La gripe aviar podría estar más extendida en humanos de lo que se pensaba
Un estudio revela que veterinarios han estado expuestos al virus H5N1 sin presentar síntomas, lo que sugiere una subestimación de los casos humanos.
Un nuevo hallazgo sobre la gripe aviar
Un reciente estudio realizado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos ha revelado información preocupante sobre la propagación del virus H5N1, conocido como gripe aviar. Según la investigación, el virus ha infectado silenciosamente a algunos veterinarios sin que estos presentaran síntomas evidentes, lo que sugiere una posible subestimación en el conteo oficial de casos humanos.
¿Cómo se realizó el estudio?
Los investigadores del CDC llevaron a cabo el estudio en la conferencia de la Asociación Americana de Veterinarios Bovinos en septiembre de 2024, en Columbus, Ohio. En el evento, reclutaron a 150 veterinarios de 46 estados para completar cuestionarios y proporcionar muestras de sangre.
Los resultados fueron sorprendentes: tres veterinarios (un 2% de la muestra) mostraron evidencia de anticuerpos contra el H5N1, lo que indica que estuvieron expuestos al virus. Ninguno de ellos recordaba haber experimentado síntomas característicos de la gripe aviar, como ojos rojos o fiebre.
Un subregistro alarmante
Este descubrimiento sugiere que el conteo oficial de infecciones humanas por gripe aviar —que hasta la fecha reporta 68 casos en el último año— podría estar significativamente subestimado. Según Dr. Gregory Gray, investigador de enfermedades infecciosas en la Universidad de Texas en Galveston, estos hallazgos indican que algunas personas se están infectando a través del contacto con animales sin desarrollar síntomas graves. Como consecuencia, no buscan atención médica y no son registrados en las estadísticas oficiales.
Otras investigaciones respaldan la hipótesis
El nuevo estudio no es el único que ha sugerido un subregistro en las infecciones humanas. Investigaciones previas han señalado exposiciones similares en trabajadores de granjas lecheras:
- Un estudio realizado por Gray y sus colegas en 2023 encontró que el 14% de los trabajadores lecheros analizados presentaban evidencia de infección previa.
- Otra investigación del CDC en 2023 identificó que un 7% de 115 trabajadores de granjas lecheras habían desarrollado anticuerpos contra el H5N1, aunque solo la mitad recordaba haber tenido síntomas.
Aunque estos estudios han sido limitados en tamaño, sugieren que la cantidad de infecciones no detectadas podría ser alta. Incluso si el porcentaje de infecciones es bajo, en términos absolutos podrían equivaler a cientos o miles de personas expuestas en Estados Unidos.
¿Es motivo de preocupación?
Jacqueline Nolting, investigadora de la Universidad Estatal de Ohio y colaboradora en el estudio del CDC, señala que las personas expuestas parecen generar respuestas inmunitarias contra el virus, lo que es una buena señal. Sin embargo, advierte que si el H5N1 mutara y se volviera más peligroso para los humanos o adquiriera la capacidad de transmisión de persona a persona, la situación podría tornarse crítica.
Recomendaciones para reducir el riesgo
El H5N1 ha estado circulando entre aves silvestres, pollos, vacas y otros animales, lo que aumenta las posibilidades de exposición humana. Aunque el riesgo para la población general sigue siendo bajo, los expertos del CDC recomiendan medidas de precaución para quienes trabajan con animales, tales como:
- Usar equipo de protección personal adecuado (mascarillas, guantes y gafas de seguridad).
- Evitar el contacto con aves enfermas o muertas sin la debida protección.
- Reportar cualquier síntoma de enfermedad tras la exposición a animales infectados.
Keith Poulsen, director del Laboratorio de Diagnóstico Veterinario de Wisconsin, señaló que es probable que se refuercen los recordatorios a veterinarios y trabajadores del sector agropecuario sobre la importancia del uso de equipo de protección para prevenir infecciones.
Un problema en evolución
El estudio reafirma que el H5N1 está circulando más de lo que se había detectado previamente en humanos. Aunque las infecciones humanos siguen siendo esporádicas y no hay evidencia de transmisión sostenida entre personas, la evolución del virus debe ser monitoreada de cerca.
En un mundo donde las enfermedades zoonóticas pueden dar el salto a los humanos con consecuencias potencialmente catastróficas, estar preparados es clave. El seguimiento constante, la vigilancia epidemiológica y el uso de barreras de protección serán herramientas fundamentales para evitar que la gripe aviar se convierta en una nueva crisis sanitaria global.