China y la guerra comercial con EE.UU.: ¿Quién tiene la ventaja?
Pese a las crecientes tensiones con EE.UU., China insiste en que no se dejará amedrentar. ¿Puede realmente soportar los nuevos aranceles estadounidenses?
China no se rinde ante la presión
El ministro de comercio de China, Wang Wentao, dejó claro recientemente que su país no se doblegará ante la presión estadounidense en la guerra comercial en curso. La administración de Donald Trump ha impuesto nuevos aranceles a las importaciones chinas, y Beijing ha respondido con medidas similares. Sin embargo, Wang reiteró que “la coerción y las amenazas no funcionarán con China”.
China, como socio comercial clave para 140 países, tiene múltiples opciones y estrategias para minimizar el impacto de los aranceles estadounidenses. La nación asiática también ha promovido agresivamente nuevos acuerdos de libre comercio con más de 30 países.
La escalada de aranceles y sus consecuencias
Desde que Trump asumió la presidencia en 2017, EE.UU. ha impuesto aranceles adicionales a productos chinos valuados en cientos de miles de millones de dólares. En respuesta, China ha contraatacado con tarifas propias, afectando sectores clave como la agricultura y la tecnología en EE.UU.
Trump ha justificado estas medidas argumentando que China es responsable de la crisis del fentanilo en EE.UU., lo que ha llevado a la imposición de aranceles del 20% a todas las importaciones chinas. Beijing, por su parte, considera esta acusación infundada y reitera la necesidad de negociaciones para resolver diferencias comerciales.
China diversifica sus relaciones comerciales
Uno de los principales argumentos de Wang Wentao es que China no “pone todos los huevos en la misma canasta”. Con acuerdos comerciales en Asia, Europa y América Latina, el gigante asiático busca reducir su dependencia del mercado estadounidense.
China también ha alentado activamente a sus exportadores a participar en ferias internacionales e invertir en el comercio electrónico global, buscando así expandir su presencia más allá de los mercados tradicionales.
El impacto económico y las políticas internas
A pesar de la guerra comercial, China enfrenta otros desafíos internos, como el estancamiento del mercado de la vivienda y el bajo crecimiento del mercado bursátil. La pandemia de COVID-19 dejó estragos en el empleo y en el consumo interno. Las proyecciones de crecimiento para 2025 se sitúan entre el 4.6% y el 4.8%, por debajo de la meta del 5% fijada por el gobierno.
El gobierno de Beijing ha anunciado un plan de acción diseñado para estimular el consumo y las inversiones, aunque los detalles aún no han sido revelados. Se espera un aumento en el gasto en educación, salud y programas de bienestar social para fortalecer la demanda interna.
EE.UU. y Europa: incertidumbre en la política económica
Mientras las tensiones comerciales entre China y EE.UU. continúan, en Europa también existe preocupación por el impacto de estas políticas. El Banco Central Europeo (BCE) ya ha comenzado a reducir las tasas de interés en un intento por estimular el crecimiento económico, pero el riesgo de nuevos aranceles estadounidenses sobre productos europeos podría generar un freno en la recuperación del continente.
En Alemania, la mayor economía de Europa, se han propuesto cambios en las políticas fiscales con un aumento significativo en el gasto militar y el endeudamiento público, algo que podría alterar tanto el crecimiento como la inflación en los próximos años.
El futuro de la guerra comercial
China ha dejado claro que está dispuesta a negociar, pero que no cederá ante la presión. “Lucharemos hasta el final si es necesario”, afirmó Wang Wentao. Sin embargo, con elecciones presidenciales en EE.UU. en el horizonte, el curso de la guerra comercial podría cambiar dependiendo del próximo liderazgo estadounidense.
Mientras tanto, China sigue apostando por su capacidad de diversificación y resistencia económica para enfrentar las sanciones estadounidenses. Queda por ver si estas estrategias lograrán mitigar el impacto de la guerra arancelaria o si llevarán a un reajuste en el equilibrio del comercio global.