El giro de Trump en Ucrania: ¿una señal para China y Taiwán?
El cambio de postura de Trump sobre Ucrania genera interrogantes sobre la estrategia estadounidense en Asia.
El reciente cambio de postura del expresidente de EE.UU., Donald Trump, respecto a Ucrania ha encendido alarmas en la comunidad internacional. Afirmaciones como que Ucrania "nunca debió iniciar la guerra" y sus cuestionamientos hacia la legitimidad del gobierno de Volodímir Zelenski han dejado un rastro de incertidumbre sobre el compromiso de Washington con sus aliados.
¿Qué implica este cambio de postura?
Durante los últimos años, EE.UU. ha mantenido una política de firmeza frente a Rusia, sancionándola y apoyando militarmente a Ucrania tras la invasión iniciada en 2022. Sin embargo, con la reciente comunicación directa con Moscú y una narrativa que resuena con la postura del Kremlin, Trump ha sembrado dudas sobre la continuidad de este enfoque.
Uno de los países más atentos a esta evolución es China. Pekín reclama a Taiwán como parte de su territorio y no ha descartado la posibilidad de tomar la isla por la fuerza. Un debilitamiento de Estados Unidos en asuntos europeos podría interpretarse como una oportunidad para expandir su influencia en Asia.
El paralelismo entre Ucrania y Taiwán
Las comparaciones entre Ucrania y Taiwán no son nuevas. Así como Moscú argumenta que Ucrania forma parte de su esfera histórica, China ve a Taiwán como una provincia rebelde. La gran diferencia radica en el respaldo que cada nación ha recibido de Occidente. Mientras que la OTAN y la UE han dado un apoyo sólido a Kyiv, la situación de Taiwán se enmarca en una política de "ambigüedad estratégica", que si bien incluye suministros militares, no garantiza una intervención militar directa.
Expertos como Russell Hsiao, director del Global Taiwan Institute, sugieren que el cambio de tono de Trump sobre Ucrania podría sembrar incertidumbre en la isla. "Podrían preguntarse si EE.UU. podría hacer lo mismo con ellos", declaró en una reciente entrevista.
Trump y su relación con Taiwán
Cuando Trump dejó la Casa Blanca en 2021, era visto con buenos ojos en Taiwán debido a su postura firme frente a China. Sin embargo, en tiempos recientes, su retórica ha cambiado. Ha sugerido que Taiwán debería pagar por su propia defensa y ha acusado al país de aprovecharse de la industria de semiconductores estadounidense.
Además, su administración ha designado figuras con una postura dura contra China en roles clave. Su secretario de Estado, Marco Rubio, y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, han enfatizado la importancia de contener a Pekín en la región del Indo-Pacífico. Hegseth incluso argumentó que un menor apoyo a Ucrania permitiría concentrar más esfuerzos en Asia.
¿Se atreverá China a actuar?
Si bien la incertidumbre es palpable, algunos analistas creen que Xi Jinping no tomará decisiones apresuradas. "Trump es demasiado impredecible", señala Hsiao, enfatizando que el líder chino no dará por sentado que la Casa Blanca replicará su enfoque de Ucrania en Asia.
La clave podría estar en cómo continúan desarrollándose los eventos en Europa. Si Washington sigue retirando su apoyo a Ucrania sin grandes repercusiones, Pekín podría interpretar esto como una oportunidad para intensificar su presión sobre Taiwán.
¿Qué sigue?
Mientras analistas y funcionarios debaten la implicación de este cambio de estrategia, en Taiwán la preocupación crece. En este contexto volátil, la isla busca reforzar sus lazos con EE.UU. y otros aliados en el Indo-Pacífico.
Será crucial observar los próximos movimientos de la administración estadounidense y si continúa su tendencia de aislamiento en ciertos conflictos para volcar su atención sobre China. De ser así, el tablero geopolítico podría estar a punto de presenciar una nueva era de incertidumbre.