Gobernadores demócratas buscan contratar a ex-empleados federales despedidos
Mientras la administración Trump reduce el gobierno federal, varios estados demócratas buscan aprovechar el talento despedido
En un esfuerzo por contrarrestar los recortes masivos de personal en el gobierno federal bajo la administración de Donald Trump, varios gobernadores demócratas han comenzado a reclutar a trabajadores despedidos para ocupar vacantes en sus estados. Esta estrategia no solo busca fortalecer su fuerza laboral estatal ante la escasez de personal, sino que también se perfila como un acto político que desafía directamente la agenda del expresidente republicano.
Una campaña de contratación a nivel estatal
En Nueva York, la gobernadora Kathy Hochul lanzó recientemente una iniciativa de contratación para recibir a estos ex-empleados federales. En un comunicado, aseguró: “El gobierno federal puede decir ‘Estás despedido’, pero en Nueva York decimos ‘Estás contratado’. De hecho, amamos a los trabajadores federales”.
Sin embargo, en la práctica, la iniciativa no ofrece beneficios exclusivos para estos trabajadores, ya que únicamente los dirige al portal de empleos estatal ya existente. Su oficina ha declarado que están trabajando para crear un portal con información más específica y recursos enfocados en estos afectados.
Hawái acelera el proceso de contratación
En cambio, Hawái ha tomado un paso más concreto. Su gobernador demócrata, Josh Green, firmó una orden ejecutiva para agilizar la contratación de ex-trabajadores federales, permitiendo que los candidatos calificados puedan recibir una oferta condicional en un plazo de 14 días. Actualmente, el estado tiene aproximadamente 4,000 puestos vacantes en su sector público.
Según Colin Moore, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Hawái, la medida es un acierto para el estado, pues las limitaciones salariales en el sector público solían impedir que captaran talento de agencias federales. “Gracias a estos despidos, ahora pueden acceder a empleados altamente calificados que antes eran inalcanzables”, explicó Moore.
Otros estados se suman
En Nuevo México, la gobernadora Michelle Lujan Grisham ha fomentado que los ex-empleados federales soliciten seguros de desempleo y asistan a ferias de empleo estatales. Su administración también ha promovido oportunidades educativas y programas de capacitación para ayudar en la transición laboral.
Por su parte, Virginia, un estado con gran número de trabajadores federales, también está tomando medidas. El gobernador republicano Glenn Youngkin ha lanzado una página con vacantes tanto en el sector público como privado. Afirmó que aunque los recortes de la administración Trump son necesarios para mejorar la eficiencia gubernamental, el esfuerzo por apoyar a los trabajadores desplazados sigue siendo prioritario.
Impacto en el panorama político y electoral
Este movimiento por parte de los gobernadores demócratas tiene una doble intención. Por un lado, buscan reforzar su administración con empleados calificados, pero por otro, también es una jugada política de cara a las futuras elecciones. Al posicionarse como protección contra los despidos masivos del gobierno federal, estos líderes buscan solidificar su base electoral.
Además, estás iniciativas funcionan como una forma de desafiar directamente la narrativa de Trump sobre la supuesta ineficiencia del gobierno federal. Con una campaña que resalta la importancia de los trabajadores en agencias nacionales, los demócratas pueden reforzar su postura de que el gobierno debe proteger empleos valiosos en lugar de reducir su tamaño drásticamente.
¿Funcionará esta estrategia?
Aunque las intenciones de los gobernadores son claras, aún es incierto cuán efectiva resultará esta estrategia. Si bien estados como Hawái pueden beneficiarse de la adquisición de talento federal disponible, estados como Nueva York han sido criticados por no ofrecer incentivos tangibles más allá de su simple página de empleo.
Para que esta medida tenga éxito, será clave garantizar que estos ex-trabajadores federales realmente encuentren posiciones bien remuneradas y con estabilidad a nivel estatal. En función de cómo evolucione el panorama político y económico, esta campaña de contratación podría jugar un papel crucial en la narrativa de los comicios venideros.
