El Día de los Presidentes: Un feriado estadounidense envuelto en confusión

Desde su origen como el cumpleaños de Washington hasta convertirse en una jornada comercial, esta celebración ha cambiado significativamente.

El origen del Día de los Presidentes

El Día de los Presidentes es una de las festividades más confusas en los Estados Unidos. A pesar de que de manera oficial el gobierno federal aún lo llama "Cumpleaños de Washington", la mayoría de los ciudadanos lo celebran como una jornada para conmemorar a todos los presidentes de la nación. Sin embargo, sus inicios se remontan a la figura de George Washington, el primer presidente del país.

El feriado fue establecido en 1879 para reconocer el legado de Washington y, en principio, se celebraba el 22 de febrero, el día de su natalicio. No obstante, en 1971, la Ley Uniforme de Feriados modificó la fecha para que siempre cayera en lunes, con el fin de proporcionar un fin de semana largo. Con este cambio, la conmemoración comenzó a denominarse popularmente como "Día de los Presidentes".

Las variaciones estatales

Mientras que algunos estados se apegan al reconocimiento exclusivo de Washington, otros han optado por incluir a Abraham Lincoln, cuyo cumpleaños es el 12 de febrero. De hecho, hay estados que oficialmente celebran el "Día de Washington y Lincoln", aunque otros simplemente lo llaman "Día de los Presidentes".

Estados como Alabama incluyen a Thomas Jefferson en su celebración, mientras que Arkansas honra también a Daisy Gaston Bates, una figura clave en el movimiento de derechos civiles. Por otro lado, estados como Indiana y Georgia han decidido no celebrar la jornada en febrero y, en su lugar, otorgan el día después de Navidad como feriado.

Un festivo sin identidad clara

El problema con el Día de los Presidentes es que ha perdido su significado original. Según el historiador Alexis Coe, autora de “You Never Forget Your First: A Biography of George Washington”, la festividad ha sido completamente opacada por el comercio y la conveniencia de un fin de semana largo. Los estadounidenses aprovechan el día para realizar compras aprovechando grandes descuentos, más que para reflexionar sobre el legado presidencial.

Esto se alinea con la tendencia comercial que adoptaron otras festividades en el país, como el Día de Martin Luther King Jr., que en muchas regiones también se convierte en una jornada de oportunidades para las tiendas.

El regreso de Washington como protagonista

Algunos grupos, como la organización que administra la histórica finca Mount Vernon, abogan por un regreso al reconocimiento exclusivo de George Washington. Consideran que su legado es fundamental en la historia estadounidense y que incluir a todos los presidentes en la celebración diluye la importancia del primer mandatario.

El legislador Hunter Abell ha llegado a proponer que el estado de Washington renombre su conmemoración para enfocarse únicamente en el padre fundador: “Al celebrar a todos, en realidad terminamos celebrando a ninguno”.

¿Cómo es reconocido en otros países?

Estados Unidos no es el único país que tiene una festividad para honrar a exmandatarios. En algunos países de América Latina, el reconocimiento se da a través del Día de la Independencia o con fechas específicas dedicadas a figuras clave en la historia presidencial.

Por ejemplo, en Argentina se celebra el natalicio de San Martín, y en México el natalicio de Benito Juárez es un feriado en marzo. Sin embargo, en ninguno de estos países hay una jornada que agrupe a todos los presidentes en un solo día.

¿Debe el Día de los Presidentes recuperar su identidad?

La falta de claridad en torno a la festividad ha generado diversos debates entre historiadores y ciudadanos. Mientras unos creen que la celebración debe volver a centrarse en Washington, otros consideran que la combinación de líderes hace justicia a la historia del país.

Lo cierto es que hoy en día, la jornada ha sido absorbida por la dinámica comercial y la conveniencia del descanso, transformándose en uno de los feriados más difusos en cuanto a propósito. Quizás sea momento de redefinir su objetivo y devolverle su impacto histórico.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press