La peligrosa retirada de fondos a la ciberseguridad electoral en EE.UU.
El gobierno de Trump elimina millones de dólares en financiación para proteger las elecciones, generando preocupaciones sobre la vulnerabilidad ante injerencias extranjeras.
Un golpe a la seguridad electoral
La administración de Donald Trump ha recortado millones de dólares en financiación federal destinados a iniciativas de ciberseguridad electoral, lo que ha generado serias preocupaciones en expertos y funcionarios estatales. La Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad de Estados Unidos (CISA, por sus siglas en inglés) ha eliminado aproximadamente 10 millones de dólares en fondos anuales destinados al Centro para la Seguridad en Internet (Center for Internet Security, CIS), una organización sin fines de lucro que trabajaba en la protección de infraestructuras electorales.
Este movimiento es parte de una estrategia más amplia por parte de la administración Trump para reducir el papel del gobierno federal en la seguridad de las elecciones. Sin embargo, críticos argumentan que esto deja a los sistemas electorales locales más expuestos a posibles injerencias extranjeras y ciberataques.
El papel de CISA y su revisión interna
En las últimas semanas, CISA anunció una revisión de su trabajo en temas electorales, lo que resultó en que más de una docena de empleados especializados en seguridad electoral fueran enviados a licencia administrativa. Paralelamente, la administración desmanteló un grupo de trabajo del FBI que se encargaba de investigar amenazas de influencia extranjera.
Un portavoz de CISA aseguró que la decisión busca centrar los esfuerzos de la agencia en “áreas críticas de la misión y eliminar redundancias”. Este esfuerzo de revisión, sin embargo, no está planeado para ser publicado, una situación que genera aún más dudas sobre la verdadera intención del gobierno en estas medidas.
Preocupaciones de los expertos y funcionarios
Larry Norden, un experto en seguridad electoral del Brennan Center for Justice en la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York, expresó su inquietud ante la reducción de los fondos señalando que esto pone en riesgo la protección de las elecciones locales y estatales.
“Me preocupa profundamente la seguridad de nuestras elecciones y la protección de los funcionarios estatales y locales que se enfrentan a amenazas cada vez más sofisticadas”, dijo Norden.
Otro funcionario preocupado por la decisión es Shenna Bellows, Secretaria de Estado de Maine, quien recordó que las iniciativas afectadas permitieron la detección en tiempo real de ataques cibernéticos contra redes electorales durante las elecciones presidenciales de 2020.
Por su parte, la Asociación Nacional de Secretarios de Estado ha enviado una carta al Departamento de Seguridad Nacional solicitando más información sobre el impacto de la medida y la posible continuidad de algunos programas clave.
El impacto de la eliminación de fondos
Las iniciativas que pierden financiamiento incluyen:
- Centro de Información y Análisis sobre Infraestructura Electoral (EI-ISAC): Un programa que reunía a funcionarios electorales junto con representantes de fabricantes de sistemas de votación para compartir inteligencia de amenazas y coordinar respuestas ante ataques.
- Centro de Información y Análisis de Múltiples Estados (MS-ISAC): Iniciativa para apoyar a gobiernos estatales, locales y tribales en la defensa contra amenazas cibernéticas.
Ambos programas han sido cruciales en la detección de intentos de interferencia extranjera en procesos electorales estadounidenses, brindando apoyo técnico y alertas sobre posibles vulnerabilidades.
El legado incierto de CISA
La Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad fue creada en 2018 durante la administración Trump con el propósito de proteger infraestructuras críticas en EE.UU., incluyendo sistemas financieros, plantas nucleares y redes de votación.
A pesar de su importancia, la agencia ha sido objeto de duros ataques por parte de políticos republicanos debido a su trabajo en combatir la desinformación sobre las elecciones de 2020 y la pandemia de COVID-19. Ex directores de CISA han defendido su labor argumentando que nunca han practicado censura, sino que se han limitado a colaborar con los estados en la identificación de contenidos falsos que pudieran poner en peligro la confianza pública en el proceso electoral.
¿Qué sigue para la seguridad electoral en EE.UU.?
Si bien varios estados han fortalecido sus propios mecanismos de defensa contra ciberataques, la falta de coordinación federal podría significar un aumento en las vulnerabilidades. Con las elecciones de 2024 en el horizonte, la ausencia de financiamiento para estas iniciativas podría facilitar intentos de interferencia por parte de potencias extranjeras interesadas en desestabilizar la democracia estadounidense.
Shenna Bellows resumió la situación con una advertencia clara:
“Encontraremos maneras de proteger nuestras elecciones, pero dada la sofisticación de las amenazas, eliminar estos programas es ineficiente y sumamente peligroso”.
La seguridad electoral es una responsabilidad compartida entre estados y el gobierno federal, pero el debilitamiento de entidades como CISA plantea la pregunta: ¿está EE.UU. preparado para defender su democracia de amenazas cibernéticas en el futuro?