El Papa Francisco y su lucha contra la neumonía: un pontificado marcado por la resiliencia
El sumo pontífice enfrenta un delicado estado de salud mientras se aproxima a importantes hitos en su papado
Una recuperación bajo la mirada del mundo
El Papa Francisco, de 88 años, sigue hospitalizado en la clínica Gemelli de Roma debido a una neumonía doble. Aunque los médicos han señalado una mejoría gradual en su estado de salud, aún se muestra frágil y en proceso de terapias respiratorias y físicas.
Los últimos reportes médicos indican que ya no está en peligro inminente de muerte, pero permanece bajo monitoreo constante. La ausencia de imágenes o videos recientes del pontífice ha generado preocupación entre los fieles, sobre todo luego de un mensaje de audio en el que su voz se percibía débil y cansada.
12 años de un papado transformador
El 13 de marzo de 2013, Jorge Mario Bergoglio se convirtió en el Papa número 266 de la Iglesia Católica, siendo el primer pontífice jesuita y el primero de origen latinoamericano. Desde entonces, su liderazgo ha estado marcado por la humildad, el llamado a la apertura de la iglesia y sus posturas progresistas en temas sociales.
A lo largo de estos años, Francisco ha promovido la atención a los más vulnerables, la lucha contra los abusos en la iglesia y la necesidad de cuidar el medio ambiente, destacando su encíclica Laudato Si'.
El desafío de la salud en su pontificado
El Papa Francisco ha enfrentado diversas complicaciones de salud a lo largo de su papado. En 2021, fue sometido a una cirugía intestinal y en los últimos años ha mostrado dificultades de movilidad que lo han llevado a utilizar una silla de ruedas.
Ahora, su hospitalización ya suma casi un mes, acercándose a la segunda estancia más larga de un pontífice en centros médicos. Históricamente, el récord lo mantiene San Juan Pablo II, quien fue hospitalizado por 55 días en 1981.
Un posible cambio de rumbo en el Vaticano
La persistente fragilidad del Papa Francisco ha revivido el debate sobre la posibilidad de su renuncia. Aunque en múltiples ocasiones ha elogiado la decisión del Papa emérito Benedicto XVI de retirarse en 2013, Francisco también ha enfatizado que el papado es una vocación de por vida.
En caso de que su salud se deteriore significativamente, no se descarta que el Vaticano comience a considerar una transición en su liderazgo, lo que sería un acontecimiento histórico para la Iglesia Católica.