Bosnia y la encrucijada separatista: Detención de líderes serbobosnios en medio de tensiones
La crisis política en Bosnia se intensifica con el intento de separación de la República Srpska y la respuesta del gobierno central
El arresto de líderes separatistas en Bosnia
Las tensiones en Bosnia-Herzegovina han alcanzado un punto crítico con la orden de detención de tres altos funcionarios serbobosnios: el presidente Milorad Dodik, el primer ministro Radovan Viskovic y el presidente del Parlamento Nenad Stevandic. Esta medida responde a varias acciones de corte separatista promovidas en las últimas semanas, que han sido ampliamente condenadas por la comunidad internacional.
Los fiscales bosnios tomaron esta decisión tras la reiterada negativa de los tres políticos a presentarse ante la justicia del país. Son acusados de violar el orden constitucional de Bosnia con políticas que buscan impedir el funcionamiento de las instituciones centrales en la República Srpska, la región de mayoría serbia en Bosnia.
Leyes separatistas y repudio internacional
Uno de los eventos que precipitó esta crisis fue la aprobación de leyes en la República Srpska que prohíben la actuación del sistema judicial y de la policía del Estado bosnio en la región. Esto siguió al fallo de un tribunal bosnio que condenó a Milorad Dodik a un año de prisión por ignorar órdenes del Alto Representante Internacional en Bosnia, además de prohibirle ocupar cargos públicos en el futuro.
La estrategia de Dodik y su gobierno es percibida como un intento claro de separar la República Srpska de Bosnia-Herzegovina, elevando aún más la tensión en una nación marcada por las heridas de la guerra de 1992-1995. Tanto la Unión Europea como Estados Unidos han expresado su profunda preocupación por estos acontecimientos.
Un plan de independencia en proceso
La Asamblea de la República Srpska recientemente discutió un proyecto de nueva constitución que podría llevar la región aún más lejos en su camino hacia la independencia. El borrador contempla la creación de un ejército propio y la posibilidad de unirse a otros países vecinos, desafiando directamente la integridad territorial de Bosnia.
Esta situación recuerda los inicios del conflicto bosnio de los años 90, cuando los líderes serbobosnios buscaron desmembrar el país, una guerra que dejó más de 100,000 muertos y millones de desplazados. El acuerdo de paz de Dayton en 1995 estableció un sistema de gobierno con dos entidades —la Federación de Bosnia y Herzegovina y la República Srpska— bajo un mismo gobierno central débil.
NATO y la UE intervienen para contener la crisis
Ante el aumento de las tensiones, la OTAN ha expresado abiertamente su apoyo a la integridad de Bosnia. Durante una reciente visita a Sarajevo, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, reafirmó el compromiso de la Alianza Atlántica con la estabilidad del país. La misión de paz de la Unión Europea en Bosnia, EUFOR, también ha aumentado significativamente su presencia militar.
El temor principal es que esta situación desemboque en enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad centrales de Bosnia y la policía de la República Srpska, repitiendo el ciclo de violencia de hace tres décadas. La comunidad internacional observa de cerca, pero una solución pacífica aún parece lejana.