El futuro incierto de la reubicación de refugiados en EE.UU.

La pausa en los programas de reasentamiento deja en vilo a miles de refugiados y patrocinadores

La llegada de refugiados a los Estados Unidos ha alcanzado niveles no vistos en casi tres décadas. Esta oleada ha sido facilitada por el trabajo conjunto de organizaciones sin fines de lucro y ciudadanos comunes. Sin embargo, el panorama cambió drásticamente con la reciente suspensión de importantes programas de reasentamiento, dejando a patrocinadores y refugiados en un estado de incertidumbre.

Expansión y suspensión de programas

En los últimos años, programas como el Welcome Corps y el parole humanitario han permitido la entrada de más de 800,000 personas de países como Cuba, Haití, Nicaragua, Venezuela, Ucrania y Afganistán. Estos programas fueron diseñados para facilitar la integración de refugiados, ofreciendo autorizaciones de trabajo por dos años, aunque sin un camino directo a la ciudadanía.

El Welcome Corps en particular permitió a ciudadanos privados patrocinar a refugiados. Desde su establecimiento en enero de 2023, más de 9,000 patrocinadores han acogido a alrededor de 4,500 refugiados. La idea central era que el apoyo de grupos pequeños y privados fuese más eficaz que el respaldo gubernamental.

Pero esta tendencia se detuvo abruptamente con la llegada de la nueva administración presidencial, la cual suspendió el programa Welcome Corps y ralentizó la concesión de parole humanitario. La razón principal señalada por el gobierno fue presuntos abusos de estos mecanismos.

Impacto en patrocinadores y refugiados

Rivly Breus, consejera de crisis en Florida, ha patrocinado a más de 30 refugiados provenientes de Haití, Ucrania y Cuba. Desde la suspensión del programa, Breus y su equipo han enfrentado dificultades para responder preguntas de refugiados que ahora se sienten atrapados en la incertidumbre.

Breus explica que muchas de estas personas están atrapadas en una situación donde no pueden acceder a nuevas oportunidades ni recibir garantías sobre su futuro en el país. “Nos deja en el limbo porque no podemos darles el aliento que usualmente damos”, comenta.

La importancia del patrocinio privado

El concepto del Welcome Corps giraba en torno a la idea de que el apoyo a refugiados debía recaer en la sociedad civil en lugar de depender exclusivamente del gobierno. Ed Shapiro, uno de los principales financiadores del programa, defendió esta idea afirmando que “el patrocinio privado significa que no estamos pidiendo al gobierno que lo pague, estamos diciendo ‘dejemos que los ciudadanos lo hagan’”.

Muchos patrocinadores habían destinado recursos, tiempo y dinero para apoyar a refugiados incluso antes de su llegada, asegurándose de que tuvieran un lugar donde vivir, un empleo y educación. Pero con la suspensión, miles de planes de reasentamiento quedaron inconclusos.

Casos a nivel nacional

En Utah, Pensilvania y Florida, patrocinadores han expresado su frustración con el nuevo panorama. Algunos han llevado su preocupación al Congreso intentando convencer a los legisladores de la importancia de mantener abiertos estos programas.

Por ejemplo, Clydie Wakefield, una maestra jubilada, tenía listo un hogar para recibir a una familia afgana. Había trabajado con su comunidad en la compra de muebles y preparativos para su llegada, pero el cierre de programa dejó todo en pausa.

En Pensilvania, Chuck Pugh y su grupo bipartidista habían apoyado a una familia afgana para que pasara largos procesos de verificación en Pakistán. Después de meses de recolección de fondos y trámites, la familia estaba lista para viajar cuando se implementó la suspensión.

El futuro de los refugiados en EE.UU.

Con la suspensión de estos programas, expertos advierten sobre las consecuencias humanitarias y económicas. La presidenta de Grantmakers Concerned with Immigrants and Refugees, Marissa Tirona, destaca que el programa había sido una oportunidad para que las comunidades locales adoptaran un papel más activo en el proceso de integración.

Ahora, muchos refugiados buscan alternativas en otros países, mientras que las organizaciones filantrópicas, como Welcome.US, intentan encontrar soluciones. Ed Shapiro indicó que su fundación está reorientando esfuerzos hacia programas similares en Canadá, Alemania y Japón.

El Departamento de Seguridad Nacional ha indicado que realizará una revisión en un plazo de 90 días para definir el futuro de estos programas. Mientras tanto, miles de refugiados y sus patrocinadores continúan en un estado de incertidumbre, sin una fecha clara para encontrar respuestas definitivas.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press