Tesla en China: Cuando el poder y los tribunales juegan a su favor

Elon Musk y su empresa han encontrado en China un terreno fértil para prosperar gracias al apoyo gubernamental y un impresionante historial de victorias legales.

Tesla y su relación con el poder en China

La expansión de Tesla en China ha sido notable, pero no solo por su éxito en ventas. La compañía de Elon Musk ha sabido navegar el intrincado sistema político y legal del país, asegurándose beneficios exclusivos. Esto ha sido posible en gran parte gracias a la relación con Li Qiang, el exjefe del partido en Shanghái y ahora Primer Ministro de China. Con su respaldo, Tesla fue la primera automotriz extranjera en operar sin un socio local, algo inédito en el país.

Gracias a esta ventaja, Tesla obtuvo préstamos a bajo interés, exenciones fiscales y flexibilización de regulaciones. En 2020, cuando Musk presentó el primer Tesla fabricado en China desde Shanghái, la empresa logró su primer año con ganancias. Poco después, Musk se convirtió en el hombre más rico del mundo.

Demandar clientes: una estrategia legal sin precedentes

En la mayoría de los mercados, es poco común que un fabricante de automóviles demande a sus propios clientes. Pero en China, Tesla ha utilizado a los tribunales para silenciar críticas y reforzar su reputación. En los últimos cuatro años, la compañía demandó al menos a seis propietarios de vehículos que reportaron fallos mecánicos o accidentes, además de emprender acciones legales contra periodistas y plataformas mediáticas.

Musk y su empresa han ganado todos los casos cuyos fallos se han registrado públicamente. Incluso en los casos donde los consumidores han demandado a Tesla por problemas de seguridad y calidad, la empresa ha salido victoriosa en un sorprendente 89% de los juicios.

“Para Tesla ganar esa cantidad de veces es una anomalía,” explicó Bill Russo, exejecutivo de Chrysler en Asia.

El miedo al escrutinio mediático

La influencia de Tesla en China no se limita a los tribunales. Según periodistas chinos, existe una regla no escrita en los medios locales: evitar las críticas a Tesla. Un reportero de tecnología admitió haberse encontrado con restricciones editoriales porque la empresa es protegida por el gobierno shanghainés.

Cuando algunos medios como PingWest o ifeng.com se atrevieron a publicar reportajes negativos sobre Tesla, enfrentaron demandas. El primero tuvo que retractarse y pagar $13,700 como compensación.

Esta estrategia no es exclusiva de Tesla. Otras empresas de vehículos eléctricos en China como BYD, Nio y Li Auto han demandado a blogueros y periodistas, aunque ninguna ha demostrado la misma efectividad en los tribunales.

El impacto en los consumidores

Los clientes chinos han sentido las repercusiones de esta estrategia legal agresiva. Un ejemplo es Zhang Yazhou, una propietaria de un Tesla Model 3 que en 2021 denunció públicamente una supuesta falla en los frenos de su vehículo que causó un accidente. Tesla la demandó por difamación y un tribunal le ordenó pagar más de $23,000 en daños.

Zhang apeló la sentencia y defendió su derecho de criticar un producto que le pareció defectuoso: “Como consumidora, aunque me haya equivocado, tengo derecho a opinar y criticar. Solo expresé mi experiencia con el coche.”

¿Qué significa esto para el futuro de Tesla en China?

Más allá del éxito comercial y legal que Tesla ha cosechado en China, su reputación en el largo plazo podría verse afectada. La confianza del consumidor es clave para cualquier empresa, y demandar a los propios clientes genera una atmósfera de miedo y desconfianza. Queda por ver si la compañía logra mantener su posición dominante sin enfrentar rechazo en el mercado.

Una estrategia legal agresiva quizá funcione en el corto plazo, pero ¿a qué costo? Mientras Tesla sigue cosechando éxitos en los tribunales chinos, los consumidores podrían empezar a preguntarse si realmente vale la pena invertir en una marca que prefiere demandar en lugar de mejorar sus productos.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press