El levantamiento del Ejército de Liberación Baluchi: ¿Un nuevo frente de conflicto para Pakistán?

El reciente secuestro de un tren de pasajeros por parte del BLA marca una escalada en la insurgencia en Baluchistán. ¿Qué impulsa este conflicto y cómo afecta a la estabilidad de Pakistán?

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Un ataque sin precedentes

El Ejército de Liberación Baluchi (BLA, por sus siglas en inglés) ha protagonizado un hecho sin precedentes en su larga lucha por la independencia de Baluchistán. El reciente secuestro de un tren de pasajeros, que transportaba a unas 450 personas, ha captado la atención global y expuesto la creciente inestabilidad de esta región de Pakistán.

Según reportes oficiales, la operación tuvo lugar en la línea férrea del Jafer Express, que comunica algunas de las principales ciudades del país. Durante el operativo, las fuerzas de seguridad pakistaníes lograron rescatar a 190 pasajeros, pero el saldo de muertos entre insurgentes, pasajeros y militares sigue siendo incierto.

¿Quiénes son los separatistas del BLA?

El BLA es una organización separatista que lleva décadas luchando contra el gobierno de Pakistán. Su objetivo es obtener la independencia de Baluchistán, una provincia rica en recursos naturales como gas, petróleo y minerales estratégicos. Sin embargo, los habitantes de esta zona denuncian una sistemática discriminación por parte del gobierno central.

Los insurgentes del BLA han realizado numerosos atentados en la región a lo largo de los años, atacando fuerzas de seguridad, infraestructura crítica y hasta ciudadanos chinos involucrados en proyectos de la iniciativa One Belt, One Road de China. La presencia de estos intereses extranjeros en la región ha sido uno de los detonantes del conflicto.

La influencia de actores extranjeros y el papel de India

Islamabad ha señalado repetidamente a la India como un patrocinador del movimiento baluchi, acusaciones que el gobierno de Nueva Delhi ha negado. No obstante, la conexión entre el BLA y otros grupos militantes en Pakistán, como los Talibanes Pakistaníes, ha hecho que la ofensiva separatista se vuelva cada vez más peligrosa.

Otro punto clave es la frontera con Irán, un área que también alberga comunidades baluchis. Tanto Pakistán como Irán han intercambiado acusaciones de albergar insurgentes en su territorio, lo que ha generado una escalada de tensiones entre ambos países.

Un conflicto que amenaza la estabilidad económica

Pakistán atraviesa una grave crisis económica. Los inversores extranjeros han manifestado preocupación por el creciente número de atentados tanto en Baluchistán como en otras partes del país. La percepción de inestabilidad hace que proyectos estratégicos, como el Corredor Económico China-Pakistán, se vean amenazados.

Abdullah Khan, analista independiente en Islamabad, advirtió que estos ataques “reducen la confianza de los inversionistas internacionales y podrían afectar gravemente la ya debilitada economía pakistaní”.

¿Qué sigue para Pakistán?

El gobierno pakistaní enfrenta un dilema difícil. Mientras que la lucha contra el terrorismo ha sido una prioridad desde hace años, los problemas estructurales como la marginación de Baluchistán y la represión de sus movimientos autonomistas siguen sin atenderse. El ejército de Pakistán ha afirmado que tomará medidas contundentes contra los insurgentes, pero esto solo promete más violencia a corto plazo.

Además, el aumento de la cooperación entre distintas facciones militantes indica que el conflicto interno está lejos de resolverse. Pakistán se encuentra en una encrucijada, y la forma en que gestione esta crisis podría definir su futuro en los próximos años.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press