La batalla por los chips: Trump, la Ley CHIPS y el futuro de la IA en EE.UU.
Las políticas de Trump sobre los semiconductores podrían frenar el avance de la inteligencia artificial en Estados Unidos.
Trump y su estrategia para la industria de chips
Desde que asumió la presidencia, Donald Trump ha defendido la necesidad de devolver la producción de semiconductores a Estados Unidos. Para lograrlo, ha amenazado con imponer tarifas a productos extranjeros y modificar los contratos del gobierno con fabricantes de chips como TSMC.
El objetivo de esta estrategia es reducir la dependencia del país de las importaciones de Asia, especialmente de Taiwán, que actualmente fabrica más del 90% de los semiconductores avanzados del mundo. Sin embargo, expertos en economía y tecnología advierten que estas medidas podrían generar más problemas que soluciones.
El impacto en la Ley CHIPS y la producción de semiconductores
Bajo la administración de Joe Biden, el Congreso aprobó la Ley CHIPS y Ciencia, destinada a fortalecer la producción local de semiconductores con una inversión de $30,000 millones para 23 proyectos en 15 estados. Se esperaba con esto alcanzar el 30% de la producción mundial de chips avanzados, en comparación con el 0% previo.
Sin embargo, Trump y los republicanos han discutido la posibilidad de derogar la ley, argumentando que las empresas no necesitan subsidios gubernamentales para invertir en la fabricación de chips en EE.UU. En cambio, han sugerido imponer tarifas de hasta el 100% a chips importados, una medida que podría tener grandes repercusiones.
Riesgos económicos y consecuencias en la IA
El problema principal de las políticas proteccionistas de Trump es el riesgo de encarecer los semiconductores, lo que afectaría a múltiples sectores, desde la inteligencia artificial hasta la industria automotriz. Como señaló el profesor Saikat Chaudhuri de la Universidad de Berkeley:
“Hemos visto lo que la escasez de chips ha hecho en ámbitos como la IA y la industria automotriz. Durante la pandemia, los fabricantes incluso tuvieron que reducir la capacidad de los chips en los automóviles debido a las restricciones en la oferta.”
También se teme que, al restringir la Ley CHIPS mientras se imponen aranceles, EE.UU. pierda competitividad en la industria de la inteligencia artificial, un sector dominado por empresas como Nvidia, que depende de semiconductores de alto rendimiento.
Reacciones internacionales y el caso de TSMC
Empresas extranjeras como Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) han recibido incentivos para construir fábricas en EE.UU., con hasta $6,600 millones en apoyo gubernamental. Sin embargo, Trump ha argumentado que TSMC debería hacerlo sin ayuda estatal.
En respuesta a la amenaza de aranceles, Taiwán ha enviado delegaciones económicas a Washington para negociar y evitar incrementos de costos que podrían afectar la producción global de chips. Aun así, la incertidumbre sobre las políticas futuras podría frenar la llegada de inversiones extranjeras al sector estadounidense.
Consumidores y empresas ante un posible aumento de costos
Si la administración de Trump impone estas tarifas, el costo de bienes electrónicos aumentaría drásticamente. Según el economista Brett House de la Universidad de Columbia:
“Las tarifas afectarán a consumidores y empresas de todo el país. Desde teléfonos hasta electrodomésticos y coches, todo contiene chips. Fabricantes y consumidores terminarán pagando más.”
Incluso las grandes tecnológicas como Nvidia y Apple sentirían el impacto a largo plazo, ya que los costos de producción aumentarían exponencialmente.
¿El fin del dominio estadounidense en la IA?
La restricción en la importación de chips, combinada con la eliminación de subsidios, podría llevar a que otros países capitalicen este vacío. Expertos en tecnología argumentan que políticas similares a la Ley CHIPS en Europa y Asia podrían atraer inversión y talento que de otro modo habría permanecido en EE.UU.
Como señala House:
“La fortaleza de EE.UU. en el sector tecnológico ha dependido de la apertura al mercado global. Restringirlo crear un impacto negativo irreversible.”
Si las políticas de Trump se implementan sin ajustes, el país podría perder su liderazgo tecnológico en el corto plazo.