La guerra comercial de Trump y su impacto en la industria de los mariscos
Las tarifas del 25% sobre los productos canadienses ponen en jaque a comerciantes y restauradores en EE.UU.
Las nuevas tarifas impuestas por la administración de Donald Trump han generado confusión y preocupación en múltiples sectores de la economía estadounidense. Uno de los más afectados ha sido la industria de los mariscos, en particular los comerciantes y restauradores que dependen de las importaciones canadienses. Bryan Szeliga, propietario de Fishtown Seafood, ha expresado su frustración debido a la incertidumbre que generan estas medidas, lo que dificulta la planificación empresarial.
El impacto en el negocio de los mariscos
Szeliga opera negocios de venta minorista y mayorista en Filadelfia y Haddonfield, Nueva Jersey, y un gran porcentaje de su mercancía proviene de Canadá. En particular, los ostiones representan entre el 60% y el 70% de su actividad comercial. Sin embargo, con la imposición de un arancel del 25% sobre estos productos, Szeliga enfrenta un dilema: aumentar los precios para sus clientes o reducir la variedad de ostiones disponibles.
«El problema con el enfoque de 'caos y conmoción' en la negociación es que no se puede hacer una verdadera planificación empresarial basada en la incertidumbre», comentó Szeliga.
Desde el anuncio del arancel el martes pasado, muchos de sus proveedores aumentaron sus precios. En respuesta, compró una pequeña cantidad de ostiones de la isla del Príncipe Eduardo para abastecer a un cliente mayorista, asumiendo el costo adicional sin trasladarlo al comprador. Sin embargo, con la suspensión parcial del arancel por un mes, los precios podrían volver a reajustarse, aunque solo de manera temporal.
El crecimiento del mercado de ostiones en riesgo
El efecto de estas tarifas no solo afecta a Szeliga, sino a toda la industria de los mariscos. En 2023, el valor total de las importaciones de mariscos en EE.UU. ascendió a $25.5 mil millones, con Canadá siendo el principal exportador, representando más de $3.6 mil millones de esa cifra. En 2024, las importaciones de mariscos canadienses hacia EE.UU. crecieron un 10%, alcanzando los $3.96 mil millones, según el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA).
Si bien los ostiones representan solo una fracción de este comercio, su demanda ha crecido exponencialmente en los últimos años. En 2022, estos mariscos se incluyeron por primera vez en la lista de los 10 productos más consumidos de la National Fisheries Institute. Además, cada vez más restaurantes han comenzado a introducir ostiones en sus menús, aumentando el alcance de este mercado.
Alternativas y desafíos para los comerciantes de mariscos
Ante la posibilidad de tarifas elevadas a largo plazo, Szeliga planea ajustar sus inventarios y trabajar de cerca con sus clientes mayoristas para rediseñar menús que no dependan tanto de los ostiones canadienses. «Sabemos que aunque las tarifas desaparezcan breve e intermitentemente, tarde o temprano volverán a aplicarse», afirmó.
Sin embargo, la opción de sustituir los ostiones canadienses con productos domésticos no es viable en su totalidad. Aunque EE.UU. cuenta con una producción local significativa, esta es insuficiente para reemplazar las importaciones canadienses en volumen y calidad. «La producción nacional está al máximo. Un agricultor de ostiones tendría que haber tomado la decisión de expandir su negocio hace varios años para beneficiarse ahora», explicó Szeliga.
El futuro de la importación de ostiones en EE.UU.
La incertidumbre generada por estas medidas comerciales podría afectar tanto a proveedores como a consumidores. Algunos productores canadienses podrían optar por reducir la cantidad de ostiones destinados al mercado estadounidense debido a las tarifas fluctuantes.
Para los consumidores, esto significa menos opciones y, probablemente, precios más altos en restaurantes y mercados. «Algunos productos que antes eran asequibles ahora han sido reevaluados por sus proveedores, lo que podría significar aumentos permanentes en sus precios», señaló Szeliga.
El tiempo dirá si esta guerra comercial beneficia de alguna manera a los productores estadounidenses o si simplemente limita las opciones y encarece el acceso a los ostiones, perjudicando a comerciantes y consumidores en ambos lados de la frontera.