La batalla legal por el acceso al aborto en Georgia: un conflicto sin fin

El caso contra la prohibición del aborto en Georgia enfrenta nuevos obstáculos legales que retrasan la justicia para miles de mujeres

El debate sobre el aborto en Estados Unidos ha sido uno de los más polarizantes en la historia reciente, y Georgia se encuentra en el epicentro de esta batalla. Esta semana, la Corte Suprema del estado decidió remitir nuevamente el caso contra la ley antiaborto a un tribunal inferior para revisar si los demandantes tienen derecho legal a presentar su caso. Esta decisión representa un nuevo obstáculo en la lucha por la autonomía corporal y los derechos reproductivos de las mujeres.

Una prohibición que redefine los derechos en Georgia

La legislación en cuestión, promulgada en 2019 por el gobernador republicano Brian Kemp, prohíbe la mayoría de los abortos después de aproximadamente seis semanas de embarazo, un período en el cual muchas mujeres ni siquiera saben que están embarazadas. La ley entró en vigor tras la decisión de 2022 de la Corte Suprema de EE.UU. que revocó el fallo Roe vs. Wade, eliminando la protección constitucional del derecho al aborto.

Retrasos legales y la cuestión del “standing”

El caso contra la prohibición del aborto en Georgia llegó inicialmente a la Corte Suprema del estado después de que el juez del Tribunal Supremo del Condado de Fulton, Robert McBurney, dictaminara en septiembre que la ley era inconstitucional. Argumentó que la constitución estatal de Georgia protege el derecho a tomar decisiones personales sobre la atención médica, incluyendo el aborto.

Sin embargo, la revisión actual del caso se debe a un cambio en la ley del estado sobre quién puede demandar. Anteriormente, terceros podían presentar demandas en nombre de otros, pero ahora sólo quienes pueden demostrar que sus propios derechos están siendo afectados directamente pueden hacerlo. Esto pone en suspenso el dictamen previo de McBurney y prolonga la incertidumbre sobre el acceso al aborto en el estado.

Impacto en los derechos de las mujeres

Andrea Young, directora ejecutiva de la American Civil Liberties Union de Georgia, expresó su frustración al afirmar que esta decisión “ha retrasado aún más cualquier posibilidad de justicia para las mujeres y familias en nuestro estado”.

Por su parte, Monica Simpson, directora del SisterSong Women of Color Reproductive Justice Collective, denunció que no se trata solo de un retraso procesal, sino de una amenaza real para la seguridad de las comunidades marginadas. “Cada día que la prohibición del aborto sigue vigente, nuestras familias y comunidades corren peligro”, declaró.

Una tendencia que afecta a otros estados

El caso de Georgia no es aislado. Actualmente, al menos 12 estados de EE.UU. han implementado prohibiciones totales del aborto, mientras que otros cuatro han restringido el procedimiento a partir de la sexta semana. En algunos lugares, como Missouri, los votantes han logrado revertir estas restricciones, lo que resalta la profunda división sobre el tema en el país.

¿Qué sigue en la batalla legal?

El futuro de la ley de aborto de Georgia ahora depende del tribunal de primera instancia, donde se determinará si los demandantes tienen el derecho legal de continuar con su caso. Mientras tanto, miles de mujeres en el estado continúan enfrentando barreras para acceder a servicios de salud reproductiva.

Este caso es una muestra clara de cómo la lucha por los derechos reproductivos en Estados Unidos está lejos de finalizar. Con múltiples estados imponiendo cada vez más restricciones y otros desafiando estas leyes en los tribunales, la cuestión del aborto sigue siendo un tema clave en la política estadounidense.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press