Balenciaga redefine la moda: ¿genialidad o un simple reinicio?
Demna apuesta por la sobriedad en la Semana de la Moda de París con su colección 'Standard', desafiando las expectativas sobre la marca.
Balenciaga ha sido sinónimo de teatralidad en la moda bajo la dirección creativa de Demna. Desde desfiles disruptivos hasta colecciones que generan conversación, la firma ha establecido un estándar de innovación. Sin embargo, en su último desfile en la Semana de la Moda de París, la casa apostó por lo contrario: una aparente simplicidad bajo el título 'Standard'. ¿Es este un nuevo capítulo en la evolución de la marca o simplemente una respuesta estratégica a un mercado en cambio?
Una pasarela desprovista de excesos
El escenario del desfile en la Cour du Dôme des Invalides era sobrio: pasillos negros por los que modelos desfilaron con determinación, rozando a invitados de la talla de Tyra Banks y Jessica Alba. La música, la melancólica 'Moonlight Sonata' de Beethoven, reforzaba el tono introspectivo de la colección.
En lugar de escenografías apocalípticas o narrativas políticas incisivas, Demna optó por siluetas pulidas y reinterpretaciones de la sastrería. «Quería explorar lo esencial sin la carga del exceso», comentó el diseñador. Esta decisión sorprendió a seguidores de la firma, famosos por esperar siempre una declaración audaz.
Jugando con los códigos de la moda
Lejos de ser básicos convencionales, cada prenda contenía detalles que subvertían su familiaridad. Desde trajes estructurados que parecían haber sido dejados olvidados en un avión hasta faldas lápiz en denim con corsetería visible, 'Standard' jugó con la percepción tradicional del vestir.
El concepto de la “secretaria sexy” se exploró con blusas ajustadas mediante cordones de corsé, combinadas con abrigos voluminosos y bomber jackets forradas en molleton para aportar suavidad. Los jeans, tratados para retener las arrugas, evocaban el paso del tiempo, convirtiéndose en una forma de nostalgia textil.
Balenciaga x PUMA: una colaboración divisiva
Una de las mayores sorpresas del desfile fue la colaboración entre Balenciaga y PUMA. La colección incluyó sneakers Speedcat desgastadas, chándales de cuero y abrigos tipo bata, fusionando streetwear con lujo. Mientras algunos críticos la elogiaron por su accesibilidad, otros lamentaron la aparente falta de empuje innovador.
Sutileza en los accesorios y una nueva visión
Los accesorios reflejaban la misma filosofía de mesura. Collares con signos zodiacales y relojes sin esfera generaban una sensación de lujo desprovista de funcionalidad convencional. ¿Es esto una crítica a los símbolos tradicionales de estatus o simplemente una decisión estilística?
El enfoque comercial del desfile es innegable. Con prendas más ponibles y una clara inclinación hacia la elegancia pragmática, parece que Balenciaga busca conquistar un público más amplio. El desafío será ver si esta aproximación mantiene la capacidad de Demna para liderar tendencias o si marca el inicio de una Balenciaga más contenida.
El debate está abierto: ¿ha sido este desfile un golpe maestro de reinvención o simplemente un respiro antes de la próxima gran provocación?