El beso de The 1975 en Malasia: arte, política y el costo de la provocación

Un beso que desafió leyes y costumbres

El 21 de julio de 2023, en el marco del festival Good Vibes en Kuala Lumpur, Malasia, la banda británica The 1975 protagonizó un acto que acabó costándoles caro: Matty Healy, su vocalista, criticó enérgicamente las leyes del país contra la homosexualidad y, poco después, besó en la boca a Ross MacDonald, el bajista de la banda frente a una multitud. El acto no pasó desapercibido. En una nación predominantemente musulmana, donde la homosexualidad es castigada con hasta 20 años de prisión y la pena de azotes, la escena despertó indignación tanto entre las autoridades como dentro de ciertos sectores de la sociedad civil.

El festival suspendido y la respuesta legal

La reacción de las autoridades malasias fue inmediata: el festival Good Vibes fue cancelado, afectando no solo a The 1975, sino a muchas otras bandas y asistentes. La organización del evento, Future Sound Asia (FSA), demandó a la banda británica exigiendo 1.9 millones de libras esterlinas (unos 2.4 millones de dólares) por incumplimiento de contrato, argumentando que el grupo sabía a lo que se atenía al actuar en Malasia. Sin embargo, en junio de 2024, un tribunal en Londres determinó que los miembros individuales de The 1975 no podían ser considerados personalmente responsables de las pérdidas del festival. La decisión del juez William Hansen dejó el caso abierto solo contra la empresa de la banda, The 1975 Productions LLP, pero eliminó la responsabilidad de sus integrantes. Como consecuencia, FSA también deberá pagar 100,000 libras en costos legales.

La provocación como arma política

El beso de Matty Healy no fue un acto aislado. En 2019, durante un concierto en los Emiratos Árabes Unidos, el cantante besó a un fan masculino en el escenario en un país donde la homosexualidad también es ilegal. Estas acciones levantan el debate sobre el papel de los músicos en los derechos humanos y la lucha por la igualdad. Mientras algunos ven en estos gestos una valiente resistencia contra las políticas represivas, otros los consideran irresponsables y perjudiciales para las comunidades LGBTQ+ locales. Organizaciones defensoras de los derechos LGBTQ+ criticaron a The 1975 por su accionar en Malasia, alegando que actos de este tipo pueden poner en grave peligro a ciudadanos homosexuales de países con legislaciones estrictas en su contra.

Repercusiones y censura internacional

El incidente tuvo un costo alto para la banda y su gira. Tras el evento en Malasia, The 1975 canceló sus conciertos en Taiwán e Indonesia. Además, el gobierno malasio los incluyó en una lista negra, prohibiéndoles actuar en el país en el futuro. Pero la controversia también provocó un diálogo más amplio sobre la censura y la libertad de expresión. Cuando la música y la política se mezclan, las consecuencias pueden ser impredecibles. Healy, conocido por su actitud irreverente y mensajes políticos en sus conciertos, parece dispuesto a correr el riesgo, aunque el precio sea alto.

¿Dónde está la línea?

El caso de The 1975 nos deja con una pregunta central: ¿dónde está el límite entre el arte, la protesta y la responsabilidad? Para algunos, es un acto de valentía: desafiar leyes opresivas en favor de los derechos humanos. Para otros, es un uso irresponsable de la plataforma artística, que ignora los efectos colaterales en áreas locales. Lo cierto es que lo ocurrido en Malasia no es un caso aislado. En un mundo donde las restricciones legales sobre libertad de expresión, sexualidad y arte varían drásticamente de un país a otro, las giras de artistas internacionales pueden convertirse en escenarios de conflictos políticos y culturales. Mientras tanto, The 1975 sigue su camino sin arrepentimientos. Healy dejó claro que su intención no era solo provocar, sino generar conversación. Y lo ha conseguido.