Marian Turski: La memoria del Holocausto y la lucha contra la indiferencia

El periodista e historiador polaco que sobrevivió Auschwitz y dedicó su vida a preservar la memoria del Holocausto

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El legado de Marian Turski

Marian Turski, sobreviviente del Holocausto, periodista, historiador y activista por los derechos humanos, falleció a los 98 años. Su vida estuvo marcada por la tragedia de la Segunda Guerra Mundial, pero también por su incansable esfuerzo en la promoción de la memoria histórica y el entendimiento entre polacos y judíos.

Un infierno llamado Auschwitz

Turski nació en 1926 en Lodz, Polonia, bajo el nombre de Mosze Turbowicz. Durante la ocupación nazi, su familia fue confinada en el gueto de Lodz. En 1944, fue deportado al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, donde perdió a su padre y a su hermano en las cámaras de gas. Su madre fue trasladada al campo de Bergen-Belsen. Turski mismo fue enviado a trabajos forzados hasta ser sometido a dos marchas de la muerte.

Fue liberado en 1945 en Terezin, al borde de la muerte por agotamiento y tifus, pero decidió regresar a Polonia en lugar de emigrar a Occidente como muchos otros sobrevivientes.

Compromiso con la memoria y la justicia

En la posguerra, Turski se convirtió en periodista y escritor, colaborando con publicaciones de izquierda y adoptando un compromiso vitalicio con la preservación de la memoria del Holocausto. Fue una de las figuras clave en la fundación del Museo de la Historia de los Judíos Polacos (POLIN), una institución fundamental en la educación sobre la vida judía en Polonia antes, durante y después de la guerra.

Además de su activismo en Polonia, Turski apoyó movimientos por los derechos civiles en otras partes del mundo. Mientras se encontraba en Estados Unidos en 1956, participó en la histórica marcha de Selma a Montgomery junto a Martin Luther King Jr., demostrando su convicción en la lucha por la dignidad humana más allá de su propio pueblo.

El undécimo mandamiento: “No serás indiferente”

Uno de los discursos más recordados de Turski ocurrió en el 75º aniversario de la liberación de Auschwitz-Birkenau. En su discurso, advirtió que la historia del Holocausto no fue un evento repentino, sino un proceso progresivo de deshumanización y violencia que comenzó con pequeños actos de discriminación.

Consciente del resurgimiento de discursos de odio en el mundo, Turski propuso un nuevo mandamiento moral: “No serás indiferente”. Su mensaje resonó profundamente en Polonia, donde algunos lo interpretaron como una crítica a la entonces administración de derecha en el país.

Un símbolo de resistencia y testimonio

Marian Turski falleció pocas semanas después de participar en la conmemoración del 80º aniversario de la liberación de Auschwitz. Su vida fue un testimonio de la resiliencia humana y una advertencia contra la repetición de los errores del pasado.

El primer ministro polaco Donald Tusk resaltó la importancia de su mensaje al escribir en redes sociales: “El undécimo mandamiento para estos tiempos difíciles”. Mientras tanto, el presidente Andrzej Duda reconoció su lucha incansable para “cultivar la sensibilidad al mal”.

Su legado nos recuerda que la historia no debe ser olvidada y que la vigilancia contra la discriminación es una responsabilidad colectiva.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press