El Tribunal Supremo limita el poder de la EPA en un fallo sobre contaminación del agua
La decisión de 5-4 representa un nuevo revés para la regulación ambiental en EE.UU.
En una decisión que marca otro golpe a la regulación ambiental en Estados Unidos, el Tribunal Supremo falló en contra de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) en un caso relacionado con la contaminación del agua en San Francisco. Con una votación de 5-4, la mayoría conservadora del tribunal determinó que la EPA excedió su autoridad bajo la Ley de Agua Limpia al imponer requisitos indefinidos sobre la calidad del agua en los permisos de vertido de residuos.
Un revés para la protección del medio ambiente
El fallo, redactado por el juez Samuel Alito, minimiza la capacidad de la EPA para hacer responsables a ciudades y condados por la calidad del agua en cuerpos receptores de vertidos, en este caso, el Océano Pacífico. Esto significa que, en situaciones de fuertes lluvias cuando las plantas de tratamiento se ven sobrepasadas, San Francisco no estará obligado a cumplir con ciertos estándares generales de calidad del agua, aunque continúe descargando aguas residuales parcialmente tratadas en el océano.
División en el Tribunal Supremo
La decisión dividió a los jueces con Amy Coney Barrett, una conservadora, alineándose con los tres jueces liberales en contra del fallo. La inclinación del Tribunal Supremo hacia favorecer las interpretaciones más limitadas del alcance regulador del gobierno federal ha sido una tendencia constante en los últimos años.
Un fallo con impacto en futuras regulaciones
Este fallo se suma a otras decisiones recientes en las que la Corte Suprema ha limitado el poder de agencias federales para regular industrias. En 2022, por ejemplo, el Tribunal limitó la capacidad de la EPA para regular emisiones de carbono en las plantas de energía, debilitando los esfuerzos del gobierno de Joe Biden para combatir el cambio climático.
La administración Biden ha estado luchando por preservar la autoridad de la EPA, argumentando que restricciones más severas a las regulaciones ambientales ponen en peligro la salud pública y el medio ambiente. Según datos de la EPA, la contaminación del agua afecta a más de 40% de los cuerpos de agua en Estados Unidos, lo que hace que decisiones como esta impacten directamente en la calidad de vida de los ciudadanos.
El apoyo inesperado a San Francisco
El caso trajo consigo una alianza inusual: la ciudad de San Francisco, históricamente progresista, recibió apoyo de grupos empresariales y compañías de energía que buscan menos restricciones ambientales. Empresas y asociaciones de negocios argumentaron que cumplir con los estrictos requisitos impuestos por la EPA habría sido económicamente inviable y que la agencia no puede delegar de manera indefinida la responsabilidad sobre los niveles de contaminación en cuerpos de agua.
El futuro de las regulaciones ambientales
Expertos en derecho ambiental aseguran que este fallo de la Corte Suprema podría sentar precedentes para futuras disputas sobre el alcance del poder federal. La reducción del papel de la EPA en la regulación del agua contaminada podría derivar en estándares más permisivos, lo que elevaría los riesgos tanto para el medio ambiente como para el agua potable en muchas comunidades.
La administración Biden aún podría buscar formas alternativas para reforzar las regulaciones ambientales mediante nuevas legislaciones o acciones ejecutivas, aunque cualquier medida enfrentaría una férrea oposición tanto de la Corte Suprema como del Congreso, con su actual composición dividida.
Esta decisión es vista como una victoria para los sectores empresariales que buscan menos restricciones regulatorias, pero una derrota para los activistas ambientales y comunidades que dependen de cuerpos de agua limpios para su desarrollo y salud. Ahora, la mirada está puesta en cómo los gobiernos locales y estatales adaptarán sus propias regulaciones sin el amparo de normas federales más estrictas.