China responde con aranceles a Canadá en plena tensión comercial global

Beijing impone fuertes aranceles a productos agrícolas y alimentos canadienses tras las sanciones de Ottawa a las importaciones chinas.

China contraataca con nuevos aranceles a Canadá

La guerra comercial entre China y Canadá ha alcanzado un nuevo nivel de tensión. Beijing anunció recientemente la imposición de aranceles contra productos agrícolas y alimentos importados desde Canadá, en represalia por las sanciones que Ottawa impuso el año pasado a bienes chinos, incluyendo vehículos eléctricos, acero y aluminio.

Según el comunicado oficial de la Comisión de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado de China, las nuevas tarifas entrarán en vigor el 20 de marzo. Entre las medidas más destacadas se encuentran:

  • Aranceles adicionales del 100% sobre el aceite de colza, las tortas de aceite y los guisantes canadienses.
  • Aranceles del 25% sobre productos porcinos y acuáticos provenientes de Canadá.

Estos gravámenes se implementan en un momento en que las tensiones comerciales globales ya estaban en un punto álgido, con constantes represalias comerciales entre Estados Unidos, China, Canadá y México.

El origen de la disputa

La decisión de China surge luego de que Canadá impusiera, en octubre del año pasado, sanciones similares a productos chinos. En aquel momento, Ottawa estableció:

  • Un arancel del 100% sobre los vehículos eléctricos de fabricación china.
  • Una tarifa del 25% para las importaciones chinas de acero y aluminio.

China criticó la medida, calificándola de unilateral y discriminatoria. Pekín argumentó que sus productos han sido objeto de restricciones sin una investigación adecuada, causando disrupciones en el comercio bilateral y afectando los derechos legítimos de las empresas chinas.

El impacto económico en ambos países

El aumento de esta guerra de aranceles podría afectar gravemente a ambos países. Canadá ha sido históricamente un importante exportador de productos agrícolas a China. Según datos del Gobierno canadiense, en 2022, China representó más del 16% de sus exportaciones de productos agrícolas, incluyendo canola y carne de cerdo.

Sin embargo, las tensiones geopolíticas han reducido este flujo comercial. En 2019, Canadá ya había sentido los efectos de una prohibición china sobre las importaciones de canola, después de la detención en Vancouver de Meng Wanzhou, ejecutiva de Huawei, a petición de Estados Unidos.

En esta ocasión, los productores canadienses de cereales y carne de cerdo podrían verse en serios problemas debido a la dependencia del mercado chino. Por otro lado, China también podría experimentar dificultades, ya que Canadá es un proveedor clave de productos agrícolas de alta calidad.

Una guerra comercial que involucra a más actores

Este conflicto no se desarrolla en el vacío, sino en el marco de una guerra comercial con efectos globales. Tanto la Unión Europea como Estados Unidos han adoptado posturas similares contra China, instaurando aranceles especialmente sobre vehículos eléctricos y metales industriales.

Las autoridades occidentales argumentan que China ha subvencionado su industria de manera desleal, creando competencia desleal y afectando sus industrias nacionales. En respuesta, el gobierno chino ha acusado a Occidente de proteccionismo y hostigamiento comercial.

En los últimos meses, Estados Unidos ha intensificado su presión sobre China con nuevas tarifas y restricciones tecnológicas, particularmente en el sector de semiconductores y energías renovables. Canadá, como socio cercano de EE.UU., ha seguido la misma línea, lo que ha provocado la reacción de Beijing.

¿Qué sigue para el comercio mundial?

La tensión entre China y Canadá es solo una pieza del rompecabezas en la reorganización del comercio mundial. La creciente competencia entre Estados Unidos y China está obligando a otros países a tomar partido o buscar estrategias para evitar verse atrapados en estas disputas económicas.

Desde hace algunos años, China ha estado fortaleciendo sus lazos comerciales con otros mercados emergentes, buscando reducir su dependencia de los países occidentales. En este sentido, ha incrementado acuerdos con naciones de Asia, África y América Latina.

Por su parte, Canadá buscará diversificar sus exportaciones agrícolas y reducir su vulnerabilidad a las represalias chinas. Esto podría llevar a una mayor cooperación con Estados Unidos y la Unión Europea, así como con otros mercados como Japón y Corea del Sur.

¿Qué significa esto para los consumidores?

Para los consumidores canadienses, el impacto inmediato podría reflejarse en el aumento de los precios en ciertos productos, en especial en aquellos que dependen de insumos chinos. Mientras tanto, los productores agrícolas y ganaderos temen perder acceso a un mercado clave.

En China, los consumidores también podrían ver un encarecimiento de ciertos productos importados de Canadá, lo que podría llevar a un ajuste en los patrones de compra y consumo.

Con las relaciones diplomáticas y comerciales en un estado de incertidumbre, las próximas semanas serán clave para determinar si ambas naciones buscarán algún tipo de acercamiento diplomático o si la batalla arancelaria seguirá escalando.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press