Caos en el Parlamento de Serbia: Protestas, Corrupción y un Gobierno en Crisis

El aumento en la financiación universitaria desata enfrentamientos en el Parlamento serbio en medio de una profunda crisis política.

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El Parlamento de Serbia se convirtió en una escena de caos el pasado martes cuando las tensiones políticas llegaron a un punto crítico. La sesión, inicialmente programada para votar un aumento en la financiación de la educación universitaria, se vio interrumpida por la oposición que acusó al gobierno de querer aprobar una serie de decisiones sin haber formalizado la renuncia del primer ministro Milos Vucevic.

Protestas y enfrentamientos en el Parlamento

Desde el inicio de la sesión, los legisladores de la oposición utilizaron silbatos y levantaron pancartas con mensajes como “¡Serbia se ha levantado para que el régimen caiga!”. La tensión escaló rápidamente y se desataron enfrentamientos dentro del recinto, con legisladores lanzando bengalas, bombas de humo, huevos y botellas de agua.

Se reportaron al menos tres parlamentarios heridos, uno de ellos de gravedad. La presidenta del Parlamento, Ana Brnabic, calificó a la oposición como una “banda terrorista” y condenó los actos de violencia. Sin embargo, los manifestantes y líderes opositores señalan que estas acciones son una respuesta al deteriorado estado democrático en el país.

El trasfondo de la crisis política

El malestar político en Serbia ha estado en aumento en los últimos meses, con protestas masivas que han sacudido al gobierno populista de Aleksandar Vucic. En noviembre de 2024, el colapso de un techo en una estación de tren en Novi Sad dejó 15 muertos, un evento trágico que muchos atribuyen a la corrupción y negligencia gubernamental.

Este desastre provocó una ola de indignación y protestas diarias por parte de estudiantes y grupos civiles, exigiendo el fin de la corrupción y mejores condiciones en el país. Ante la presión, el primer ministro Milos Vucevic presentó su renuncia en enero de 2025, pero hasta la fecha, el Parlamento no ha confirmado oficialmente su dimisión.

La lucha por la educación y un pedido de elecciones libres

Uno de los principales motores de las protestas ha sido el financiamiento a la educación superior. Los estudiantes fueron un factor clave en las manifestaciones, exigiendo más presupuesto para las universidades y denunciando la mala administración de los fondos públicos.

A pesar del desorden en la sesión parlamentaria, la oposición aseguró que estaba dispuesta a respaldar el incremento en la financiación educativa, pero no aceptaría la aprobación de decisiones adicionales bajo un gobierno cuestionado.

Radomir Lazovic, parlamentario de izquierda, afirmó que la única discusión válida debe ser sobre la caída del gobierno: “La única salida a esta crisis es la formación de un gobierno de transición que garantice elecciones justas y libres”. Sin embargo, el partido gobernante ha rechazado reiteradamente esta demanda.

Un gobierno en la cuerda floja

El presidente Aleksandar Vucic y su partido populista han gobernado con una autoridad cada vez más rígida, acumulando críticas por la falta de transparencia y el deterioro de las instituciones democráticas. Aunque Serbia formalmente busca ingresar a la Unión Europea, el gobierno ha mantenido prácticas que muchos consideran autoritarias.

El colapso del techo de la estación de tren en Novi Sad simboliza para muchos el problema estructural de la administración pública. La indignación ciudadana no solo gira en torno a este incidente, sino también a la sensación generalizada de impunidad y corrupción en el país.

Mientras la crisis se agrava, la posibilidad de una oposición más fuerte y la creciente movilización estudiantil podrían representar un punto de inflexión en el panorama político de Serbia.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press