Sudán en crisis: El hambre acecha mientras la guerra detiene la ayuda humanitaria
El conflicto armado entre el ejército y las fuerzas paramilitares pone en peligro a medio millón de desplazados en el campo de Zamzam.
El drama humanitario en Zamzam
Sudán sigue sumido en una crisis humanitaria devastadora. El Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) anunció la suspensión temporal de la distribución de ayuda en el campamento de desplazados de Zamzam, en la región de Darfur, debido a los intensos enfrentamientos entre el ejército sudanés y las fuerzas paramilitares denominadas Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
Esta suspensión es un golpe demoledor para los cerca de 500,000 desplazados que dependen de la asistencia humanitaria en el campamento. Laurent Bukera, director regional del WFP, advirtió que sin una reanudación inmediata de la ayuda, miles podrían morir de hambre en las próximas semanas.
Las consecuencias de la guerra
Desde abril de 2023, Sudán ha sido escenario de un conflicto brutal entre las fuerzas gubernamentales y las paramilitares RSF. Este enfrentamiento ha provocado una catástrofe humanitaria con miles de muertos, desplazados y una crisis alimentaria sin precedentes.
El WFP señala que su capacidad para llegar a los campamentos ha disminuido drásticamente. Aunque la organización alimentaba regularmente a unos 300,000 residentes de Zamzam, solo lograron asistir a 60,000 personas este mes debido a los bombardeos y enfrentamientos en la zona.
Un mercado destruido y el aumento del hambre
Uno de los ataques recientes destruyó el mercado central del campamento, una fuente vital de alimentos y suministros básicos para los desplazados. Esto obligó a los residentes a aventurarse fuera de Zamzam en busca de recursos, exponiéndolos a aún más peligros en medio del conflicto.
La situación es particularmente grave porque Sudán ya estaba en crisis antes de la guerra. Según datos de la ONU, más de 20 millones de sudaneses enfrentan inseguridad alimentaria grave, lo que representa casi la mitad de la población del país.
El papel de la comunidad internacional
A pesar de los llamados de la ONU y las organizaciones humanitarias, el acceso a la ayuda sigue siendo extremadamente difícil. Clementine Nkweta-Salami, coordinadora humanitaria de la ONU en Sudán, ha acusado a las RSF de bloquear sistemáticamente la llegada de asistencia a Darfur.
Mientras tanto, la Corte Penal Internacional investiga posibles crímenes de guerra cometidos durante el conflicto, incluyendo asesinatos étnicamente motivados y violencia de género. Sin embargo, la falta de cooperación de los grupos armados dificulta cualquier avance en la justicia internacional.
Una crisis olvidada
A pesar de la magnitud de la tragedia en Sudán, la comunidad internacional ha mostrado una respuesta tibia. La guerra en Ucrania y otros conflictos han desviado la atención de la crisis sudanesa, dejando a millones de personas atrapadas en un círculo de violencia y hambre.
Los expertos advierten que, si no se toman medidas urgentes, Zamzam podría convertirse en el epicentro de una hambruna sin precedentes. La ONU insiste en la necesidad de un alto el fuego inmediato y la apertura de corredores humanitarios para evitar una catástrofe aún mayor.