Seguridad aérea: cómo los avances en diseño salvaron vidas en el accidente de Toronto
El sorprendente aterrizaje accidentado de un avión de Delta en Toronto ha puesto en evidencia cómo la innovación en la ingeniería aeronáutica ha reducido drásticamente el riesgo de fatalidades.
Un aterrizaje accidentado con un final milagroso
El reciente accidente de un avión de Delta Air Lines en el aeropuerto Pearson de Toronto dejó imágenes impactantes: un avión en llamas, volcando en la pista y terminando boca abajo. Sin embargo, un hecho sorprendente es que las 80 personas a bordo lograron salir con vida, muchas sin heridas graves.
La escena planteó una pregunta inevitable: ¿cómo puede ser que un accidente tan espectacular no haya tenido consecuencias fatales? La respuesta radica en décadas de avances en ingeniería aeronáutica y protocolos de seguridad que han hecho que volar siga siendo el medio de transporte más seguro del mundo.
Diseño de aviones: clave para la supervivencia
Para los expertos en aviación, la supervivencia de todos los pasajeros y la tripulación no es casualidad. Michael McCormick, profesor en la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle, comentó que la manera en que el avión se desintegró y la estructura de sus componentes clave fueron factores determinantes.
Uno de los puntos cruciales en el diseño de aviones modernos es la forma en la que se rompe. Los tanques de combustible están ubicados en las alas, y estas están diseñadas para desprenderse en caso de un impacto fuerte, reduciendo el riesgo de explosión. Además, la aleta vertical es frangible, permitiendo que el avión quede en una posición que facilite la evacuación.
Interiores reforzados para la seguridad
Otro factor que jugó un papel clave en la seguridad de los pasajeros fue la resistencia de los asientos y cinturones de seguridad. Jeff Guzzetti, exinvestigador de la FAA, explicó que los asientos de los aviones comerciales están diseñados para soportar impactos de hasta 16 veces la fuerza de la gravedad.
Gracias a esto, los pasajeros lograron mantenerse sujetos a sus asientos, incluso cuando el avión terminó de cabeza. Esto evitó que sufrieran heridas graves debido al impacto o al desplazamiento dentro de la cabina.
La preparación de la tripulación: una diferencia crucial
Más allá de la ingeniería, la capacidad de respuesta de la tripulación fue clave en la evacuación exitosa. En la aviación comercial, los auxiliares de vuelo reciben entrenamiento riguroso para actuar con rapidez en situaciones de emergencia. En este caso, lograron evacuar a la mayoría de los pasajeros antes de que llegaran los equipos de rescate.
Sobre la actuación de los pilotos y la tripulación, Deborah Flint, directora ejecutiva de la Autoridad Aeroportuaria de Toronto, los calificó como “héroes”, mientras que el CEO de Delta, Ed Bastian, señaló que la respuesta fue un “testimonio de la seguridad integrada en el sistema”.
¿Qué pudo haber causado el accidente?
Si bien la investigación aún está en curso, se están considerando diversas hipótesis, como condiciones climáticas adversas, fallos mecánicos o un posible error humano. Ken Webster, investigador del Consejo de Seguridad en el Transporte de Canadá, confirmó que se están analizando los datos de las grabaciones de la caja negra y del vuelo.
Videos del aterrizaje muestran que el avión impactó con fuerza contra la pista antes de inclinarse y volcar. A pesar del incidente, lo sucedido sirve como ejemplo de cómo los avances en seguridad aérea siguen evolucionando para evitar tragedias.
Aviación comercial: sigue siendo el transporte más seguro
Datos de la Administración Federal de Aviación (FAA) y la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) confirman que los accidentes aéreos han disminuido significativamente en las últimas décadas. En 2023, hubo menos de un accidente por cada millón de vuelos comerciales en todo el mundo.
Jeff Guzzetti enfatiza que “la probabilidad de resultar herido o morir en un accidente de avión comercial es muchísimo menor que en un accidente automovilístico”.
El accidente de Toronto es, sin duda, un recordatorio de los riesgos inherentes a la aviación, pero también de cuánto ha avanzado la industria en la protección de vidas humanas. Hoy, no solo volamos más rápido y más lejos, sino también mucho más seguros que nunca.