La Salud del Papa Francisco: El Desafío Médico Más Largo de su Papado

Un repaso a la hospitalización de Francisco y las complicaciones de salud que ha atravesado a sus 88 años

Un Pontífice en Dificultades

El Papa Francisco, de 88 años, ha enfrentado uno de los desafíos de salud más graves de su papado. Desde el 14 de febrero hasta el 22 de marzo, el Sumo Pontífice estuvo hospitalizado debido a una compleja infección respiratoria que desembocó en una neumonía bilateral. Su condición generó preocupación en la comunidad católica y puso a prueba su resistencia física.

El Inicio de la Crisis

El 14 de febrero, tras una mañana de audiencias, el Papa Francisco fue ingresado en el hospital con fiebre y síntomas de bronquitis. Al principio, los médicos diagnosticaron una infección en las vías respiratorias superiores. Sin embargo, la situación se complicó cuando el 17 de febrero se confirmó que padecía una infección polimicrobiana, lo que significa que diferentes tipos de bacterias, virus y hongos estaban atacando su sistema respiratorio.

El Momento Más Crítico

El 18 de febrero, una radiografía reveló que el Papa había desarrollado neumonía en ambos pulmones. Se inició un tratamiento con cortisona y antibióticos, pero el camino hacia la recuperación no fue sencillo. A lo largo de febrero, experimentó múltiples retrocesos, incluido un episodio de crisis respiratoria el 22 de febrero que requirió oxígeno de alta presión. Además, dos transfusiones de sangre fueron necesarias debido a signos de anemia y un bajo recuento de plaquetas.

Complicaciones Adicionales

Además de los problemas respiratorios, los médicos detectaron un inicio de insuficiencia renal leve el 23 de febrero. Afortunadamente, esta complicación se revirtió unos días después. Sin embargo, la fragilidad del Papa se evidenció cuando el 28 de febrero sufrió un espasmo de tos que lo llevó a inhalar vómito, lo que requirió una aspiración no invasiva y el uso de un ventilador mecánico para suministrar oxígeno extra.

Un Lento Camino a la Recuperación

A pesar de los desafíos, el 10 de marzo los médicos lograron estabilizar su condición y anunciar que ya no corría peligro inminente de muerte debido a la neumonía. Las radiografías del 12 de marzo confirmaron una mejoría, permitiendo que el Papa pudiera conmemorar el 12º aniversario de su papado desde su habitación en el hospital, donde recibió mensajes y dibujos de apoyo.

El Regreso al Vaticano

El 22 de marzo, los doctores confirmaron que el Papa podía ser dado de alta, aunque advirtieron que su convalecencia debería prolongarse al menos dos meses. Durante este tiempo, se le ha desaconsejado participar en reuniones con grandes grupos debido a su estado de fragilidad. Esta ha sido la hospitalización más larga en sus 12 años como líder de la Iglesia Católica, subrayando los desafíos de dirigir la Santa Sede a una edad avanzada con problemas de salud importantes.

¿Qué Sigue para el Papa Francisco?

Si bien su condición actual es estable, la fragilidad del Papa plantea interrogantes sobre su futuro a la cabeza del Vaticano. A lo largo de los años, ha manifestado abiertamente la posibilidad de renunciar si llegara a un punto en el que no pudiera desempeñar sus funciones adecuadamente. Sin embargo, por ahora, el Pontífice sigue adelante con fe y determinación, apoyado por millones de fieles en todo el mundo.

Este episodio ha puesto en evidencia no solo la resistencia física de Francisco, sino también el impacto que la salud del líder de la Iglesia Católica tiene en el mundo. La manera en que el Vaticano gestione su recuperación en los próximos meses será clave para el curso de su papado.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press