La nueva ronda de sanciones de la UE a Rusia: presión creciente y estrategia a futuro

La Unión Europea aprueba un nuevo paquete de sanciones contra Rusia en el tercer aniversario de la invasión de Ucrania.

En un intento por reforzar su presión sobre Rusia, la Unión Europea ha aprobado su decimosexto paquete de sanciones desde el inicio de la invasión de Ucrania en febrero de 2022. Estas nuevas medidas apuntan a dificultar aún más las operaciones económicas del Kremlin, castigando sus intentos de eludir sanciones previas y continuar financiando su ofensiva en territorio ucraniano.

Medidas clave del nuevo paquete de sanciones

El último conjunto de sanciones se centra en varios puntos estratégicos:

  • Ampliación de sanciones personales: Cerca de 50 nuevos funcionarios rusos han sido añadidos a la lista de individuos sancionados, la cual ya incluye al presidente Vladimir Putin y varios de sus aliados cercanos.
  • Restricciones a bancos y entidades financieras: Se han sancionado 13 bancos y 3 instituciones financieras rusas con el objetivo de asfixiar su capacidad de operar en mercados occidentales.
  • Control sobre el comercio marítimo: Unos 70 barcos de la llamada "flota en la sombra" rusa han sido añadidos a la lista de embarcaciones sancionadas. Estas naves han sido identificadas como vehículos para evadir las restricciones sobre el transporte de petróleo, gas y granos robados en Ucrania.
  • Sanciones comerciales: Se han impuesto nuevas restricciones sobre la exportación de productos químicos y aluminio, limitando el acceso de Rusia a estos bienes.
  • Restricciones en infraestructura clave: 11 puertos y aeropuertos utilizados para evadir el tope de precios al petróleo han sido objeto de sanciones.

El impacto de las sanciones en la economía rusa

Desde 2022, las rondas de sanciones han tenido un impacto considerable en la economía rusa. Según el Banco Mundial, la caída del PIB ruso en 2022 fue de alrededor del 2,1%, mientras que la presión económica se ha intensificado a medida que Occidente refina sus medidas para bloquear fuentes clave de ingresos.

Uno de los sectores más golpeados ha sido el energético. A pesar de los intentos de desviar sus exportaciones hacia China e India, el comercio de petróleo ruso ha caído significativamente en comparación con los niveles previos a la guerra. En paralelo, la inflación y la depreciación del rublo han afectado el poder adquisitivo de la población.

La respuesta de Rusia y sus aliados

El Kremlin ha denunciado estas medidas como "hostiles y contraproducentes", argumentando que solo fortalecen su determinación de reducir la dependencia de las economías occidentales. En respuesta, Rusia ha intensificado su comercio con países como Irán, China y Turquía, tratando de sortear las restricciones impuestas por la UE y EE.UU.

Además, Rusia ha encontrado aliados en el llamado "Sur Global", donde varios países han optado por no alinearse con el bloque occidental, permitiendo a Moscú seguir operando en mercados alternativos.

¿Qué sigue en la estrategia de la UE?

Los analistas coinciden en que este nuevo paquete de sanciones marca un punto de inflexión, en el que la UE busca cerrar brechas utilizadas por el Kremlin para minimizar el impacto de las penalidades previas. Sin embargo, persisten dudas sobre la capacidad de estas sanciones para alterar de manera significativa la postura de Rusia en la guerra.

"La efectividad de las sanciones depende no solo de su alcance, sino de la forma en que se implementan y supervisan", señala un informe del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. "Mientras Rusia logre encontrar alternativas mediante sus socios estratégicos, el impacto de las sanciones será limitado".

En cualquier caso, la comunidad internacional sigue atenta a los próximos movimientos, con la posibilidad de que estas restricciones lleven a una escalada en la tensión entre Rusia y Occidente.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press