La crisis migratoria entre República Dominicana y Haití: deportaciones masivas y abusos denunciados
Miles de haitianos son deportados cada semana en medio de acusaciones de violaciones a los derechos humanos y un sistema migratorio roto.
Un éxodo forzado: la realidad de los deportados haitianos
Cada día, cientos de haitianos son obligados a regresar a su país natal desde República Dominicana en condiciones deplorables. La estrategia del gobierno dominicano, encabezado por el presidente Luis Abinader, ha sido endurecer las deportaciones en un intento por controlar lo que consideran un flujo descontrolado de migrantes.
Solo en el año 2023, más de 250,000 personas fueron repatriadas, y en enero de 2024, la cifra superó los 31,200. Muchos de estos deportados denuncian abusos y procedimientos arbitrarios que ponen en entredicho las garantías de derechos humanos.
Historias de abusos y desesperación
Casos como el de Odelyn St. Fleur, un albañil haitiano que trabajó en República Dominicana durante dos décadas, reflejan una crisis humanitaria en curso. “Rompieron mi puerta a las 4 de la mañana”, contó St. Fleur, quien fue arrestado sin previo aviso mientras dormía junto a su esposa e hijo de siete años.
Numerosos informes han documentado prácticas como allanamientos de hogares sin orden judicial, deportaciones de madres lactantes y niños no acompañados, además de una constante discriminación racial contra los migrantes haitianos.
Deportados sin otra opción que regresar
A pesar de las deportaciones masivas, muchos haitianos intentan cruzar nuevamente a territorio dominicano. En la frontera, los migrantes son recibidos por traficantes y vendedores ambulantes, algunos de los cuales les ofrecen ropa, agua e incluso rutas clandestinas de regreso.
Un migrante haitiano que pidió ser identificado solo como Mack afirmó que ayuda a los recién deportados a regresar a la República Dominicana hasta seis veces por semana. “Si les pagas a los guardias, te dejan pasar”, confiesa.
El papel de las autoridades dominicanas
Luis Rafael Lee Ballester, director de migración de República Dominicana, ha defendido las deportaciones argumentando que los inmigrantes haitianos han sobrecargado los servicios públicos del país. De acuerdo con cifras oficiales, más de 80,000 niños haitianos han sido inscritos en escuelas dominicanas en los últimos cuatro años, mientras que las haitianas representan hasta el 70% de los nacimientos en hospitales públicos dominicanos.
Si bien Ballester ha negado las acusaciones de abuso, ha reconocido que las autoridades ingresan a los hogares de los migrantes bajo la figura de “persecución en caliente”, lo que ha sido denunciado como una violación a los procedimientos establecidos.
Niños deportados y abandonados en Haití
Una de las mayores controversias ha sido la deportación de menores no acompañados. En 2023, más de 1,099 niños fueron deportados, y aunque 786 lograron reunirse con sus familias, el resto quedó en una situación de total desprotección.
Casos como el de Jovenson Morette, de 15 años, quien fue detenido mientras trabajaba en una finca, o el de una niña de 10 años expulsada sola a través de la frontera, han generado indignación en organizaciones pro derechos humanos y la UNICEF.
La falta de documentación y el limbo legal
Una proporción significativa de los deportados han nacido en República Dominicana, pero carecen de documentos que acrediten una ciudadanía legal. Activistas han denunciado que el gobierno dominicano retrasa o impide la tramitación de permisos de residencia, lo que impide que muchas personas regularicen su estatus.
Josette Jean, madre de un joven de 16 años nacido en República Dominicana, relató cómo su hijo fue deportado sin previo aviso. Para “corregir” la situación, tuvo que pagarle a un traficante para que lo ayudara a regresar.
Un sistema roto con pocas soluciones a la vista
Las deportaciones masivas han generado incluso problemas internos en la República Dominicana. Empresarios agrícolas y constructores han comenzado a quejarse de la falta de trabajadores, pero la respuesta oficial ha sido escueta: “Contraten dominicanos”, declaró Ballester.
El presidente Abinader ha llamado la atención de la comunidad internacional sobre la crisis en Haití, argumentando que su país no puede hacerse responsable de la situación y que se requiere un mayor compromiso global para restablecer el orden en la nación vecina.
“No hay una solución dominicana para la crisis haitiana”, sentenció Abinader. Mientras tanto, miles de haitianos continúan enfrentando un ciclo interminable de deportación, abuso y regresos clandestinos en busca de un futuro mejor.