinará no solo el resultado de este caso, sino el futuro de la libertad de expresión de los estudiantes en Estados Unidos.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press