La victoria de Canadá en el 4 Nations Face-Off: un evento que redefinió el hockey internacional
El torneo mostró el fervor y la pasión por el hockey al más alto nivel, con récords de audiencia y una entrega total de los jugadores.
Un torneo sin precedentes
El 4 Nations Face-Off fue concebido como una solución temporal a la larga espera de los mejores jugadores de hockey para competir en un torneo de selecciones nacionales. Para muchos, parecía un simple reemplazo del fin de semana de estrellas de la NHL, pero la realidad superó cualquier expectativa.
Desde el primer partido, quedó claro que este torneo no tenía nada de amistoso. El duelo inicial entre Canadá y Suecia encendió la llama de la emoción con un pase magistral de Sidney Crosby a Nathan MacKinnon para abrir el marcador en apenas 56 segundos. Este nivel de intensidad se mantuvo hasta la gran final, donde Canadá derrotó a Estados Unidos en tiempo extra con un gol inolvidable de Connor McDavid.
Récords de audiencia y apuestas
El impacto del torneo no solo se sintió en la pista de hielo, sino también en las casas de apuestas y en la audiencia televisiva. Según Sportsnet, más de 10.7 millones de personas en Canadá vieron la final, lo que representa más de un cuarto de la población total del país. En total, el promedio de audiencia en América del Norte fue de 4.6 millones para la fase de grupos y más de 10 millones para el primer enfrentamiento entre EE.UU. y Canadá.
El interés generado también se reflejó en el mundo de las apuestas. El 4 Nations Face-Off rompió récords con una cantidad sin precedentes de dinero en juego en un torneo de hockey de selecciones nacionales. La inesperada popularidad del evento dejó claro que los aficionados están hambrientos de este tipo de competiciones.
Un espectáculo digno de los Juegos Olímpicos
El torneo terminó convirtiéndose en una antesala perfecta de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026 en Milán, donde la NHL volverá a permitir la participación de sus jugadores después de las ausencias en 2018 y 2022. El comisionado Gary Bettman dejó claro que este evento servía como un aperitivo para la máxima competencia internacional del deporte.
Para los jugadores, no había dudas sobre el nivel de compromiso y la intensidad del torneo. “Fue mucho más popular de lo que imaginábamos,” confesó MacKinnon. Por su parte, Brady Tkachuk, delantero del equipo estadounidense, dejó claro que la derrota solo servirá como motivación para los Juegos Olímpicos: “Siempre recordaré este momento. Todo sucede por una razón, y este año nos ayudará a prepararnos para el siguiente.”
Un futuro prometedor para los torneos internacionales
Más allá del éxito inmediato, el 4 Nations Face-Off dejó en claro que los aficionados desean más torneos de selecciones nacionales con los mejores jugadores del mundo. Desde la última edición de la Copa del Mundo de Hockey en 2016, no se había visto un evento con tanta intensidad y entrega. Para Canadá, el triunfo refuerza su estatus como potencia dominante, manteniendo su condición de invicto en torneos internacionales con jugadores de la NHL en los últimos 15 años.
El torneo también sirvió como un escaparate para la calidad del hockey y su capacidad de atraer nuevas audiencias. Figuras ajenas al deporte, como el exjugador de la NFL J.J. Watt, destacaron el impacto de la competencia en redes sociales, celebrando el espectáculo y la pasión con la que disputaron los partidos.
Con la emoción del 4 Nations aún fresca, todas las miradas están puestas en Milán 2026, donde la batalla por el oro olímpico promete ser aún más feroz.