China refuerza su inversión en plantas de carbón: ¿Compromiso real con la energía limpia?
El gigante asiático avanza con la construcción de casi 100 gigavatios de nuevas plantas de carbón en 2024, poniendo en duda su transición hacia energías renovables.
Un retroceso en la lucha contra el cambio climático
China ha sorprendido al mundo con su decisión de iniciar la construcción de 94.5 gigavatios de capacidad energética basada en carbón en 2024, la cifra más alta desde 2015. Este movimiento, según un informe del Centre for Research on Energy and Clean Air y el Global Energy Monitor, deja en evidencia una contradicción con los ambiciosos objetivos climáticos que el país ha anunciado en los últimos años. El informe critica que, en lugar de reemplazar el carbón con energías renovables, esta nueva infraestructura está siendo añadida a una dependencia ya existente de combustibles fósiles. Esto pone en jaque la capacidad del país de cumplir su meta de alcanzar el pico de emisiones en 2030 y la neutralidad de carbono en 2060.El dilema entre crecimiento económico y sostenibilidad
China es el líder mundial en la expansión de energía solar y eólica, superando a Estados Unidos y Europa. Sin embargo, la constante construcción de nuevas plantas de carbón amenaza con desplazar el crecimiento de las energías renovables en la generación eléctrica. Un dato preocupante es que, en los últimos tres meses de 2024, la generación de electricidad basada en combustibles fósiles siguió siendo elevada, mientras que el uso de energía solar y eólica disminuyó considerablemente. Esto sugiere que el país está priorizando la estabilidad de su sistema eléctrico a corto plazo en detrimento de la sostenibilidad a largo plazo.China es el mayor promotor de plantas de carbón en el mundo
De acuerdo con el informe, el 93% de las nuevas construcciones de plantas de carbón a nivel global en 2024 pertenecen a China. Aunque las propuestas para nuevos proyectos de carbón han disminuido a 68.9 gigavatios, en comparación con los más de 100 gigavatios de los dos años anteriores, esto no parece ser suficiente para detener la proliferación de estas plantas contaminantes. A largo plazo, este aumento en la capacidad de generación con carbón podría afectar los objetivos internacionales de reducción de emisiones y hacer más complicado el cumplimiento de los acuerdos climáticos de París.¿Qué sigue para la transición energética en China?
El gobierno chino insiste en que está comprometido con la descarbonización, pero los hechos muestran otra realidad. Si bien el país ha invertido fuertemente en energías renovables, estas aún no han logrado desplazar a los combustibles fósiles de manera efectiva. Los expertos advierten sobre la necesidad de políticas que prioricen la integración de las energías limpias, el desarrollo de tecnología de almacenamiento de energía y la implementación de sistemas más eficientes en la red eléctrica. De lo contrario, el carbón seguirá siendo la columna vertebral del suministro energético chino por muchos años más. China enfrenta un dilema clave: seguir con su crecimiento impulsado por combustibles fósiles o acelerar la transición hacia un modelo genuinamente sustentable. Solo el tiempo dirá si sus compromisos climáticos se traducen en acciones concretas y efectivas. Este artículo fue redactado con información de Associated Press