El Sacrificio de Eid al-Adha en Marruecos: Una Tradición en Riesgo
La crisis ganadera y económica llevan al rey Mohammed VI a pedir a los marroquíes que renuncien al sacrificio de ovejas
El impacto de la crisis ganadera en Marruecos
El Eid al-Adha, o “Fiesta del Sacrificio”, es una de las celebraciones más importantes del calendario islámico. Durante esta festividad, millones de musulmanes en todo el mundo sacrifican una oveja, cabra o res en conmemoración del pasaje coránico en el que el profeta Ibrahim estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo en obediencia a Dios. Sin embargo, en Marruecos, este ritual se ha visto amenazado por una crisis ganadera sin precedentes.
El rey Mohammed VI ha tomado una decisión histórica al pedir a los ciudadanos que renuncien a la compra de ganado para el sacrificio este año. La razón detrás de esta petición es la drástica reducción del número de ovejas en el país, provocada por una combinación de factores climáticos y económicos.
Los efectos de la sequía y el aumento de precios
La sequía ha golpeado duramente a la región del Magreb, incluyendo Marruecos. Según el Ministerio de Agricultura, la cantidad de lluvias actuales es un 53% inferior al promedio de los últimos 30 años. Esta drástica disminución de las precipitaciones ha afectado los pastizales, encareciendo el alimento del ganado y reduciendo significativamente el número de ovejas y vacas disponibles para su venta y sacrificio.
Desde 2016, el último año en el que se realizó un censo ganadero, la población de ovejas y bovinos ha disminuido en un 38%. Este colapso en la producción ha llevado a una escalada de precios insostenible para la mayoría de los marroquíes. En un país donde el salario mínimo mensual es de aproximadamente 3,000 dirhams marroquíes (302 dólares), el costo de una oveja de calidad puede superar los ingresos de un hogar promedio.
Una medida sin precedentes en casi tres décadas
Esta no es la primera vez que una autoridad marroquí interviene en la tradición del sacrificio ovino. Durante el reinado del rey Hassan II (padre del actual monarca), hubo tres precedentes de medidas similares, generalmente en tiempos de guerra, crisis económica o cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) exigió el fin de subsidios a los alimentos.
El llamado del rey Mohammed VI refleja la gravedad de la situación económica en Marruecos, donde la inflación de los productos alimentarios ha golpeado duramente a los sectores más vulnerables de la sociedad. Un informe del Centro Marroquí para la Ciudadanía reveló que el 55% de las familias marroquíes encuestadas el año pasado reportaron dificultades para costear el sacrificio y la preparación de las comidas festivas asociadas con esta celebración religiosa.
El sacrificio como símbolo de tradición y piedad
El Eid al-Adha no es solo un evento festivo, sino una ocasión profundamente arraigada en la identidad islámica de los marroquíes. La preparación de la festividad comienza con semanas de anticipación, con mercados llenos de gente comparando precios y buscando la oveja ideal. Después del sacrificio, la carne suele dividirse en tres partes: una para la familia, otra para amigos y vecinos, y una última que se dona a los más necesitados.
Sin embargo, en un contexto donde miles de familias tienen que endeudarse para mantener esta tradición, la decisión del monarca busca aliviar una carga financiera importante. De hecho, muchas familias suelen recurrir a préstamos o incluso vender bienes personales para comprar un animal de sacrificio.
Alternativas en tiempos de crisis
Ante la imposibilidad de realizar el sacrificio este año, las autoridades han instado a los ciudadanos a concentrarse en el aspecto espiritual de la celebración, en lugar del componente material. Algunos líderes religiosos han señalado que las donaciones en efectivo a obras benéficas o la distribución de alimentos entre los más necesitados pueden ser alternativas válidas en vista de la situación actual.
Este año, Marruecos también ha recurrido a la importación de ganado de países como España, Rumania y Australia, buscando mitigar parte del déficit local. Sin embargo, el costo sigue siendo prohibitivo para la mayoría de la población, lo que hace que la importación no sea una solución viable para todos.
Protestas y demandas sociales
A lo largo de los últimos años, las protestas por el alto costo de vida han aumentado en Marruecos. Los sindicatos y grupos activistas han criticado las medidas del gobierno, alegando que no son suficientes para combatir el alza de los precios de los productos básicos.
El sacrificio de Eid al-Adha se ha convertido, indirectamente, en un símbolo de la creciente desigualdad en Marruecos, donde las tensiones entre la élite económica y la clase trabajadora se han intensificado. ¿Cómo puede un país que cuenta con infraestructura moderna y un crecimiento económico en algunas regiones seguir enfrentando problemas básicos de acceso a la alimentación?
El futuro del Eid al-Adha en Marruecos
Aunque la recomendación del rey Mohammed VI es una respuesta temporal a la crisis actual, plantea preguntas sobre el futuro a largo plazo de la Fiesta del Sacrificio en Marruecos. Si la sequía y la inflación continúan, es posible que más familias se vean obligadas a cambiar su enfoque sobre esta celebración.
Gran parte de la solución depende de cómo el gobierno marroquí maneje la crisis climática y económica. A corto plazo, la diversificación de fuentes de ganado y un control más estricto sobre la especulación de precios podrían aliviar la carga, aunque la clave estará en políticas agrícolas sostenibles que prevengan futuras catástrofes en la ganadería.
Mientras tanto, muchas familias marroquíes deberán afrontar este Eid al-Adha con un enfoque diferente, centrado más en la espiritualidad que en la tradición de sacrificio. Será un año de adaptación, pero también de reflexión sobre cómo equilibrar una devoción religiosa con las realidades de un mundo en cambio constante.