Crisis en Tigray: Una nueva amenaza de guerra civil en Etiopía
La disputa interna dentro del TPLF pone en riesgo la frágil paz en la región etíope de Tigray
La región etíope de Tigray vuelve a estar en el centro de la atención internacional tras una serie de eventos que han intensificado las tensiones políticas y militares en la zona. El 2022 marcó el final de un devastador conflicto de dos años entre el gobierno federal de Etiopía y el Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF), pero recientes luchas internas dentro del TPLF han generado un nuevo escenario de inestabilidad.
El resurgimiento de la crisis
El martes, una facción del TPLF tomó el control de Adigrat, la segunda ciudad más grande de Tigray, destituyendo a la autoridad local leal al gobierno provisional. Un día después, se apoderaron de Adi-Gudem, una localidad próxima a la capital regional Mekele, en un episodio que dejó varios heridos tras el intento de ocupación de un edificio gubernamental.
Aunque la guerra civil formalmente terminó con el Acuerdo de Paz de Pretoria en noviembre de 2022, la fragmentación del TPLF ha generado tensiones internas. En octubre de 2023, el líder del partido, Debretsion Gebremichael, expulsó al jefe del gobierno interino, Getachew Reda, junto con otros miembros de su gabinete, lo que dio lugar a una serie de retaliaciones y decisiones políticas contradictorias.
¿Una nueva guerra civil en el horizonte?
El gobierno interino de Tigray ha hecho un llamado urgente al ejecutivo federal etíope para intervenir y contener la crisis antes de que se desate un nuevo conflicto armado. Por su parte, Getachew Reda ha calificado la reciente toma de ciudades como un “intento de golpe de Estado”, instando a la comunidad internacional a monitorear de cerca la situación.
Según el Buró de Asuntos de Comunicación de Tigray, “la región podría estar al borde de otra crisis”, alertando sobre las posibilidades de un colapso total del acuerdo de paz negociado en Pretoria.
Un país marcado por la inestabilidad
Etiopía, el segundo país más poblado de África, ha experimentado múltiples conflictos internos en los últimos años. El conflicto de Tigray entre 2020 y 2022 dejó cientos de miles de muertos y millones de desplazados, además de generar una crisis humanitaria de gran escala con poblaciones al borde de la hambruna.
Aunque la comunidad internacional ha intentado mediar en el conflicto, la inestabilidad persiste. Naciones Unidas, la Unión Africana y otras entidades han advertido sobre la importancia de mantener el acuerdo de paz y evitar una nueva escalada de violencia.
Golpes internos dentro del TPLF
La división dentro del TPLF refleja profundas diferencias sobre el futuro político de Tigray. Mientras la facción de Gebremichael considera que el liderazgo actual no representa adecuadamente los intereses del pueblo tigrayo, Reda insiste en que sus opositores están poniendo en peligro los avances logrados con el acuerdo de paz.
“Las partes firmantes del Acuerdo de Pretoria deben considerar seriamente la creciente crisis en Tigray y las consecuencias de su colapso”, alertó Reda en una entrevista televisada.
Lo que sigue para Etiopía
Ante esta nueva fase de crisis, el gobierno del primer ministro Abiy Ahmed enfrenta una de sus decisiones más difíciles. Si interviene en Tigray para restaurar el control, podría reavivar el conflicto con sectores del TPLF. Si decide no intervenir, la fractura interna de Tigray podría generar un vacío de poder con serias repercusiones en la estabilidad nacional.
Ethiopía ha estado trabajando en la reconstrucción nacional tras la guerra, pero este revés plantea interrogantes sobre su viabilidad a largo plazo. La comunidad internacional observa atentamente, con esperanzas de que la diplomacia evite el retorno a la guerra.
Por ahora, la pregunta clave sigue siendo: ¿Se puede evitar una nueva catástrofe en Tigray?