La batalla por la Corte Suprema de Carolina del Norte: ¿Democracia en riesgo?
Una contienda electoral cerrada en Carolina del Norte desata un enfrentamiento legal que podría cambiar la jurisprudencia electoral del estado.
La elección para la Corte Suprema de Carolina del Norte se ha convertido en una disputa legal de alto perfil, con el juez del Tribunal de Apelaciones, Jefferson Griffin, desafiando los resultados en un esfuerzo por anular decenas de miles de votos. Su oponente, la jueza demócrata Allison Riggs, mantiene una ventaja de solo 734 votos tras dos recuentos.
Un intento de invalidar miles de votos
Griffin presentó impugnaciones a más de 65,000 votos alegando que ciertas categorías de votantes fueron incluidas en el conteo de manera inconstitucional. Entre los votos cuestionados se encuentran más de 60,000 emitidos por personas cuyas inscripciones carecían de un número de licencia de conducir o los últimos cuatro dígitos de su número de Seguro Social, un requisito cuyo cumplimiento ha sido inconsistente desde 2004.
Además, Griffin desafió miles de votos de militares y ciudadanos estadounidenses en el extranjero que no adjuntaron copias de una identificación con foto, insistiendo en que la legislatura estatal nunca tuvo la intención de eximirlos de este requisito.
La respuesta del Tribunal Superior
En una audiencia clave, el juez William Pittman rechazó los intentos de Griffin para eliminar los votos en cuestión, concluyendo que la Junta Estatal de Elecciones no violó disposiciones constitucionales ni excedió su autoridad. Según Pittman, la decisión de la junta estatal se realizó dentro del marco legal y basándose en procedimientos adecuados.
Un precedente peligroso
Riggs y sus defensores han denunciado los esfuerzos de Griffin como un intento de privar del derecho al voto a miles de ciudadanos elegibles, lo que consideran una amenaza para la democracia electoral en Carolina del Norte. “Esta decisión es una victoria para los votantes de Carolina del Norte y el estado de derecho”, afirmó Riggs tras conocer el fallo.
Sin embargo, el caso aún podría llegar a la Corte Suprema del estado, donde Griffin puede encontrar apoyo en una mayoría de jueces republicanos. A pesar de la recusación de Riggs, su rol en la corte pende de un hilo si el resultado fuera favorable a su contrincante en un futuro litigio.
¿Hacia dónde se dirige la justicia electoral?
El caso de Carolina del Norte podría sentar un precedente sobre cómo se manejan las disputas electorales y los derechos de los votantes en Estados Unidos. Con debates en curso sobre leyes de identificación de votantes y accesibilidad al voto, este caso podría influir en futuras reformas electorales.
La legalidad del sufragio sigue siendo un tema de intensa controversia en el país, y Carolina del Norte es solo un reflejo de un enfrentamiento más amplio en la política estadounidense. Mientras tanto, los ciudadanos del estado esperan con incertidumbre cómo se definirá el destino de su sistema democrático en los tribunales.