Trump y Gaza: Una propuesta de ocupación que sacude al mundo
El plan del expresidente estadounidense para 'tomar el control' de Gaza genera rechazo global y despierta temores históricos
Un anuncio controvertido
La historia del conflicto entre Israel y Palestina ha estado marcada por disputas territoriales, guerras y múltiples intentos fallidos de lograr la paz. Sin embargo, las recientes declaraciones del expresidente Donald Trump han añadido un nuevo nivel de controversia al conflicto, al proponer que Estados Unidos 'tome el control' de la Franja de Gaza y reasiente a sus habitantes en otro lugar.
Una reacción unánime en contra
El anuncio fue hecho durante una conferencia de prensa junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien, a pesar de sonreír en varios momentos, evitó hacer comentarios directos al respecto. Trump propuso que EE.UU. se hiciera “propietario” de Gaza, eliminando los escombros y desarrollando la zona para convertirla en 'la Riviera del Medio Oriente'.
No obstante, la propuesta fue rechazada de inmediato por una amplia gama de actores políticos y gubernamentales, desde países aliados hasta adversarios históricos de EE.UU. Turquía, Egipto, China y varias naciones árabes condenaron la idea, mientras que grupos palestinos como el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) y la Yihad Islámica la calificaron de 'racista' e 'inaceptable'.
El temor a un nuevo éxodo palestino
La idea de un reasentamiento forzado de los palestinos de Gaza no es algo nuevo, pero sí extremadamente sensible. Los palestinos recuerdan la Nakba (Catástrofe) de 1948, cuando cientos de miles de personas fueron desplazadas tras la creación del Estado de Israel. Para muchos, la posibilidad de verse obligados a abandonar Gaza es una repetición de aquel doloroso episodio.
Actualmente, el 75% de la población de Gaza (unas 1,7 millones de personas) han sido desplazadas debido a la guerra en curso. Muchas de estas personas ya han sido refugiadas durante generaciones y viven en condiciones extremas en campamentos improvisados.
Un Gaza irreconocible
El conflicto más reciente ha dejado a Gaza prácticamente en ruinas. Con infraestructura devastada, hospitales fuera de servicio y cortes prolongados de agua y electricidad, la situación es crítica. De acuerdo con un informe de la ONU, el 69% de las estructuras en Gaza han sido destruidas, incluyendo más de 245,000 hogares.
El Banco Mundial estima que el daño causado en solo los primeros cuatro meses del conflicto asciende a 18,5 mil millones de dólares, una cifra superior al Producto Interno Bruto combinado de Gaza y Cisjordania en 2022.
El rechazo internacional
El rechazo a la propuesta de Trump no solo provino del mundo árabe. China expresó su oposición a cualquier medida que implique el desplazamiento forzado de palestinos, mientras que Turquía calificó la propuesta como “absurda y errónea”. Incluso dentro de EE.UU., funcionarios del Departamento de Estado mostraron preocupación por las posibles repercusiones de tal iniciativa en la estabilidad global.
En contraste, figuras políticas como el senador Marco Rubio y el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, alabaron la idea por su “visión audaz” en la búsqueda de estabilidad en la región. Sin embargo, estas opiniones fueron ampliamente minoritarias.
Una Gaza sin futuro claro
A medida que continúan las negociaciones de cese al fuego, una gran pregunta sigue sin resolverse: ¿qué sucederá con la Franja de Gaza una vez que cesen los combates?
El acuerdo de alto al fuego, por ahora, no establece un plan de gobernabilidad para Gaza después de la guerra. Sin un liderazgo claro y con la infraestructura destruida, reconstruir la zona podría tardar décadas. La ONU estima que, si el bloqueo se mantiene, podrían pasar más de 350 años antes de que Gaza pueda ser restaurada completamente.
El dilema humanitario
El futuro de los más de 2.3 millones de palestinos en la Franja sigue siendo incierto. Con hospitales en ruinas, falta de recursos y un territorio sometido a un prolongado castigo bélico, la reconstrucción parece un desafío monumental.
La comunidad internacional ha expresado la necesidad de un esfuerzo conjunto para evitar una crisis humanitaria aún mayor, pero sin una solución política a largo plazo, cualquier reconstrucción parecería ofrecer solo un alivio temporal.
Un error estratégico de Trump
Mientras Trump busca influir en la política de Medio Oriente con propuestas radicales, su idea de apoderarse de Gaza y reasentar a los palestinos en otro lugar ha sido vista como una provocación innecesaria. En un conflicto tan complejo y con raíces históricas tan profundas, una solución impuesta por una potencia extranjera es probablemente la receta para más tensiones y una crisis aún peor.
Por ahora, la propuesta de Trump parece haber fracasado antes de siquiera despegar, pero el daño diplomático y político ya está hecho.