Trump retoma el uso de prisiones federales para detener inmigrantes en EE.UU.
La administración de Donald Trump vuelve a utilizar prisiones federales para detener inmigrantes, desatando críticas y comparaciones con su primer mandato.
El gobierno del expresidente Donald Trump ha reanudado la práctica de usar prisiones federales para detener inmigrantes, una estrategia altamente polémica que ya fue utilizada durante su primer mandato. De acuerdo con el Buró Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés), la agencia está brindando apoyo a la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de EE.UU. al albergar a detenidos de inmigración.
Centros penitenciarios bajo presión
La medida ha vuelto a poner el foco en las prisiones federales, que ya enfrentan problemas estructurales como la falta de personal, la violencia y condiciones inadecuadas para los reclusos. Según reportes, cárceles federales en Los Ángeles, Miami y Atlanta han sido utilizadas para la detención de inmigrantes.
El Bureau of Prisons es la agencia más grande del Departamento de Justicia y cuenta con más de 30,000 empleados, 122 instalaciones y alrededor de 155,000 internos. Su presupuesto anual es de aproximadamente 8 mil millones de dólares. Sin embargo, el sistema ha estado en crisis debido a problemas financieros y falta de personal.
Retroceso en los derechos de los inmigrantes
La decisión de volver a encarcelar a inmigrantes en prisiones federales recuerda a la implementación de políticas similares en 2018, cuando alrededor de 1,600 inmigrantes fueron recluidos en instalaciones penitenciarias en Arizona, California, Oregón, Washington y Texas. En aquel momento, los detenidos denunciaron tratos inhumanos, como la ingesta de alimentos en mal estado, dificultades para practicar su religión y acceso limitado al aire libre.
Cifras alarmantes de detenciones
Desde la toma de posesión de Trump en enero, más de 8,000 personas han sido arrestadas en operativos de inmigración. En comparación, el ICE promedió 311 arrestos diarios durante el último año del gobierno de Joe Biden. Actualmente, el ICE solo tiene presupuesto para detener a unas 41,000 personas, mientras que la administración de Trump ha prometido deportar a millones de inmigrantes indocumentados.
Guantánamo: Otra opción en discusión
El gobierno de Trump no solo ha recurrido a cárceles federales, sino que también ha trasladado inmigrantes al centro de detención en la base naval de Guantánamo, Cuba. Esta decisión ha sido fuertemente criticada por organizaciones de derechos humanos, que ven en Guantánamo un “agujero legal” que históricamente se ha utilizado para detener a personas sin juicio justo.
Posición de El Salvador
Recientemente, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ofreció albergar a prisioneros estadounidenses en su país, incluyendo a inmigrantes detenidos. Bukele propuso trasladarlos a la mega prisión CECOT a cambio de un pago. La propuesta ha sido considerada por la administración de Trump, aunque todavía presenta obstáculos legales.
¿Qué sigue?
A medida que la presión sobre el sistema penitenciario estadounidense aumenta, las organizaciones de derechos humanos y defensores de los inmigrantes han elevado sus protestas contra estas medidas. Mientras tanto, Trump sostiene su promesa de endurecer las políticas migratorias y ampliar el uso de centros de detención.
La pregunta sigue en el aire: ¿es esta la solución o solo un nuevo capítulo en una política migratoria cada vez más agresiva?