La batalla legal por la pintura robada por los nazis que enfrenta a una familia judía y un museo español

El Supremo de EE.UU. reabre el caso de un Camille Pissarro confiscado por los nazis y genera incertidumbre sobre su propiedad

Un caso legal con trasfondo histórico y moral ha vuelto a la palestra con la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos de reabrir la disputa por la pintura “Rue Saint-Honoré en la Tarde, Efecto de Lluvia”, de Camille Pissarro. La obra, que una vez perteneció a una mujer judía que debió entregarla a los nazis para obtener visas de escape, se encuentra ahora en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.

Un cuadro con un pasado turbulento

La pintura, realizada en 1897, muestra una lluviosa calle parisina y es considerada una obra maestra del impresionismo. Su propietaria, Lilly Cassirer Neubauer, una judía alemana, fue obligada a ceder la pintura a las autoridades nazis en 1939 como parte de un acuerdo para obtener visados que le permitieran huir con su esposo.

Después de cambiar de manos durante décadas, en 1976 fue adquirida por el Barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza en Suiza, quien luego la incluyó en la venta de su vasta colección de arte al gobierno español en los años 90. Así, el cuadro pasó a formar parte del acervo del Museo Thyssen-Bornemisza.

El comienzo de la reclamación legal

La familia Cassirer no supo del paradero de la pintura hasta que Claude Cassirer, hijo de Lilly, descubrió que no estaba perdida, sino expuesta en el museo madrileño. Desde ese momento, inició un proceso legal para recuperarla. A su muerte en 2010, su hijo David Cassirer continuó con la lucha.

Hasta ahora, los tribunales estadounidenses habían fallado a favor del museo, argumentando que España adquirió la obra legalmente y que el museo no tenía la obligación de devolverla. Sin embargo, una nueva legislación en California, promulgada en 2023, fortalece los reclamos de los herederos de víctimas del Holocausto sobre obras de arte robadas.

El fallo del Tribunal Supremo de EE.UU.

El pasado lunes, la Corte Suprema de Estados Unidos ordenó que el caso sea reconsiderado bajo la nueva ley californiana, revocando así las decisiones anteriores que favorecían al museo español. Esto reaviva la posibilidad de que la familia Cassirer logre recuperar la pintura que les fue arrebatada por los nazis.

David Cassirer, en respuesta al fallo del alto tribunal, agradeció la oportunidad de seguir luchando por lo que considera un derecho legítimo de su familia: "Gracias al Tribunal Supremo de EE.UU. por insistir en aplicar principios de justicia y moralidad".

Postura del Museo Thyssen-Bornemisza

El Museo Thyssen-Bornemisza mantiene su posición de que la obra fue adquirida de manera legal y ha expresado que está dispuesto a defender su propieda en los tribunales.

“Continuaremos trabajando para confirmar la propiedad de la pintura, como lo hemos hecho durante los últimos 20 años”, afirmó Thaddeus Stauber, representante legal de la fundación del museo.

Además, el museo considera que, a pesar del reciente fallo, no se ha demostrado hasta ahora que deba devolver la obra, ya que sus derechos han sido “reiteradamente reafirmados”.

Casos similares y el contexto internacional

El caso de la familia Cassirer no es el único de su tipo. A partir de diversas investigaciones y la presión de grupos de derechos humanos, museos de todo el mundo han enfrentado demandas similares relacionadas con arte confiscado por los nazis a sus dueños originales.

  • En 2006, Austria devolvió a Maria Altmann “Retrato de Adele Bloch-Bauer I” de Gustav Klimt, confiscado a su familia durante la ocupación nazi.
  • En 2019, un tribunal ordenó a Alemania devolver una serie de tesoros medievales saqueados a comerciantes judíos en 1935.
  • Países como Francia y los Países Bajos han emprendido iniciativas para facilitar la restitución de obras de arte robadas.

El futuro del litigio

Con la decisión de la Corte Suprema de EE.UU., el litigio ahora dependerá de cómo los tribunales inferiores interpreten la nueva legislación californiana y qué peso le den a la moralidad sobre la legalidad. La resolución de este caso podría sentar un precedente clave para otras disputas sobre arte saqueado durante el Holocausto.

Para la familia Cassirer, la lucha representa más que la recuperación de un cuadro: es un símbolo de justicia para quienes fueron despojados de sus bienes por el régimen nazi. Mientras tanto, el Museo Thyssen-Bornemisza defiende su derecho a conservar la pintura en su colección como parte del legado cultural internacional.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press