El arresto de Mahmoud Khalil: Protestas, inmigración y la lucha por Palestina en EE.UU.
El caso del líder estudiantil de Columbia arrestado por ICE reaviva el debate sobre la libertad de expresión y las políticas de inmigración en la era Trump.
El arresto y la controversia
El arresto de Mahmoud Khalil, un prominente activista palestino y ex estudiante de la Universidad de Columbia, ha generado una ola de controversia en Estados Unidos. Khalil, quien se graduó en diciembre de 2023, fue detenido por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) el pasado sábado. Según el Departamento de Seguridad Nacional, su arresto se enmarca dentro de las órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump sobre la prohibición del antisemitismo.
Lo más impactante del caso es que Khalil no ha sido acusado formalmente de ningún delito, pero su detención sugiere una posible deportación. Inicialmente, los agentes alegaron que actuaban en cumplimiento de una orden del Departamento de Estado para revocar su visa de estudiante. Sin embargo, cuando el abogado de Khalil, Amy Greer, les informó que él tenía residencia permanente en EE.UU., ICE respondió que revocarían su estatus de residente en su lugar.
El contexto de las protestas en Columbia
Khalil se ha destacado como uno de los principales líderes de las recientes protestas en la Universidad de Columbia en contra de la guerra en Gaza. Fue uno de los negociadores del movimiento estudiantil “Columbia University Apartheid Divest”, que exigía que la universidad cortara sus lazos económicos con empresas que apoyaran el conflicto israelí-palestino.
A pesar de que el grupo afirma ser un movimiento amplio y diverso que incluye a estudiantes judíos y organizaciones anti-guerra, el gobierno de Trump sostiene que sus actividades equivalen a la promoción del grupo islamista Hamas y Hezbollah. De hecho, el presidente ha defendido la idea de que cualquier persona que apoye a Hamas en EE.UU. debe ser deportada.
Políticas migratorias y la represión contra activistas
El caso de Khalil parece marcar el primer paso en la prometida persecución de manifestantes pro-palestinos en instituciones académicas por parte de la administración Trump. En paralelo, la Casa Blanca retiró recientemente 400 millones de dólares en fondos federales a la Universidad de Columbia alegando su “fracaso” en controlar el antisemitismo en el campus.
Esta decisión ha despertado preocupación entre grupos de derechos humanos, argumentando que las medidas del gobierno podrían representar un ataque contra la libertad de expresión protegida por la Primera Enmienda de la Constitución de EE.UU. La ley establece el derecho de los ciudadanos, y de todas las personas dentro del territorio estadounidense, a expresar sus opiniones sin temor a represalias del gobierno.
El impacto en la comunidad estudiantil
El arresto de Khalil ha generado una gran solidaridad entre los estudiantes universitarios. La organización de trabajadores estudiantiles de Columbia (Student Workers of Columbia) denunció que la detención del activista es parte de un patrón del gobierno intentando intimidar a los manifestantes. Además, indicaron que ICE también intentó detener a otra estudiante internacional la misma noche, aunque no lograron ingresar a su residencia.
Ante este panorama, la universidad envió un comunicado a los estudiantes recordando sus derechos en caso de ser abordados por agentes federales. Según la normativa de Columbia, los funcionarios de inmigración necesitan una orden judicial para ingresar a zonas privadas del campus.
El futuro de Mahmoud Khalil
Actualmente, Khalil se encuentra recluido en un centro de detención en Luisiana, a la espera de los procedimientos migratorios que podrían derivar en su deportación. Su caso ha despertado interés internacional y sigue el modelo de otras medidas severas tomadas previamente por el gobierno de Trump contra activistas de izquierda y movimientos progresistas.
Mientras tanto, se han convocado protestas en todo EE.UU. contra su detención, con activistas y defensores de los derechos humanos exigiendo su liberación inmediata. La batalla legal de Khalil probablemente será larga y complicada, pero su caso simboliza una creciente represión contra la disidencia política en el país.
Un precedente peligroso
El arresto y la posible deportación de Khalil podrían sentar un precedente alarmante en EE.UU. ¿Es este el comienzo de una purga política enfocada en los campus universitarios? Si el gobierno empieza a atacar sistemáticamente a activistas con el pretexto de seguridad nacional, el derecho a la protesta y la libertad de expresión en el país podrían estar en grave peligro.
En un contexto donde la tensión sobre el conflicto en Medio Oriente sigue creciendo, cada acción del gobierno estadounidense en materia de inmigración y control de disidencia tendrá repercusiones de gran alcance. Khalil no es el primer activista detenido, y es poco probable que sea el último.